La administración de Donald Trump inició en Estados Unidos un megaoperativo del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE) en Massachusetts, con foco en Boston, para atrapar a “lo peor de lo peor” entre los inmigrantes indocumentados. Según publicó The New York Times, el plan bautizado como “Patriot 2.0” busca intensificar la presión contra ciudades santuario y reforzar la política migratoria federal.
ICE activa “Patriot 2.0” con múltiples redadas en Massachusetts
El Departamento de Seguridad Nacional confirmó que Patriot 2.0 ya está en marcha y se prolongará por varias semanas más. En un mensaje oficial, se advirtió: “Si llegas a nuestro país de manera ilegal y violas las leyes, te vamos a cazar, detener, deportar y nunca volverás”.
El objetivo de Patriot 2.0, de acuerdo con el Departamento de Seguridad Nacional, citado por The New York Times, es dar prioridad a inmigrantes liberados de cárceles locales, pese a que la agencia había pedido su custodia.
La iniciativa se concentra en Boston, aunque también alcanza a zonas aledañas donde viven personas liberadas en la ciudad. Según un funcionario del DHS que pidió conservar el anonimato, la estrategia busca enviar un mensaje a las ciudades santuario, acusadas de “proteger” a indocumentados y no cooperar con autoridades federales.
Migrantes en alerta: Boston está en la mira por sus políticas de ciudad santuario
La Casa Blanca y el Departamento de Justicia apuntaron contra la alcaldesa de Boston, Michelle Wu, y contra la Boston Trust Act, que limita la colaboración de la policía local con ICE.
“Las políticas de santuario no solo atraen y esconden criminales, también ponen a estas amenazas por encima de ciudadanos respetuosos de la ley”, indicó el comunicado federal del DHS.
La fiscal general Pam Bondi respondió que “La ciudad de Boston y su alcaldesa están entre los peores infractores de santuario en América”.
Desde el gobierno se adelantó que Patriot 2.0 se replicará en otras ciudades con políticas similares, incluyendo Chicago y Washington.
En paralelo, Todd Lyons, director interino de ICE, advirtió en una radio local que “Vamos a seguir haciendo de Boston un lugar seguro, algo que la alcaldesa está fallando en garantizar”.
Ya en marzo, el ICE detuvo a 370 inmigrantes en Massachusetts. Para mayo, la cifra escaló a casi 1,500 arrestos, con la intención clara de que con este megaoperativo la cifra continúe subiendo.