La NASA descubre una extraña estructura en espiral al límite del sistema solar: un superordenador, clave

La NASA descubre una extraña estructura en espiral al límite del sistema solar: un superordenador, clave Grok

Estados Unidos

La NASA descubre una extraña estructura en espiral al límite del sistema solar: un superordenador, clave

Un equipo de investigadores ha revelado nuevos hallazgos sobre los confines del sistema solar gracias al uso de potentes simulaciones computacionales. 

Read in english: NASA discovers a strange spiral structure at the edge of the solar system: a supercomputer, key

Publicada
Actualizada

Los últimos modelos sugieren que la Nube de Oort, una vasta región de objetos helados ubicada en los límites del sistema solar, podría tener una estructura en espiral, algo nunca antes detectado. Este descubrimiento cambia la comprensión de la distribución de cuerpos en la frontera de nuestra vecindad cósmica y podría ofrecer pistas sobre el origen y la evolución de los planetas en el sistema solar.

Hasta ahora, esta región ha sido uno de los mayores enigmas astronómicos debido a su lejanía y a la imposibilidad de observarla directamente desde la Tierra o mediante sondas espaciales. Para superar estas limitaciones, la NASA recurrió a un superordenador de última generación capaz de realizar simulaciones avanzadas basadas en los datos recopilados por telescopios y misiones espaciales.

Los modelos computacionales han revelado que, en lugar de ser una esfera uniforme como se creía, podría tener una estructura en espiral, similar a una pequeña galaxia. Este hallazgo sugiere que la distribución de los cuerpos helados en los límites del sistema solar no es aleatoria, sino que responde a fuerzas gravitacionales que moldearon su estructura durante miles de millones de años.

Asimismo, la Nube de Oort se encuentra a más de 186 mil millones de kilómetros del Sol y se cree que es el origen de muchos cometas de período largo que, ocasionalmente, entran en el interior del sistema solar. Según la NASA, esta región alberga restos de la formación de los planetas gigantes, como Júpiter y Saturno, hace aproximadamente 4.600 millones de años.

El análisis de esta estructura podría proporcionar información clave sobre la historia del sistema solar e incluso sobre los mecanismos que influyen en la trayectoria de los cometas que pueden acercarse a la Tierra.

Implicaciones del descubrimiento

Si realmente tiene una forma en espiral, esto significaría que las interacciones gravitacionales con otros objetos del espacio profundo, como estrellas cercanas o incluso la propia Vía Láctea, han jugado un papel más importante de lo que se pensaba en la configuración del sistema solar exterior.

La NASA continuará analizando estos datos con futuras misiones y observaciones, con la esperanza de comprender mejor los confines del sistema solar y su conexión con el resto del universo.