Montaje

Montaje

Sociedad

Anna Sanmartín, doctora en Sociología: "El 54,7% de los jóvenes confirma problemas de salud mental en 2025"

Son conclusiones recogidas en el 'Barómetro Juventud, Salud y Bienestar 2025', elaborado por Fundación Mutua Madrileña y Fad Juventud.

Más información:David, dueño de una carnicería: "Trabajo 10 horas al día con un sueldo medio de 1.600 euros, es un negocio muy esclavo"

Publicada

Las claves

Más de la mitad de los jóvenes españoles (54,7%) afirma haber tenido problemas de salud mental en el último año, según el Barómetro Juventud, Salud y Bienestar 2025.

Los síntomas más frecuentes entre los jóvenes son el cansancio, la falta de energía, la dificultad para concentrarse y la tristeza, seguidos por la falta de interés y el insomnio.

El 44,8% de los jóvenes ha recibido algún diagnóstico de salud mental, con la ansiedad como el trastorno más común, seguida del TDAH y la depresión.

El 43% de los jóvenes ha tenido pensamientos suicidas alguna vez y el 34,7% se ha autolesionado, aunque solo uno de cada cuatro ha buscado ayuda profesional debido al coste o por creer que puede resolverlo solo.

Si echamos la vista atrás, nunca antes había sido tan necesario poner el foco en los problemas relacionados con la salud mental. Casos como el de las dos adolescentes de Jaén hacen que nos replanteemos qué es lo que está pasando con nuestros jóvenes.

El mes pasado se presentó el Barómetro Juventud, Salud y Bienestar 2025 del Centro Reina Sofía de Fad Juventud. Se cumplen 10 años desde que este medidor recoge cómo conciben los jóvenes el bienestar, la salud y los riesgos.

El estudio consiste en una encuesta online a 1.511 jóvenes de entre 15 y 29 años de toda España. Su continuidad bienal desde 2017 permite analizar la evolución del bienestar juvenil durante una década, identificando tendencias, mejoras y retrocesos.

La salud mental en síntomas cotidianos

Anna Sanmartín Ortí es directora del Centro Reina Sofía de Fad Juventud, doctora en Sociología por la Universidad Complutense de Madrid e investigadora del barómetro. Explica que la salud mental muestra una leve mejoría, pero sigue siendo uno de los grandes retos.

"Más de la mitad (54,7%) de la juventud confiesa haber tenido algún problema psicológico, psiquiátrico o de salud mental en el último año", expone. Una cifra inferior a la de 2021 y 2023, pero todavía muy superior a la de 2017.

Más allá de los diagnósticos médicos, el Barómetro indica que la salud mental se expresa mayoritariamente en síntomas del día a día. El cansancio y la falta de energía son los más frecuentes (52,3%), seguidos de la falta de concentración (47,6%) y la tristeza (45%).

Les siguen la falta de interés (44,4%) y la incertidumbre e insomnio, ambos por encima del 40%. Los menos habituales son la necesidad de calmarse con alcohol o pastillas, la falta de deseo sexual y la falta de apetito o comidas excesivas.

¿Cuáles son los diagnósticos más comunes?

Desciende ligeramente el porcentaje de jóvenes con diagnóstico de salud mental, del 50% en 2023 al 44,8% en 2025, un dato que podría reflejar cierta estabilización tras el incremento constante de los años anteriores.

Los trastornos de ansiedad son los más habituales y los únicos que crecen respecto a 2023, del 15,9% al 17,9%, seguidos del TDAH, del 7,6% al 9,2%, y de la depresión, que se mantiene como segundo problema más común, aunque desciende del 17,7% al 15,7%.

La ideación suicida se ha reducido respecto a años anteriores. En 2025, un 43% de jóvenes afirma haber tenido pensamientos suicidas alguna vez, frente al 48,9% de 2023, y un 7,6% los ha experimentado con frecuencia.

Por primera vez se diferencia entre ideas suicidas y prácticas autolesivas no suicidas, ambas vinculadas a un malestar emocional intenso. Más de un tercio de jóvenes (34,7%) declara haberse autolesionado alguna vez, y un 6,8% lo hace con frecuencia.

Una década de evolución

Aunque se está normalizando hablar de salud mental, sólo uno de cada cuatro jóvenes ha buscado ayuda profesional. El coste económico (31%) y la idea de poder resolverlo por su cuenta (22%) siguen siendo las principales razones para no hacerlo.

El análisis revela una generación más consciente, más capaz de nombrar su malestar y más comprometida con su bienestar. Sin embargo, la mejora no es continua: la soledad, la ansiedad y las desigualdades persisten como alarmas.