Montaje de José Joaquín González con una vivienda en venta (Europa Press).

Montaje de José Joaquín González con una vivienda en venta (Europa Press).

Sociedad

José Joaquín González advierte sobre una sofisticada estafa inmobiliaria: “Suplantan la identidad del propietario”

La estafa no se centra en promesas increíbles ni en precios fuera de mercado sino en "que todo parezca normal", según relata el experto.

Más información: Una experta inmobiliaria sobre la Ley de Vivienda 30 meses después: “El objetivo de abaratar el precio es inalcanzable”

Publicada

Las claves

José Joaquín González advierte sobre una estafa inmobiliaria sofisticada basada en la suplantación de identidad del propietario mediante documentos manipulados.

El fraude inicia cuando una falsa agencia publica un inmueble real, proporciona documentación aparentemente legítima y pone excusas para evitar visitas al piso.

El estafador solicita una señal económica urgente, usando argumentos como la existencia de otros compradores o la necesidad de bloquear el precio.

Los documentos presentados, como la nota simple y el DNI, son falsificados digitalmente, lo que lleva al comprador a entregar dinero sin garantías ni posibilidad de recuperarlo.

Comprar vivienda no sólo se está convirtiendo en un ‘camino lleno de baches’ por los elevados precios, sino porque también se corre el riesgo de ser estafado. Así lo ha denunciado el asesor especializado en la compra de inmuebles José Joaquín González.

“Una de las estafas inmobiliarias más sofisticadas que estamos viendo últimamente no se basa en promesas increíbles ni precios fuera de mercado. Se basa, precisamente, en que todo parezca completamente normal”, afirma en la red social LinkedIn.

¿Cuál es la modalidad más frecuente? “Suplantación de identidad del propietario a través de documentación manipulada con precisión”, concreta el experto.

Así funciona la estafa

González detalla punto por punto cuál es el modus operandi de los estafadores. Todo arranca de la siguiente manera: Una supuesta agencia inmobiliaria publica un inmueble aparentemente real.

Entonces, el comprador interesado solicita información que, gustosamente, el estafador le facilita. Ahí se encuadra tanto una nota simple con todos los datos correctos del inmueble, una copia del DNI del supuesto titular, y un contrato de reserva.

Si la persona interesada pide visitar la vivienda, las excusas que suele utilizar el estafador para negárselo son varias. Por ejemplo, le dice que “hay un inquilino que está a punto de marcharse”.

Otro pretexto es que “el propietario está de viaje”. O que “sólo se enseña a compradores realmente interesados que hayan reservado previamente”.

Llegados a este punto, el timador solicita una señal económica urgente, con una serie de argumentos: “Hay otros compradores interesados que ya han hecho una oferta”; o “el propietario quiere cerrar esta semana”.

También otros como que “la señal garantiza mantener el precio actual”; o que “es sólo un trámite para que la vivienda quede bloqueada a tu nombre”.

¿Dónde está la trampa?

Simplemente, en un detalle técnico. “La nota simple es real en su contenido registral y descriptivo, pero ha sido manipulada digitalmente para sustituir el nombre y DNI del propietario por los del estafador”, señala José Joaquín González.

Y añade: “La copia del DNI, también falsificada, coincide con esos datos alterados. El comprador, al ver que todo encaja, cree estar actuando con seguridad. Pero está entregando dinero a una persona que no tiene ninguna relación con la propiedad”.

¿Qué sucede entonces? Pues que una vez hecha la transferencia, “el contacto desaparece.Y en muchos casos, el dinero se pierde sin posibilidad de recuperación porque se trata de cuentas abiertas con identidades falsas, operaciones desde el extranjero, o suplantaciones imposibles de rastrear a corto plazo.

Para protegerse, y tal y como relata el asesor inmobiliario, “la persona interesada debe solicitar la nota simple directamente desde la web oficial del Registro y nunca se debe enviar dinero sin haber visitado la vivienda.

También estima fundamental “verificar personalmente la identidad del propietario con su DNI original, desconfiar si no se permite el acceso al inmueble ni el contacto directo con el titular y, si hay dudas, asesorarse antes con profesionales del sector”.

Por último, González concluye indicando que, “en este tipo de operaciones, el problema no es confiar demasiado, sino verificar demasiado poco”.