Científicos de PMI trabajando en el centro de I+D “El Cubo”. Philip Morris International
Philip Morris refuerza su apuesta por un futuro sin humo y pone la diana en eliminar la combustión con ciencia y tecnología
En 2016, Philip Morris International se marcó la misión de alcanzar un futuro libre de humo de los cigarrillos lo antes posible, y para ello la ciencia y la tecnología son piezas clave.
Hace años que Philip Morris International (PMI) decidió escuchar y dar respuesta a lo que la sociedad venía reclamando: abordar el impacto negativo que sus productos tienen, y buscar generar un impacto positivo en la salud pública.
Para conseguirlo, Philip Morris International puso el foco en la ciencia y la tecnología. Ejemplo de ello fue el desarrollo de 'El Cubo', un centro dedicado a la investigación y a la innovación a orillas del lago Neuchâtel (Suiza), donde trabajan cientos de científicos y expertos cualificados para el desarrollo de alternativas sin combustión ni humo que demuestran ser mejores opciones que seguir fumando.
La empresa se centra especialmente en estos ámbitos debido a que "es la combustión la que genera la mayoría de las sustancias químicas dañinas, que luego provocan las enfermedades relacionadas con fumar", según señaló a EL ESPAÑOL Moira Gilchrist, directora global de Comunicación de Philip Morris International.
Por este motivo, "nuestro enfoque es el de eliminar la combustión para desarrollar productos que liberan nicotina —que no es la principal causa de las enfermedades relacionadas con fumar—", destacó Gilchrist.
Esta es una tarea por la que PMI seguirá apostando en el futuro debido a que, mientras los cigarrillos no desaparezcan, esta empresa tiene una "responsabilidad" derivada de su actividad, según comentan desde la propia compañía.
Además, todavía hay más de 1.000 millones de fumadores en el mundo según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), a pesar de las políticas tradicionales adoptadas en aras de concienciar sobre lo perjudicial del hábito de fumar, así como aquellas destinadas a la prevención y cesación del hábito.
Para este grupo de personas que de otra manera van a seguir fumando, existen alternativas avaladas científicamente como mejores opciones que seguir fumando.
Así, existen estudios científicos que han demostrado que lo más dañino de fumar no es la nicotina. Esta es una sustancia que se encuentra de manera natural en la hoja del tabaco, y aunque no está exenta de riesgo y es adictiva, no es el principal problema.
El humo del cigarrillo es lo más dañino. Al encender un cigarrillo, se quema, y se generan más de 6.000 sustancias químicas. De todas ellas, cerca de 100 están identificadas por las autoridades de la salud pública como dañinas o potencialmente dañinas. Precisamente, son estos altos niveles de sustancias tóxicas la principal causa de enfermedades relacionadas con fumar.
Por tanto, la mejor opción siempre es no comenzar a fumar, y si ya se ha empezado, lo mejor es dejar el hábito por completo. Sin embargo, hay fumadores adultos que no lo van a hacer, pero debemos procurar que tengan acceso a toda la evidencia científica del hábito de fumar para que puedan tomar decisiones informadas.