Àlex Torío, el profesor que ha dejado la enseñanza tras casi 30 años. Archivo
Álex, profesor decepcionado con 30 años de experiencia: "¿Por qué nos hacen aprobar a todo el mundo?"
Tras treinta años enseñando matemáticas, Álex abandona la docencia desilusionado por un sistema educativo que, según él, ha perdido exigencia.
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Con tres décadas dedicadas a la enseñanza, Álex, profesor de matemáticas y amante de la música, ha decidido dar un paso al lado.
"Yo estudié física en la rama de física teórica, pero siempre con la intención de ser profesor", recuerda.
No lo hace por falta de vocación, sino por una profunda desilusión con el rumbo que ha tomado el sistema educativo.
Un futuro desesperanzador
Durante su conversación con Sonsoles Ónega en el programa Y Ahora Sonsóles, Álex explica cómo ha percibido la degradación del nivel académico y la pérdida de exigencia.
"Los profesores de secundaria éramos especialistas que sabíamos bastante de una cosa y lo explicábamos", señala.
Según él, esta tendencia, arraigada a lo largo de los años, ha cambiado con la llegada de la LOGSE (Ley Orgánica de Ordenación General del Sistema Educativo) y la ampliación de la enseñanza obligatoria hasta los 16 años.
"La implementación de la Educación Secundaria Obligatoria hasta los 16 años en el fondo fue un alargamiento de la primaria", añade.
Ese cambio, según comenta, transformó el papel del docente: "No es tan importante si el profesor domina mucho una materia, sino que sea un buen conductor de grupos".
La frustración de Álex no proviene de un caso puntual, sino de una acumulación de directrices y normas que, según afirma, los docentes llevan años soportando.
"A mí lo que me gustaría dejar claro es que esto no es una expresión de un problema mío", dice. "Estoy recogiendo testimonios de compañeros… y todo el mundo estamos diciendo: 'Pero, ¿qué nos están haciendo hacer? ¿Por qué nos hacen aprobar a todo el mundo?'", denuncia.
Sus palabras reflejan el hartazgo de muchos profesores que sienten que el esfuerzo y la disciplina, indispensables en la educación, han dejado de tener valor.
Cuando se le pregunta por los cambios legislativos, Álex lo tiene claro: "El gran cambio es la LOGSE. Yo justo estaba acabando la carrera cuando llegó a secundaria en el 96-97, y el gran cambio está ahí".
Desde entonces, comenta, todo han sido matices: modificaciones en las evaluaciones, cambios de calendario y nuevas instrucciones que, en su opinión, no resuelven los problemas de fondo.
"Ahora se hacen las recuperaciones en julio en vez de en septiembre para que los niños no sufran en el verano haciendo los libros de deberes", concluye con ironía.
En definitiva, para Álex, las leyes van y vienen, pero la esencia del problema permanece intacta: una educación que cambia constantemente sin saber muy bien hacia dónde.