Montaje de Julio Saénz con el Gran Reserva 904.

Montaje de Julio Saénz con el Gran Reserva 904.

Sociedad

Julio Saénz (59), enólogo: “Uno de los Gran Reserva 904 más frescos, elegantes y sofisticados de nuestra historia”

Te mostramos de la mano del enólogo de La Rioja Alta un vino al que augura “una larga y prometedora vida en botella”.

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Las claves

El Gran Reserva 904 de 2016 de La Rioja Alta es considerado uno de los más frescos y sofisticados, según el enólogo Julio Sáenz.

La cosecha de 2016 fue calificada como "magnífica" por su calidad y cantidad, lo que contribuyó al equilibrio y alta intensidad aromática del vino.

El Gran Reserva 904 destaca por sus notas de frutas rojas, tabaco, pimienta negra y vainilla, y ofrece un retrogusto largo y complejo.

Dentro de la categoría de los vinos, hablar de un gran reserva es hablar de lo máximo. Vinos que se definen por su excelencia y complejidad derivada de un envejecimiento largo y controlado. El resultado es un producto elegante, con profundidad aromática y equilibrio.

Uno de esos vinos es el Gran Reserva 904 de 2016 La Rioja Alta fruto de casi una década de paciencia, precisión y cuidado. “Probablemente uno de los Gran Reserva 904 más frescos, elegantes y sofisticados de nuestra historia”, afirma el enólogo Julio Sáenz.

¿Dónde está la clave? Según Sáenz, en “la extraordinaria maduración de nuestra uva tempranillo (90%) y graciano (10%). Todo en su sitio, en el momento más adecuado, que le augura una larga y prometedora vida en botella”.

Magnifica cosecha

Para poder elaborar un vino de estas características, se requiere una buena uva. De hecho, la cosecha de 2016 fue una “magnífica añada”, tanto en cantidad como en calidad. Lo que se traduce en vinos con notable equilibrio acidez-grado, alta intensidad y calidad aromática.

“Fue una cosecha muy buena”, recuerda Julio Sáenz. La vendimia posterior fue manual, en cajas, comenzando por la uva tempranillo y continuando con la graciano. Se hizo una segunda criba en la mesa de selección óptica, realizando a continuación la fermentación alcohólica y la maloláctica de forma natural.

“Seleccionamos de vinos para iniciar su crianza durante cuatro años en barricas de roble americano de fabricación propia”, continúa el enólogo. “Realizamos trasiegas por el método tradicional cada seis meses y lo embotellamos en mayo de 2021”.

Poniendo el foco en las nota de cata, es un vino con un intenso color granate, con un brillante y vivo tono rubí en el borde de la copa.

En nariz sobresale por su alta intensidad y su amplitud de registros aromáticos. Inicialmente aparecen notas de frutas rojas de bosque, cereza negra y arándanos.

Luego dejan paso a una gran gama de aromas procedentes de su crianza en barrica: tabaco, pimienta negra, hoja de té, café, moca, vainilla y canela. Aportan un frutal y balsámico bouquet.

En boca, por último, es fino, equilibrado y elegante. Sus taninos le aportan frescura y suavidad. Tiene un largo, complejo y amable retrogusto.