Montaje de Antonia Velázquez con una mujer limpiando una casa en una imagen creada con IA.

Montaje de Antonia Velázquez con una mujer limpiando una casa en una imagen creada con IA.

Sociedad

Antonia, trabajando desde los 14 años: “Mi pensión es de 800 euros porque no me aseguraron en varios empleos"

Te contamos la historia de Antonia Velázquez a la que obligaron a jubilarse al cumplir los 65 años y siete meses pese a que quería seguir.

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Son muchas las personas que están deseando jubilarse, bien porque ya llevan muchos años cotizados, bien porque su cuerpo no aguanta más. Pero también está el otro lado, el de aquellas personas que quieren seguir trabajando pese a tener la edad legal de jubilación.

Una de esas personas es Antonia Velázquez que, sin cumplir los 66 años de edad, tuvo que dejar la empresa en la que trabajaba.

“Me dicen que me tengo que jubilar con 65 años y 7 meses. Yo les digo que si podía seguir trabajando y me dicen que no, que ya he trabajado bastante”, recuerda en el programa de Antena 3 ‘Y ahora Sonsoles’.

Trabajando desde los 14 años

Lo curioso de la historia de Antonia Velázquez es que comenzó a trabajar a la temprana edad de 14 años. Una larga trayectoria en la que estuvo detrás de una barra de un bar, en una peluquería, en casas, o en una residencia de ancianos, entre otras labores.

Si se suman los años que ha estado trabajando, el resultado es que lo ha hecho durante más de 54 años. Más de cinco décadas al pie del cañón. Sin embargo, en su vida laboral, sólo aparece que ha cotizado durante algo más de 28 años. ¿Por qué?

Porque, como ella misma cuenta en el programa de televisión, “en empleos anteriores no me tenían asegurada”. Es decir, que durante unos 26 años estuvo trabajando en lo que se conoce como ‘en negro’.

Por lo tanto, aquellas personas que la emplearon no cotizaron por ella a la Seguridad Social. Y, ahora, lo está notando, y muy mucho, en la pensión que está recibiendo.

Antonia Velázquez no es una gota en medio del océano. O una aguja en un pajar. En el pasado, fueron muchos los empresarios (o particulares) que pagaban a sus empleados, pero no los tenían dados de alta en la SS.

Un caso muy común es el de esas mujeres que trabajaron en casas particulares, o limpiando escaleras de portales, que no fueron dadas de alta y ahora lo están sufriendo en sus pensiones.

Tanto trabajó Antonia Velázquez desde que era una niña que hasta que no cumplió los 43 años no pudo permitirse el lujo de tener unas vacaciones.