La historia de Sara inspira a otras migrantes a dejar el trabajo doméstico y probar suerte en la construcción.

La historia de Sara inspira a otras migrantes a dejar el trabajo doméstico y probar suerte en la construcción. Youtube 'Quique Vasquez Historias de Migrantes'

Sociedad

Una migrante latina que vive en España recomienda trabajar en la construcción: “Se gana muchísimo mejor"

Sara recomienda a otros migrantes que busquen oportunidades en la construcción, donde se ofrecen sueldos de hasta 1.500 euros al mes.

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La economía de España sigue necesitando mano de obra en sectores clave, lo que ha convertido al país en un destino para miles de personas que buscan empleo y estabilidad. Según el informe 2024 del Ministerio de Trabajo y Economía Social, más de 5,5 millones de extranjeros mayores de 16 años residen en España, y un 69% forma parte de la población activa. En este contexto se encuentra la historia de Sara, una migrante de Honduras que, tras varios años de esfuerzo, logró transformar su vida laboral.

De los trabajos domésticos a la construcción

Sara, de 36 años, llegó a España en 2019 con la esperanza de construir un futuro mejor. En el canal de YouTube Quique Vasquez Historias de Migrantes, relató que su primer empleo fue como interna, el camino habitual para muchas mujeres extranjeras. Este sector concentra a cerca del 42% de las trabajadoras del hogar extranjeras, pero ofrece escasas oportunidades de crecimiento.

Después de cinco años trabajando en casas particulares, Sara decidió cambiar de rumbo y buscar un empleo en la construcción, un sector tradicionalmente dominado por hombres. Comenzó haciendo tareas sencillas de pintura, sin experiencia previa ni formación técnica. Su determinación le abrió puertas: siete meses después fue contratada como albañil de forma legal, sumándose al 11,4% de mujeres que trabajan en obra en España.

Sara asegura que, aunque el inicio fue un desafío, hoy valora el respeto que ha recibido de sus empleadores. No obstante, reconoce que ha enfrentado actitudes machistas tanto en el trabajo como en su entorno personal. “A veces creen que por ser mujer no puedo hacer el trabajo”, explicó.

“En la construcción se gana muchísimo mejor”

Uno de los principales motivos de su cambio fue la diferencia salarial. Sara afirma que en la construcción percibe un sueldo base de 1.200 euros, que puede alcanzar los 1.500 euros con horas extra. Además, su jornada laboral es de lunes a viernes, de 08:00 a 18:00 horas, lo que le permite disponer de tiempo libre y enviar dinero a su familia en Honduras.

La estabilidad de un sueldo fijo a fin de mes da mucha tranquilidad”, aseguró, destacando que su calidad de vida ha mejorado notablemente. Para Sara, España es un país que ofrece oportunidades para quienes están dispuestos a aprender y esforzarse. Incluso se proyecta a futuro con la idea de tener su propio negocio y contratar a alguien más.

La historia de Sara es un reflejo de cómo la migración puede ser una vía para mejorar la vida de muchas personas. Su experiencia muestra que, aunque los retos son reales, existen caminos para quienes buscan trabajo y desean abrirse paso en sectores no tradicionales.