De acuerdo con Manuel, un corte de pelo puede convertirse en un lujo en el futuro.
Barbero de Cristiano Ronaldo y Bad Bunny, sobre cómo mantener un negocio: “Es muy esclavo, y sobre todo mentalmente”
Manuel se sincera respecto a los beneficios de un barbero contratado al percibir entre 1.000 a 1.200 euros.
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El oficio de barbero ha experimentado un auge en los últimos años. Las redes sociales, la estética masculina y la moda de los cortes cuidados han colocado a las barberías y sus protagonistas en el centro de la escena. Sin embargo, quienes están detrás de la silla advierten que no todo es tan sencillo como parece. Manuel Cortés, conocido por haber atendido a figuras como Cristiano Ronaldo y Bad Bunny, describe la realidad sin adornos: “Es muy esclavo, y sobre todo mentalmente”.
De los inicios humildes a los clientes VIP
Su historia empezó hace más de quince años, cortando el pelo a amigos en un garaje y, durante casi dos años, sin cobrar ni un euro para aprender. Con un espejo improvisado y un cubo de pintura como asiento, practicó hasta llenar las tardes de cortes uno tras otro.
Con el tiempo abrió su primera barbería y, gracias a contactos, terminó en la silla de superestrellas. La experiencia de atender a Cristiano Ronaldo la recuerda con nervios y satisfacción: “Me temblaba la mano, tuve que cambiar de máquina”. Con Bad Bunny, además de la anécdota del pago generoso, aprendió a moverse con profesionalismo en entornos de alta exposición.
La historia de Manuel también es el reflejo de una industria que ha cambiado sustancialmente. De acuerdo con la Asociación Nacional de Perfumería y Cosmética, en España, el sector de la belleza y el cuidado personal facturó más de 10.400 millones de euros en 2023, un crecimiento del 12 % frente al año anterior.
Las peluquerías muestran avances moderados con desafíos por el aumento de costes, mientras que las barberías han logrado consolidarse gracias al auge del cuidado masculino y la demanda de servicios que van más allá del corte: barba, estilismo y estética. Un escenario que, si bien abre oportunidades, también intensifica la competencia y eleva las exigencias para sostener un negocio.
El verdadero coste de una barbería
Abrir un local en España no requiere cifras millonarias, pero sí compromiso financiero. Según Manuel, con unos 10.000 euros se puede arrancar con lo básico: un sillón, un espejo y la alta de autónomo.
Los precios al público rondan entre 15 y 20 euros por corte en barrios y hasta 30 cuando se incluye la barba en zonas céntricas. Sin embargo, la rentabilidad real es reducida: “De cada 10 euros, casi la mitad se va en impuestos y gastos”, explica. Por ello, la clave está en el volumen de clientes.
La barbería exige muchas horas de trabajo, especialmente para quienes son dueños. Manuel calcula que un buen día atiende a unas 15 personas, aunque su récord fue en Nochebuena de 2018, con 69 cortes desde la mañana hasta pasada la medianoche. “Llegas a casa, te duchas, te acuestas, y al día siguiente otra vez dentro de la barbería. No es tan bonito como parece desde fuera”, reconoce.
El esfuerzo, asegura, no es solo físico, sino también mental: mantener la concentración, conversar con más de una decena de clientes al día y sostener el ritmo de la agenda son parte de la carga invisible del oficio.
Sueldos, facturación y futuro del sector
De acuerdo con Manuel, y contrario a lo que se piensa, un barbero contratado apenas recibe un sueldo base, en torno a 1.100 euros netos. El margen de mejora llega al alquilar un sillón o trabajar por porcentaje, modelo que permite facturar más a cambio de asumir costes propios. En cuanto a negocios completos, una barbería con dos o tres trabajadores puede facturar entre 10.000 y 15.000 euros al mes, siempre que mantenga buena clientela.
De cara al futuro, Manuel cree que España avanza hacia un modelo más caro, similar al de Estados Unidos, donde un corte ronda los 50 dólares. “Creo que cortarse el pelo será un lujo”, advierte. Aun así, defiende la barbería como un oficio valioso que seguirá vigente: un negocio sacrificado, de márgenes ajustados, pero que para él continúa siendo una pasión y una forma de vida.