
Esta medida corrige descompensaciones en la vida laboral.
Confirmado por la Seguridad Social: si cumples este requisito, podrás sumar hasta cinco años extra a tu cotización
Una nueva medida del Gobierno permitirá a miles de personas sumar años de cotización y mejorar así su acceso a la jubilación.
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En España, el debate sobre el futuro del sistema de pensiones ocupa un lugar central en la agenda pública.
Conscientes de esta preocupación, las autoridades han impulsado nuevas medidas que buscan reforzar los derechos de los trabajadores, especialmente de aquellos que, pese a haber trabajado, no cotizaron en su momento.
Una de estas iniciativas viene del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, que ha aprobado un convenio especial destinado a mejorar las pensiones futuras de aquellos que trabajaron de forma no remunerada.
Un recurso necesario
Esta nueva medida permite añadir hasta cinco años más al historial de cotización, lo que puede suponer un aumento significativo en la cuantía de la pensión y facilitar el acceso a la jubilación.
El nuevo convenio está dirigido a personas que realizaron prácticas formativas no remuneradas, en muchos casos como becarios, pero que en su momento no generaron derechos de cotización a la Seguridad Social.
Este grupo, históricamente invisibilizado en términos contributivos, podrá ahora regularizar parte de su vida laboral.
Para poder beneficiarse de esta ampliación, es imprescindible acreditar que las prácticas se realizaron antes del 1 de noviembre de 2011. De este modo, se busca compensar a quienes participaron en programas formativos que, aunque implicaban una labor real, no fueron reconocidos legalmente como trabajo.
Este ajuste puede tener un gran impacto, ya que en España se requiere haber cotizado al menos 15 años para acceder a una pensión contributiva.
Además, para jubilarse a los 65 años sin recorte en la prestación, es necesario haber cotizado un mínimo de 38 años. En caso contrario, la edad de jubilación se retrasa hasta los 66 años y ocho meses.
El proceso, sin embargo, no es automático ni gratuito. Los interesados deben asumir el coste de las cotizaciones correspondientes a esos años.
La cuota se calcula en función de la base mínima del grupo 7 del Régimen General de la Seguridad Social, vigente en el momento en que se realizaron las prácticas.
Una inversión de cara al futuro
En términos económicos, esto se traduce en un pago mensual que puede oscilar entre los 40 y los 140 euros, dependiendo del periodo y condiciones concretas de las prácticas. Se trata, por tanto, de una inversión personal para mejorar las condiciones de jubilación futura.
También pueden acogerse a esta medida quienes completaron un doctorado antes del 4 de febrero de 2006, siempre y cuando cumplan con los criterios establecidos en la Ley General de la Seguridad Social y el Real Decreto Legislativo 8/2015.
Para solicitar el reconocimiento, es necesario presentar la documentación pertinente a través de la sede electrónica de la Tesorería General de la Seguridad Social, en el apartado de "Trámites y Gestiones". La administración dispone de un plazo máximo de seis meses para resolver cada caso.
El periodo de solicitud estará disponible hasta el 31 de diciembre de 2028, lo que otorga un margen amplio a los potenciales beneficiarios para recabar la información y reunir los documentos requeridos.
Esta medida supone un paso importante hacia un sistema de pensiones más justo, al reconocer el esfuerzo de quienes iniciaron su carrera profesional bajo condiciones menos favorables.