El VI Marqués de Lises: “La naturaleza no tiene fronteras y de la misma vivimos todos”

El VI Marqués de Lises: “La naturaleza no tiene fronteras y de la misma vivimos todos”

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El VI Marqués de Lises: “La naturaleza no tiene fronteras y de la misma vivimos todos”

Luis Felipe Fernández-Salvador y Campodónico, VI marqués de Lises, es una de las figuras más representativas en la lucha por los derechos legales de la naturaleza a través de proyectos culturales como Casa Ecuador.

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Además de ser conocido en la industria del cine por producir largometrajes como ‘A Son of Man: La maldición del tesoro de Atahualpa’, la película con mayor inversión en la historia del cine ecuatoriano,Luis Felipe Fernández-Salvador y Campodonico fue nombrado por el Rey Felipe como VI Marqués de Lises, explorador, cineasta y uno de los grandesdefensores de los derechos legales de la naturalezay la biodiversidad iberoamericana.

Heredó de su padre la pasión por su país, su historia y territorio. Los Fernández-Salvador llevan varias décadasexplorando la zona amazónica de los Llanganates, picos nevados eternos a donde se dirigieron los últimos incas con el objetivo de transportar el cuerpo de Atahualpa y su tesoro, desde la última morada en Machu Picchu.

Hace poco más de seis meses el filántropo inició la constitución de laFundación Marqués de Lises, con la finalidad depromover la reconciliación cultural entre España e Iberoamérica. Además, es el constituyente de la Fundación Identidad Nacional, nacida para rescatar e impulsar la identidad de Ecuador y la de aquellos países que comparten su lengua, idioma, religión, valores y derechos en Sudamérica y Centroamérica.

Uno de los proyectos del marqués que más ha dado de qué hablar en los últimos días ha sidoCasa Ecuador, exposición presentada, por primera vez, en París en 2024, en el marco de los Juegos Olímpicos. Recientemente, esta exhibición aterrizó en Madrid en el palacete Serrano 95. Del 4 al 9 de marzo, cientos de visitantes pudieron conocer, de primera mano, los tesoros que esconde el continente iberoamericano. Hablamos con Luis Felipe Fernández- Salvador y Campodonico sobre esta iniciativa en la capital española y cómo el marqués percibe su impacto en nuestra cultura.

¿Cómo nació la idea de Casa Ecuador Madrid 2025 y qué objetivos persigue?

Casa Ecuador nace a través de la necesidad de exportar un concepto al mundo. Ecuador para mí es un símbolo. Fue la primera nación en aceptar los derechos de la naturaleza e incorporarlos dentro de su Constitución. Además, es el país por metro cuadrado más biodiverso del planeta y por eso la iniciativa toma ese nombre. Es un evento que viaja durante el año por fechas mediáticas, en esta ocasión la Semana ARCO en Madrid, y próximamente, la Semana del Art Basel en Miami y la Semana de la Moda en París.

Esto nace con la intención de traer audiencias generales a reconectarse con la naturaleza a través del arte o las instalaciones que representan patrimonios naturales y los identifican con experiencias sensoriales inmersivas.

Por otro lado, a través de las galas creamos un espacio de reflexión y también de conexión con líderes de opinión mundiales y referentes.

¿Qué elementos caracterizan este espacio y qué lo hace único?

La línea estética de la casa es vestirse de rosas ecuatorianas y su identidad, ya que Ecuador es el único sitio en el mundo donde pueden crecer a una altitud impresionante. También tenemos una selva de bananos a escala que han sido bañados en oro para mitificar estos patrimonios naturales, que realmente son nuestro tesoro. La naturaleza no tiene fronteras y de la misma, vivimos todos.

Aparte de eso, hemos producido una experiencia de realidad virtual por distintos territorios naturales enigmáticos, por ejemplo uno que te permite viajar al fondo del océano en Galápagos, poder ver y experimentar ese escenario prehistórico que aún existe y podemos preservar. Por otro lado, tenemos también una experiencia gastronómica que permite viajar al Amazonas a través de la degustación de cacao.

También contamos con unas instalaciones artísticas que unifican el Parque Nacional Yasuní, la selva más biodiversa del planeta y que hemos representado dentro de la casa, con paisajes selváticos y diseños de sonido creados por ganadores al Oscar.

¿Qué impacto espera que tenga esta iniciativa en la proyección de Ecuador en Europa?

El impacto que busco es inspirar a los ciudadanos de España a recibir este mensaje como una reflexión de que tenemos que preocuparnos por crear una nueva agenda para la naturaleza. Nosotros estamos proponiendo dejar el discurso a un lado y empezar a ejecutar y lograr que países de Europa incorporen los derechos de la naturaleza en sus constituciones. Queremos impactar a Iberoamérica con esto, de manera que, a través de estas constituciones, los países de Latinoamérica puedan aumentar su soberanía natural.

Como impulsor del proyecto, ¿cuál ha sido el mayor reto en su desarrollo?

El mayor reto creo que ha sido poder convencer a los ecuatorianos compatriotas que esto era posible, y ese reto ya está superado. El nuevo reto es seguir expandiendo este concepto para que pueda estar por lo menos en 20 ciudades itinerantes. Es decir, 20 eventos mediáticos que suceden en el año en las capitales económicas del mundo.

¿Qué significa para usted ser un embajador de la cultura ecuatoriana en el mundo?

Para mí es una deuda con mi legado. Tuve la oportunidad de prácticamente nacer en la selva amazónica, me crié en gran parte alrededor en gran parte de tribus no contactadas y semi contactadas. Desde muy niño acompañaba a mi padre en sus expediciones como buscador de patrimonios perdidos en la Amazonía y en los Andes. Considero que esto me ha otorgado la sensibilidad para prestar mi voz al servicio de la naturaleza, al servicio de esa gente que vive en aislamiento voluntario y aún no forma parte de la globalización.

Hasta el momento, ¿cómo ha visto la imagen de Ecuador en el exterior?

Ha sido para todos una sorpresa muy emocionante. Lo que hemos hecho ha transmitido el mensaje correcto, y estoy muy orgulloso de decir que el impacto ha sido muy poderoso, y no solo en París, donde fuimos la mejor casa cultural. Ecuador no había tenido antes una casa cultural en los Juegos Olímpicos. Y pensamos, ¿por qué no hacer la primera casa Ecuador para que nuestros deportistas se sientan orgullosos? El resultado fue que hicimos una casa cultural que dio mucho que hablar, pero sobre todo se convirtió en la sede central de la Embajada de Naturaleza en el mundo.

Para mí fue muy gratificante leer y conocer los sentimientos de nuestros compatriotas, muchos de ellos me contactaron a través de las redes sociales y sus mensajes fortalecieron mi motivación para continuar con la apertura de otras casas itinerantes de Ecuador a nivel mundial.