Vista del municipio de Frías en Burgos

Vista del municipio de Frías en Burgos EFE

Sociedad

La ciudad más pequeña del mundo está en España: tiene solo 300 habitantes, casas colgadas y un castillo

Se trata del municipio de Frías, en Burgos, y que tiene una superficie de unos 30 kilometres y cuenta solo con 300 habitantes. Su castillo es muy conocido.

14 abril, 2024 17:45

España es un país que tiene infinidad de ciudades preciosas y maravillosas que se convierten en un reclamo para el turismo. Es por ello también que algunas de ellas esconden historias curiosas. Una de esas urbes especiales es Frías, que se sitúa en la provincia de Burgos. Este municipio es conocido en España, sobre todo, por ser la ciudad más pequeña del país y del mundo

Frías es una pequeña ciudad de Castilla y León que se encuentra a menos de una hora en coche de Burgos y que es una de las joyas de la comarca de Las Merindades. A pesar de su tamaño, solo tiene 32 kilómetros cuadrados de superficie, su fama es mundial, especialmente por ese calificativo de ser la ciudad más pequeña del mundo. 

El caso de Frías es bastante curioso ya que tiene solo 300 habitantes. Sin embargo, está considerada como una ciudad por una cuestión legal. Además de esta peculiar historia, Frías también supone un municipio con mucho encanto y con algunos rincones que merece la pena conocer. 

¿Por qué Frías es una ciudad?

Para encontrar el motivo por el que Frías es una ciudad hay que remontarse a muchos años atrás. Concretamente, al siglo XIII. En el año 1202, el rey Alfonso VIII de Castilla le otorgó a Frías un fuero real, lo que permitió al territorio convertirse en el municipio más importante de la región. 

Frías pasó a ser uno de los grandes núcleos del comercio y también a ser un centro defensivo de alto valor, ya que era zona de paso obligada para viajar hacia otros lugares importantes. Tal era la grandeza de este pequeño pueblo que, dos siglos después, seguía siendo centro neurálgico del Valle de Tobalina. Por ello, Juan II reforzó su importancia y le concedió el título de ciudad el 12 de mayo de 1435. Por este motivo, Frías sigue siendo una ciudad hoy en día, ya que conserva este título. 

¿Qué ver en Frías?

La ciudad de Frías es conocida en muchos rincones del planeta por ser una de las más pequeñas del mundo. Sin embargo, este pequeño municipio de la provincia de Burgos es mucho más que esa curiosa consideración. Su elemento más destacado es su castillo, de estilo medieval, y que fue construido en el siglo X. Está considerado como el gran símbolo del valle de Tobalina. Además, la particular forma en la que está construido desafía incluso a la gravedad, ya que parece que está suspendido. 

"Es una de las fortalezas roqueras más espectaculares de Castilla, data del año 867, cuando estas tierras marcaban la frontera entre los dominios cristianos y musulmanes. El conjunto actual, sin embargo, es una mezcla de construcciones de los siglos XII al XVI, que tuvieron un uso militar hasta el final de la Guerra de la Independencia". Así se explica su naturaleza. 

Otra de las zonas más bonitas e interesantes es la calle mayor, donde se encuentran sus particulares casas colgadas, haciendo aún más singular este pequeño pueblo que tiene la consideración de ciudad. Entre el resto de puntos de interés se encuentra toda la zona central de la localidad, ya que fue declarado Conjunto Histórico Artístico. Estas son las zonas más bonitas de Frías:

  • Iglesia de San Vicente.
  • Puente sobre el Ebro.
  • La muralla que rodea la localidad. 

En estos momentos, Frías vive del sector primario, ya que todo gira en torno a él. En los últimos años, esa condición de ser la ciudad más pequeña del mundo ha provocado también que se reactive el sector más turístico. Este se apoya sobre todo en la excelente geografía y la buena conservación de la fortaleza y de sus construcciones históricas. 

Sus habitantes sienten un gran sentimiento de pertenencia por su municipio y así lo manifiestan de manera constante. Lo consideran un territorio fiel a la estructura de los pueblos de su misma época, lo que permite ofrecer un auténtico viaje en el tiempo.