Una mujer tapa la zona de su pubis con un cartel. Archivo
El desternillante relato viral de una tuitera sobre su 'depilación fatal' de pubis
En La Jungla. La mujer ha explicado en clave de comedia su terrible experiencia poniéndose en manos de una esteticista con poca experiencia que casi le arranca la piel.
29 diciembre, 2019 02:33Noticias relacionadas
Afortunadamente se le ha dado una vuelta a esto de la depilación. Las mujeres se sienten menos obligadas a quitarse hasta el último vello y eso ayuda a relajarse un poco, siendo cada una más libre de elegir lo que quiere hacer. Las famosas que salen a la alfombra roja sin rasurarse, por ejemplo, las axilas o las piernas ya han dejado de ser noticia para convertirse incluso en tendencia.
No obstante, aquellas personas que optan por una depilación exhaustiva, en su mayoría tienen que aguantarse el dolor, sobre todo en algunas zonas. El pubis es una de ellas. Terminaciones nerviosas por doquier para bien y para mal. En este caso, obviamente, para fatal. Que se lo pregunten a la tuitera que ha relatado, con pelos y señales, su pesadilla en la camilla de la esteticista.
Cronopia (@2LaCrono) compartió un hilo en el que narró su aventura, la misma que le hizo jurar que nunca más volvería a hacerse la cera alegremente por ahí. La mujer padeció lo indecible porque una esteticista con poca experiencia le volcó la cera caliente en mitad de la vulva. El resto de la historia mejor que la cuente ella directamente:
¿Sabéis cuándo fue la última vez que me hice la cera caliente por ahí? El día en que a la esteticién (no sé si se dice así, alomojó tendría que poner ceramista, nocé) se le derramó el cacito de cera caliente encima de mi chumino.
— Cronopia (@2LaCrono) 25 de diciembre de 2019
Dijo "huy". Ella dijo "huy".
— Cronopia (@2LaCrono) 25 de diciembre de 2019
Quisiera aclarar (ojo sensibles) que cuando digo "chumino" no me estoy refiriendo a lo que es el pubis, sino al CENTRO DEL MUNDO, AL LUGAR POR DONDE SALE LA VIDA, A LA CIRCUNVALACIÓN CLITORIANA
— Cronopia (@2LaCrono) 25 de diciembre de 2019
Ni gritar pude.
— Cronopia (@2LaCrono) 25 de diciembre de 2019
Me estoy mareando solo de recordarlo.
— Cronopia (@2LaCrono) 25 de diciembre de 2019
Pero lo peor vino después. Porque yo pude aguantar toda la ristra de soecedades que el cerebro estaba enviando a mi boca así, en plan ratatatatatatata, tipo ametralladora: MECAGONTÓSTUSMUERTOSJAPUTAHOSTIAPEROCASECHOPORKÉPORKÉPORKÉANJOLATECLAVENLASTIJERASABIERTAASYTELASAQUENCERRÁS
— Cronopia (@2LaCrono) 25 de diciembre de 2019
Porque la señora se estaba disculpando y no paraba de decir "huy" todo el rato, a saber qué señales estaría mandándole el cerebro a ella para que solo acertara a decir "huy".
— Cronopia (@2LaCrono) 25 de diciembre de 2019
La vi tan apurada que le dije "vamo a calmanno" y solté un par de chascarrillos para quitarle hierro al asunto. (El asunto era mi chumino).
— Cronopia (@2LaCrono) 25 de diciembre de 2019
Entonces me dijo que me iba a pegar un par de tirones fuertes y que así saldría de golpe y me dolería mucho pero sería solo un momento y blablablá.
— Cronopia (@2LaCrono) 25 de diciembre de 2019
Aquello sonó a "ven aquí que no te voy a pegar", pero tampoco se me ocurrían muchas más opciones.
— Cronopia (@2LaCrono) 25 de diciembre de 2019
Lo peor dentro de lo malo era que estábamos las dos sudando como dos jabatas y eso no ayudaba, así que me dijo que si quería que abriera la puerta. VAMOS A VER SEÑORA.
— Cronopia (@2LaCrono) 25 de diciembre de 2019
Que aquello era un local dentro de un edificio de viviendas y abrir la puerta significaba abrir mi monte de Venus al mundo, ens hem begut l'enteniment o què?
— Cronopia (@2LaCrono) 25 de diciembre de 2019
Weno pues va y me pega un tirón con todas sus fuerzas con las manos sudadas y no sé si recordáis el anuncio de chicles Boomer, que se estiraban hasta el infinito boom, boom, boom, boomer!
— Cronopia (@2LaCrono) 25 de diciembre de 2019
No os podéis creer lo que puede llegar a estirarse un chumino.
— Cronopia (@2LaCrono) 25 de diciembre de 2019
Lástima que en aquellos tiempos no nos pasaramos todo el puñetero día sacando fotos y vidrios, porque habría salido un tik-tok tó juapo.
— Cronopia (@2LaCrono) 25 de diciembre de 2019
Pues ni palante ni patrás. Al cuarto o quinto tirón le dije que prou.
— Cronopia (@2LaCrono) 25 de diciembre de 2019
Estuvimos un rato charlando, olvidándonos de la cera (ya totalmente fría) y de lo que quedaba de mis partes.
— Cronopia (@2LaCrono) 25 de diciembre de 2019
Me explicó que llevaba poco tiempo en la ciudad, que tenía experiencia en varias cosas de su profesión pero que llevaba poco haciendo la cera SÍ NO ME DIGAS
— Cronopia (@2LaCrono) 25 de diciembre de 2019
Y cuando ya conseguimos olvidarnos del mal trago me tumbé y le dije: estira. No pienses en nada. Solo estira. Estira y que salga el sol por Antequera.
— Cronopia (@2LaCrono) 25 de diciembre de 2019
Arreó un tirón que se cagó la burra y lo que salió por Antequera fue mi chumino, pero weno, la cera salió también así que al menos quedé libre.
— Cronopia (@2LaCrono) 25 de diciembre de 2019
Le pedí un cartel de "cerrado por derribo", me lo colgué del ombligo, me puse las bragas y me fui.
— Cronopia (@2LaCrono) 25 de diciembre de 2019
Estuve tres días que ni sentarme pude, Hulio.
— Cronopia (@2LaCrono) 25 de diciembre de 2019
Y en cuanto pude andar normal, me fui a una tienda y me compré un chisme para depilarme en casa.
— Cronopia (@2LaCrono) 25 de diciembre de 2019
Yaaaaaaaaaaaaaaa, ya sé que hay otras técnicas y que depilarse no es obligatorio vale. Eran otros tiempos, de esto ni se hablaba y no depilarse no era una opción. Ahora ya no paso por ninguno de estos malos tragos.
— Cronopia (@2LaCrono) 25 de diciembre de 2019
No tendría que haber contado esto. Ahora me duele el jigo.
— Cronopia (@2LaCrono) 25 de diciembre de 2019
Por lo menos ahora sabemos que hay que esperar a que enfríe bien antes de pegar el tirón definitivo.
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