La aplaudida reflexión de Pérez-Reverte después de la sentencia del 'procés'

En La Jungla. Las redes sociales han aplaudido el comentario del escritor tras conocerse el fallo del Supremo sobre los líderes independentistas.

15 octubre, 2019 04:15

M. C. @MartinhaCorral

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Después de un fin de semana de filtraciones a cuentagotas, este lunes hemos conocido íntegramente el fallo del Tribunal Supremo tras el juicio de los encausados por el proceso soberanista en Cataluña. La sentencia del procés ha dejado una cascada de reacciones en las redes sociales que han logrado copar las tendencias durante toda la jornada.

Como suele ocurrir con casi todo en nuestro país, los dos bandos no tardaron en perfilarse y afilar sus cuchillos para lanzarlos sobre el mensaje del contrario. En mitad del fuego cruzado es complicado encontrar análisis más pausados, pero el escritor Arturo Pérez-Reverte ha vuelto a dar en el clavo a juzgar por los aplausos que ha suscitado con su reflexión.

Más sutil de lo que nos tiene acostumbrados en su cuenta de Twitter, el autor no ha querido dejar pasar la oportunidad para mostrar su opinión, relacionando la crispación actual con "la gente que sólo tiene amigos cuyas ideas y palabras se ajustan exactamente a las suyas":

Tal vez una de las desgracias de España, y origen de tanto daño, es que demasiada gente sólo tiene amigos cuyas ideas y palabras se ajustan exactamente a las suyas.
— Arturo Pérez-Reverte (@perezreverte) October 14, 2019

Con más de 9.000 retuits, el mensaje de Pérez-Reverte ha suscitado una oleada de elogios:

Se ve en Twitter, la gente sigue a los suyos y bloquea a los que piensan diferente, o se dedican a insultarlos. Al poco de abrir mi cuenta estuve a punto de cerrarla; por expresar, con respeto, una opinión diferente, me llamaron "escoria". Me pareció terrorífico. Bloqueé, claro
— Kannia (@Kannia8) October 14, 2019

Te quiero.
— Mr. Quinn (@goonielor) October 14, 2019

Acaba usted de hacer la definición perfecta de cualquier red social.
— Max Tena (@MaxTena1) October 14, 2019

Pues a mí me encanta estar con personas que piensen diferente si se manifiestan sin radicalidad. Ofrecen nuevas ópticas a una misma situación o problema.
— Sant Pau (@Guinardo7) October 14, 2019

Onanismo mental. La búsqueda del placer en la autorreafirmación de las ideas. Las redes sociales, dónde elegimos a quien seguir y podemos evitar la crítica con un sólo click, son el perfecto asesinato del pensamiento crítico.
— ObreroDeDerechas (@ObreroDeDerecha) October 14, 2019

A mí personalmente, con las ideas de mis amigos me pasa igual que con su orientación sexual, q me da igual. Lo único que me importa es que sean felices y que si necesitan algo allí estaré yo.
— Ross (@rosselloaikido) October 14, 2019

Cuanta razón, cerramos los círculos para sentirnos cómodos y aceptados
— NachoIturbe (@nachoiturbe) October 14, 2019

Muy cierto. Y cuando tienes amigos que no piensan igual se recurre al «mejor no hablamos de eso, que discutimos». ¿Y qué pasa si discutimos? ¡Quizá aprendamos los unos de los otros en esa discusión!
— Marq_Fer💯🦇🏆💪🏼 (@marq_fer) October 14, 2019

Metidos en burbujas de pensamiento no hay contraste, ni se aprende nada nuevo
— Carlos Núñez Sánchez (@Freecanusa) October 14, 2019

Mi profesor De CC. Políticas I nos dijo:
“Leed toda la prensa, escuchad todas las emisoras y hablad con los que discrepan de vuestras ideas y aún así, sólo conoceréis el 20% de lo que sucede”.

No iba mal encaminado.
— curioso&patoso (@curiosopatoso) October 14, 2019

Tras siglos de convivencia,no hemos aprendido a respetar,aceptar y defender nuestras ideas ni contrastar las opuestas de modo civilizado y respetuoso,como riqueza si no tan solo como enfrentamiento.
Grave error.
De esos polvos....
La educación es la clave
— Bittor_Ugo (@jeanvalyean) October 14, 2019

A las personas no nos gusta encontrarnos con otras formas de ver el mundo, nos gusta la comodidad de nuestra visión del mismo si que venga nadie a desafiarla.
— Jaime Porta (@jaimeporta) October 14, 2019

Pues en este caso, totalmente de acuerdo con usted. Evitamos demasiado la disonancia cognitiva que nos produce informarnos de cosas que no concuerdan con nuestras creencias.
— Gonzalo Bonet (@GBCLopi) October 14, 2019