Sabemos lo qué tienen en común Pablo Casado, Iglesias, Colau y Errejón

"Atrapados en el ascensor, esta noche nena es para los dos, atrapados en el ascensor", rezaba la mítica canción de la década de 1980 de Un pingüino en mi ascensor, que hoy jamás vería la luz al estar bastante claro que relata una violación a ritmo de canción de la movida. 

Más allá de ese componente sexual, el hecho es que quedarse atrapado en un elevador es una pesadilla recurrente y algo que da pánico a muchísima gente pero, en la mayoría de los casos, es una experiencia que no se suele vivir. La seguridad de los ascensores modernos y los sistemas de alarma lo hacen algo casi anecdótico que, sin embargo, han vivido en los últimos cuatro años cuatro políticos españoles con una ideología de lo más opuesta. 

El último en quedarse encerrado en un ascensor -durante alrededor de 10 minutos en Lleida, según ha publicado El periódico- ha sido el dirigente popular Pablo Casado que, a pesar de ello y como siendo habitual, no ha perdido en ningún momento la sonrisa. 

El incidente ocurrió este jueves cuando Casado quiso visitar la Seu Vella, la emblemática catedral de Lleida que mezcla estilo románico y gótico y a la que se puede acceder en un ascensor con capacidad para 10 personas. El problema es que ni el político ni quienes le acompañaban -entre ellos periodistas que cubrían su visita- aceptaron dicha limitación, ya que fueron 15 los que se subieron al ascensor.  

Así lo hizo notar Casado -según han relatado testigos al diario catalán-, que comentó:"Claro, es que el ascensor tiene capacidad para 10 y somos bastantes más". El incidente quedó en susto y los mossos que estaban fuera pudieron dar instrucciones al equipo de seguridad de Casado para que, accionando una palanca, pudieran abrir las puertas, lo que sucedió a los diez minutos. 

No ha sido el único político

El incidente ha recordado a otro vivido en tierras catalanas, también protagonizado por un político que también responde al nombre de Pablo, aunque ambos no pueden estar más en las antípodas en todos los sentidos. 

El 26 de junio de 2015, el líder de Podemos, Pablo Iglesias, se quedaba encerrado en el ascensor del Ayuntamiento de Barcelona, adonde había acudido a entrevistarse con la alcaldesa Ada Colau, con quien compartió encierro. 

En esa ocasión, no fue ningún acompañante quién desveló lo que había sucedido, sino que el propio Iglesias utilizó su Twitter para anunciarlo y bromear con el asunto, aunque no fue el único. El político de Ciudadanos Luis Garicano, contestó al tuit de Iglesias sobre la resolución del rescate. 

Pero algo debe de sucederle a los políticos españoles con los ascensores, porque Colau, Iglesias y Casado no han sido los únicos en vivir esta angustiosa experiencia. También el examigo de Iglesias Iñigo Errejón se quedó encerrado en un ascensor y lo hizo nada menos que en el del Congreso de los Diputados. El líder de Más Madrid -entonces diputado de Podemos- también tuiteó sobre el asunto y bromeó, además, sobre sus compañeros de encierro: compañeros de prensa y diputados del Partido Popular.