Los concursantes de 'Operación Triunfo' sobre el escenario.

Los concursantes de 'Operación Triunfo' sobre el escenario. Gtres

La Jungla / Social

Termina OT : los triunfitos, camino al olvido del que no debieron salir

En la Jungla. Desde aquel lejano 22 de octubre en el que se estrenó de forma desastrosa, OT se ha convertido en una pesadilla omnipresente 

4 febrero, 2018 18:35

Llevo ya nueve años en Twitter. Me encanta le fútbol y siempre me he mofado de esos tuits del tipo “qué pesaditos os ponéis todos con el fútbol”. Siempre pensé que eran unos lloricas y un poco pedantes. Que bastaba con cerrar la app un rato, simplemente deslizarte rápido por tu timeline ignorando todo aquello que hablase de la última metedura de pata del Zidane o del último golazo de André Gomes. Eso pensaba, que no podía ser tan difícil. Y ha tenido que volver de entre los muertos Operación Triunfo para que quiera meter mi cabeza en una trituradora de papel. Dicen que en el espacio nadie te puede oír gritar, pero seguro que hay alguien hablando de Alfred y Amaia.

Y es que el gran éxito de esta edición ha sido, precisamente, que no hubiera lugar para esconderte. Entrar en Twitter era encontrarte con el trending topic perenne de #OTDirecto y muchas veces con “Alfred”, “Amaia”, “Alfred y Amaia” o algún otro nombre indescifrable para quienes no seguíamos el programa, como el tal “Cepeda”, que cuando lo vi pensé que sería algún poeta sudamericano que acababa de morir, pero resultó que era un tipo al que nominaban continuamente y siempre sobrevivía por ser gracioso a pesar de cantar como un gato que no quiere la medicación. Más o menos como Rajoy pero aplicado a la música. Los lunes por la noche me los paso esperando a que Rufián tuitee alguna tontería para poder entender algún mensaje.

El desastre de la primera gala, lo único que ha merecido la pena

Debo reconocer que me reí bastante con muchos de los tuits del estreno de OT. Aquello pintaba que iba a ser un desastre, y como buen habitante de Cataluña en los últimos meses le he cogido una gran afición a vivir en un desastre. Que si el sonido era un desastre, que si había una mosca, que si los participantes cantaban como una puerta desengrasada…

Fue terrible ver como aquellos tuits de mofa del primer día se iban tornando en tuits serios. Luego dicen que si la era de Netflix, que si la televisión está muerta y todo lo que quieras, pero un programa de hace 16 años ha tomado al asalto la viralidad. Un programa de gente cantando, eh. Ahora vivo con miedo a que José Luis Moreno decida ponerle un hashtag a Noche de Fiesta.

Operación Triunfo por tierra, mar y aire

Y es que ya no solo es los TT de Twitter o la gente comentando en Facebook, por si fuera poco OT también ha tomado al asalto YouTube, y siempre te encuentras algún vídeo (o varios) entre las tendencias del momento y entre los recomendados. No es de extrañar que buena parte de los beneficios que vaya a sacar la productora vengan de YouTube:

No, en serio, devolvedme al Rubius.

Eurovisión y adiós

Todo este pollo de Operación Triunfo ha servido para decidir quién carajos nos “representará” este año en Eurovisión, y pongo comillas porque a mí el único que me ha representado fue Chiquilicuatre, y ni siquiera en eso innovó España, ya que lo de cachondearse de Eurovisión ya lo habían hecho los austriacos unos años antes con el inolvidable Alf Poier en 2003.

Así las cosas, es una gran noticia que por fin acabe esta matraca –aunque suponemos que volverán a dar la tabarra cuando queden unos días para Eurovisión, eso si Amaia y Alfred no se rinden antes a la realidad del amor moderno y rompen para probar suerte en Tinder, que es el último bastión donde no los he encontrado-.

En unas horas terminará esta edición de Operación Triunfo y buena parte de los personajes que han ocupado los trending topic de estos meses iniciarán un acelerado camino hacia el olvido como la mayoría de participantes de la segunda edición en adelante, Twitter volverá a ser territorio futbolero y el mundo volverá a girar con normalidad sin encontrarte un neotriunfito hasta en el Cola Cao.