A la izquierda, Juan David R., padrastro del menor fallecido; a la derecha, Lucca, el niño de 4 años presuntamente asesinado.

A la izquierda, Juan David R., padrastro del menor fallecido; a la derecha, Lucca, el niño de 4 años presuntamente asesinado. RRSS

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El informe toxicológico del niño muerto en Almería descarta que fuera agredido sexualmente: "Querían curarlo mediante la fe"

El Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses señala que "no se detectaron restos de semen ni presencia de saliva" en el cadáver del menor.

Más información: El padrastro de Lucca, el niño de 4 años violado y asesinado en Almería, dice que murió por un brebaje en un "ritual yoruba".

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El informe toxicológico descarta fluidos y agresiones sexuales en el cuerpo del menor de 4 años hallado muerto en una playa de Mojácar (Almería) el pasado 3 de diciembre.

Lucca fue supuestamente asesinado por lo que aparenta ser una muerte premeditada a manos de su madre, Bárbara Ysmar B. O., y de la pareja sentimental de ésta, Juan David R. C. Ambos se encuentran en prisión provisional sin fianza desde el 6 de diciembre.

El cadáver fue localizado en un antiguo búnker de la Guerra Civil situado en la playa de Marina de La Torre en Mojácar, colindante al municipio de Garrucha, en el que vivían el fallecido y los dos implicados.

Según adelantaba el atestado de la Guardia Civil, "la causa de la muerte fue provocada por un derrame intestinal", consecuencia de los golpes que recibió. De igual modo, la autopsia indicó una "agresión sexual con penetración".

Sin embargo, el análisis realizado por el Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses, del 17 de diciembre y al que ha tenido acceso EL ESPAÑOL, señala que en el cadáver de Lucca "no se detectaron restos de semen ni restos sugestivos de la presencia de saliva". Tampoco se han detectado "características genéticas que sugieran la presencia de ADN ajeno".

Esto descarta las primeras hipótesis de violación por parte del padrastro del fallecido, Juan David. Cabe recordar que éste tenía vigente una orden de alejamiento hacia Bárbara y Lucca por malos tratos.

Ritual de sanación

La teoría que pesa sobre la mesa en estos momentos se relaciona con temas de "santería y brujería". Juan David presentó un escrito en el Juzgado de Vera indicando que el menor no fue asesinado, sino que fue "víctima de un ritual de sanación fallido".

Manuel Martínez Amate, abogado que lleva la defensa de Juan David, solicitó un análisis detallado de la autopsia del aparato digestivo del menor "para determinar si se le administró algún tipo de medicina natural o brebaje".

Juan David argumenta que las creencias de la mujer en la santería, la brujería y la religión yoruba le llevaron a ejercer ritos santeros sobre su hijo, agravando los problemas de estómago que el niño padecía al administrarle "un brebaje" durante un supuesto "ritual de sanación".

El letrado Martínez Amate ha presentado ante el Juzgado una serie de archivos que "acreditan la inexistencia de un clima de terror" generado por Juan David en cuanto a la relación con el niño.

Con estas pruebas, Martínez Amate busca demostrar la inocencia de su cliente corroborando que "el fallecimiento del menor no fue un crimen doloso, sino el trágico resultado de una cadena de imprudencias y prácticas de curanderismo".

El abogado sostiene un "homicidio imprudente" sobre la muerte de Lucca, fruto de una "praxis cultural errónea y una negligencia compartida", defendiendo que "querían curarlo mediante la fe".

"Una coartada"

El testimonio de Juanjo, el quiosquero dueño del local en el que trabaja Bárbara, también coincide con estas hipótesis. Juanjo confirma abiertamente "practicar la religión yoruba" y asegura haber recibido audios de Juan David en los que éste le contaba que "Bárbara le había mandado a una iglesia para coger agua bendita".

La religión yoruba es una tradición espiritual de origen africano, cuyos ritos se basan en la relación entre los seres humanos y los orishas, deidades que representan fuerzas de la naturaleza. Sus ceremonias incluyen ofrendas de alimentos, cantos, rezos, danzas y el uso de tambores sagrados. Estos rituales buscan el equilibrio espiritual, la protección y el bienestar de la comunidad. Tal y como explica el quiosquero.

Sin embargo, Juanjo, quien afirma conocer personalmente y haber tenido una relación cercana a Bárbara y Juan David, habla de "un asesinato premeditado". Denuncia que "lo que han hecho no es santería, es un asesinato". Y sospecha que ambos estaban juntos en aquel momento y que se trata de "una coartada".