Emma, en su graduación de Infantil, mostrando la profesión a la que se quiere dedicar cuando sea adulta.

Emma, en su graduación de Infantil, mostrando la profesión a la que se quiere dedicar cuando sea adulta. Cedida

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Emma y los otros niños con cáncer que encenderán el árbol de Navidad de Murcia con Richard Gere: "No vi sus pelis"

Esta niña acompañará al actor de Hollywood, junto a otros pacientes de Oncología Infantil de La Arrixaca, en la colocación de la primera piedra del Gimnasio Pediátrico de la Fundación Aladina y en el encendido navideño.

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Emma lleva un par de días atareada. Está escribiendo una carta que le entregará con cariño "al actor Ricardo", aunque más bien se le conoce a nivel mundial como Richard Gere, por su trayectoria estelar en Hollywood.

"Le quiero dar las gracias por apoyarnos a construir un gimnasio para los niños que tenemos cáncer", subraya ilusionada Emma, una niña de 11 años, vecina de San Javier, y que desde hace dos años lucha contra un cáncer maligno: un osteosarcoma que le diagnosticaron en la rodilla y en su fémur izquierdo. 

Richard Gere visitará Murcia este viernes, junto a su esposa, Alejandra Silva, para interpretar uno de los pocos papeles secundarios de toda su carrera, ya que los protagonistas serán los niños y niñas del área de Oncología Pediátrica de La Arrixaca, como Emma, los cuales vivirán una jornada inolvidable. Primero, acompañarán al actor en la colocación de la primera piedra del Gimnasio Pediátrico Aladina, y a continuación, encenderán el Gran Árbol de la Navidad de la capital del Segura, bajo la atenta mirada del matrimonio Gere.

"Yo no conocía a Richard Gere porque no había visto ninguna película suya". "Le tuve que preguntar a mi madre quién era", admite risueña Emma, con la sinceridad y la lógica aplastante de una niña que se mueve como pez en el agua en el universo Disney.

Pero ahí estaba su mamá, María, para contarle que es uno de los mejores actores de la meca del cine, el Oficial y Caballero que enamoró a la crítica, el galán sonriente de Pretty Woman que conquistó a Julia Roberts, el Globo de Oro como Mejor Actor de Chicago y el Premio Goya Internacional 2025, pero sobre todo, un intérprete que también es conocido por su activismo para combatir problemas sociales como el sinhogarismo.

Emma quiere entregarle una carta al actor Richard Gere para darle las gracias por apoyar la construcción de un gimnasio para niños con cáncer.

"Es un hombre con un gran corazón", recalca emocionada María. "Más que a un actor famoso, lo que yo veo en Richard Gere es una persona solidaria porque se ha acordado del cáncer infantil y su visita es un regalo para Emma, y por desgracia, para todos los niños que vendrán detrás porque va a dar visibilidad a esta enfermedad, para que se done dinero y se invierta en investigación contra el cáncer".

De hecho, la Fundación Aladina es la que impulsa la construcción de este gimnasio pediátrico que ocupará 400 metros cuadrados en el Hospital Virgen de la Arrixaca y que será el más grande de España con esta finalidad. Para lograrlo hace falta un millón de euros y solo se han recaudado 400.000 euros, de forma que el apadrinamiento de este proyecto por parte del actor Richard Gere y de la empresaria Alejandra Silva, pretende impulsar los donativos para ejecutar unas instalaciones que mejorarán los procesos de rehabilitación de niños y adolescentes con cáncer.

A Emma le vendría de perlas disponer ya de esas instalaciones porque está inmersa en un duro proceso rehabilitador, tras someterse a una cirugía donde le quitaron parte del fémur y de la rodilla, afectadas por un tumor maligno, para colocarle una megaprótesis de crecimiento en su pierna izquierda.

"Tuve que dejar de ir a natación y a las clases de baile", tal y como narra esta niña de mirada angelical, escondida en unas gafas del color del Mar Caribe, para dar visibilidad al cáncer infantil y animar a la gente a hacer un donativo a la Fundación Aladina. "Al principio, pensaba que solo sería la operación y un poco de tratamiento, pero luego iba mucho al hospital y yo quería estar en casa con mis dos hermanos". "Tenía miedo". "No quería que me tocase el cáncer".

El cáncer hizo madurar a marchas forzadas a esta niña, de 9 añitos, que de la noche a la mañana se vio apartada de sus compañeros de cuarto de Primaria en el Colegio El Recuerdo de San Javier y que perdió su melena rubia de princesa por culpa de la quimio, la misma que lució con dos coletas durante su graduación en Infantil, posando en una foto donde anunciaba que quería ser enfermera de mayor. "Siempre he querido dedicarme a eso porque me gusta ayudar a los demás". 

Emma contando su batalla contra el cáncer.

"Mi hija es prudente y madura, se guarda muchas cosas para no hacernos sufrir ni preocuparnos a mí y a mi marido, pero no deja de ser una niña de 11 años", reflexiona orgullosa su madre, María.

- ¿Cómo se encaja en una familia un diagnóstico tan terrible?

- María: Un par de meses antes del diagnóstico, Emma empezó a quejarse de que le dolía la rodilla izquierda y le hicieron varias pruebas, pero no se veía nada raro. Por eso, el 12 de marzo de 2024, al ver que le salió un bulto en la pierna de la noche a la mañana, llamamos al reumatólogo de nuestro hijo mayor y nos dijo que la llevásemos a su consulta.

Al hacerle una ecografía, vio que algo no iba bien, y nos dijo que tenía que ingresarla para hacerle más pruebas. Cuando oyes la palabra cáncer, piensas en lo peor, y cuando se trata de un hijo, no se puede describir con palabras lo que eso significa. Emma es la pequeña de tres hermanos, tengo otros dos chicos de 17 años y de 13 años. Fue complicado. Tuvimos que aprender a vivir de nuevo.

- ¿Cómo se explica algo así a una niña con solo 9 añitos?

- Desde el primer momento, cuando conocimos el resultado de la biopsia, mi marido y yo le contamos a mi hija lo que iba a pasar porque pensamos que el miedo a no saber es peor que saber. Le explicamos que tenía un tumor que no era bueno, que iba a ser operada, que tendría que recibir quimioterapia y que iba a ser duro, pero que íbamos a luchar juntos.

Eran sesiones de quimio muy fuertes, para intentar frenar un tumor de casi 20 centímetros. Eran ciclos de cuatro días seguidos que requerían de ingresos porque le daba fiebre, sus defensas bajaban y enfermaba. La quimioterapia es peor que el propio cáncer. Hemos perdido la cuenta de las veces que ha ingresado en el hospital.

Emma, este jueves, en el columpio de un parque de San Javier, junto a su madre, María.

Emma, este jueves, en el columpio de un parque de San Javier, junto a su madre, María. Badía

En todas y cada una de sus estancias en La Arrixaca, Emma siempre ha estado acompañada de María: una madre coraje que dejó aparcada su carrera profesional en marzo de 2024, nada más conocer el diagnóstico de su hija, justo cuando había terminado de estudiar integración social y había obtenido el certificado de docencia, para empezar a impartir cursos en el Servicio Regional de Empleo y Formación de la Región de Murcia.

"Mi mundo se vino abajo, pensé en todo lo peor, quería desaparecer, pero mi marido me abrió los ojos y me hizo ver que era cuando Emma más nos necesitaba", recuerda emocionada esta antigua empleada de Aidemar, una asociación sin ánimo de lucro, integrada por familias con hijos que presentan una discapacidad. "Mi hija siempre dice: 'Al final, después de la tormenta, vuelve a brillar el sol'. Y así nos lo ha demostrado, siempre con una sonrisa a pesar de tanto sufrimiento".

En esta dura travesía, esta madre y su pequeña se han encontrado por el camino con el apoyo de César Salcedo, el doctor que dirige la Unidad de Cirugía Ortopédica Infantil de La Arrixaca, capaz de cambiar el bisturí por la guitarra, para sacarle una sonrisa a esta niña que sueña con ser enfermera; o con Raúl, el profesor de Educación Física de Oncohematología, que trabaja a diario con Emma para que recupere la movilidad de su pierna izquierda; o con la Fundación Aladina, una organización sin ánimo de lucro que ayuda a niños y adolescentes enfermos de cáncer.

"Jamás piensas que a tu hijo o a tu hija le pueda pasar, pero por desgracia, el cáncer pasa. Dos semanas antes del diagnóstico de Emma, recibí un correo electrónico de una asociación española contra la leucemia que te preguntaba: '¿Y si fuera tu hijo?' No hice caso a ese correo y lo borré, pero jamás se me va a olvidar lo que supuso recibir ese mail estando en la situación que estaba en ese momento". A María le marcó tanto ese correo que ahora se vuelca a diario con la Fundación Aladina, al igual que su hija, protagonista de una campaña de sensibilización.

"El cáncer también te enseña la mejor versión de la vida. Te encuentras con personas que te hacen el camino menos duro, gente solidaria y con sentimientos que dejan huella", tal y como agradece María. Su hija ganó su primera batalla a su tumor maligno, en junio de 2024, cuando superó una dura cirugía, y la segunda victoria llegó en febrero de este año, cuando le comunicaron que le retiraban el tratamiento de la quimioterapia.

Aquel día, el doctor Salcedo a la guitarra, el mismo que operó con éxito a Emma y que estrechó la mano de su madre, para decirle que no estaría sola durante este proceso, le cantó una de las canciones favoritas de la pequeña: Carolina, de M-Clan, para celebrar la noticia por todo lo alto en La Arrixaca. 

El doctor César Salcedo, con la guitarra en la mano, junto a otros compañeros que han cuidado de Emma en La Arrixaca.

El doctor César Salcedo, con la guitarra en la mano, junto a otros compañeros que han cuidado de Emma en La Arrixaca. Cedida

La batalla de Emma contra el cáncer se escribe al ritmo de la música que escuchaba en sus clases de baile, Viva la Vida de Coldplay o Qué bonito es querer de Manuel Carrasco, con la sonrisa de una niña que ha vuelto a ver crecer su melena tras dejar la quimioterapia y que este viernes conocerá a una estrella de Hollywood. "Estoy practicando el inglés para saludar a Richard Gere, cuando me acerque a entregarle mi carta de agradecimiento", apunta ilusionada esta niña, de 11 años.

"Estoy muy ilusionada de poder participar en la colocación de la primera piedra del gimnasio que va a hacer la Fundación Aladina en el hospital y en el encendido del árbol, junto a otros niños y niñas y a Richard y Alejandra. Por eso quiero dar las gracias a Richard Gere y Alejandra Gere, por haber pensado en los niños con cáncer y acompañarnos en algo importante y necesario para nosotros, como es el gimnasio del hospital", tal y como recoge un extracto de la misiva.

María admite que no puede creerse que este viernes estará con su hija, junto a uno de los actores más reconocidos del mundo, primero en la colocación de la primera piedra del Gimnasio Pediátrico Aladina en La Arrixaca, y más tarde, en el encendido del Gran Árbol de la Navidad de Murcia.

"La única forma de concienciar para invertir en investigación, para combatir el cáncer infantil, es que personas como Richard Gere se impliquen para dar visibilidad a una enfermedad que es más agresiva en los niños porque sus células están en desarrollo. La investigación es fundamental contra el cáncer porque los niños son el futuro".