Pilar, de 88 años, tras ser secuestrada, maniatada y torturada por dos ladrones en Hellín.

Pilar, de 88 años, tras ser secuestrada, maniatada y torturada por dos ladrones en Hellín.

Reportajes

Pilar, de 88 años, no quiere morir sin ver condenados a los ladrones que la secuestraron: "Me clavaban tijeras en la cara"

La Guardia Civil arresta en Cartagena a un marroquí y a un eslovaco, por este robo violento, ocurrido en Hellín. Todavía se busca a un tercer implicado en el secuestro de esta panadera jubilada a la que torturaron por 1.200 euros.

Más información: El club del 'Makelele ghanés de Alcantarilla' de 13 años le quiere retener hasta junio de 2026: "Se le quita la depresión 'volao'”

Publicada
Actualizada

Pilar llegó a tener la convicción de que acabaría dentro de una caja de pino, durante la madrugada del viernes 17 de mayo de 2024, cuando dos encapuchados entraron en su casa, la secuestraron y la torturaron durante horas, clavándole unas tijeras por la cara, delante de su hijo con discapacidad mental.

“Pasé mucho miedo”, subraya Pilar, vecina de Isso, y que a sus 88 años, solo le pide una cosa a la vida: “Quiero que a esos ladrones les pongan una buena condena". “Lo quiero ver con mis propios ojos, antes de morirme, sí señor”.

EL ESPAÑOL ha accedido al atestado que la Policía Judicial elaboró por el brutal robo con violencia e intimidación que sufrió Pilar, una panadera jubilada, y que generó alarma social entre los 2.200 vecinos de Isso: una pedanía de Hellín, próxima a la ribera del río Mundo.

“Me tumbaron en el suelo y luego me ataron de pies y manos a una silla: así me tuvieron toda la noche”, tal y como relata Pilar, natural de Elche de la Sierra, donde empezó a trabajar recogiendo aceituna con sus hermanos, con solo 12 años, después de estudiar en un colegio de monjas. “Soy una mujer trabajadora y cristiana”. Y a esa fe se aferró para sobrevivir aquella madrugada del viernes 17 de mayo de 2024, cuando unos encapuchados irrumpieron en su casa. “Entraron por la terraza”.

- ¿Cómo reaccionó usted?

- Pilar: Escuché unos pasos por las escaleras y cuando me di cuenta, ellos habían cogido mi teléfono móvil de la mesa y habían cortado la alarma. No me dio tiempo a reaccionar. Me tuvieron retenida en el salón, atada a una silla. Me apuntaban con unas tijeras y me decían que si no les daba el dinero, me las clavaban. 

Uno de los ladrones en el interior de la casa de Pilar antes de maniatarla y torturarla.

Un año y seis meses después, la pobre Pilar cuenta que hasta le ha “enviado una carta a los juzgados de Hellín, para saber qué ha ocurrido con esos ladrones, ya que no quiere acabar sus días sin conocer la sentencia que les caerá por las perrerías que le hicieron durante tres horas y media.

Basta con leer la declaración de esta octogenaria, incluida en el atestado, para entender que está justificada su 'última voluntad penal': “Me ataron a mí y a mi hijo. Los dos individuos comenzaron a amenazarnos mientras nos amordazaban. Me decían que si no les daba el dinero, le iban a prender fuego a mi casa: ‘Te cortamos un dedo, si no nos das el dinero’. Me ponían la punta de unas tijeras en la cara”.

Pilar (Albacete, 1937) cree que los ladrones la conocían porque esta jubilada alquila viviendas para inmigrantes que acuden a Hellín, para trabajar de temporeros en el campo. “Ellos me conocían porque sabían que mi otro hijo, José Luis, se acababa de marchar a Madrid”, según sostiene en su entrevista con este diario.

Tal dato lo recalcó en su declaración en el cuartel de la Guardia Civil. “Me decían: ‘El que se ha ido, tu hijo de Madrid, le vamos a dar parte del dinero que nos des’. De todo ello, deduzco que estos individuos sabían que tenía un hijo en Madrid y sabían que mi otro hijo, Pedro, estaba incapacitado y sin amordazarlo, no les supondría un problema”.

El infierno que sufrió esta anciana arrancó pasada la una de la madrugada del viernes 17 de mayo y se prolongó hasta alrededor de las 4.30 horas. “Tuve miedo por mi vida”, insiste Pilar. “Todavía sigo afectada”. “No quiero que esto le pase a otra persona mayor. Lo pasé muy mal. No le deseo a nadie que pase la noche que sufrí, se me hizo muy larga”.

- ¿Qué fue lo más duro de su cautiverio?

- Me tapaban la nariz y la boca para que no gritara. Me ponían un pañuelo en la cara y me pinchaban con la punta de unas tijeras por toda la cara. Aún tengo las señales. Mi hijo no paraba de gritar y le pusieron un pañuelo en la boca para que no chillara. Ese día llevaba unas vendas porque le habían operado.

Las tijeras con las que los ladrones torturaron a la anciana Pilar.

Las tijeras con las que los ladrones torturaron a la anciana Pilar.

Los sospechosos tenían entre 20 y 30 años, eran de complexión delgada, iban encapuchados, vestían ropa oscura, llevaban guantes y un par de linternas. En ningún momento se dirigieron el uno al otro por su nombre y uno de ellos, llamaba por teléfono a un compinche que hizo labores de vigía en la calle, para alertarles de la presencia de alguna patrulla cerca de la casa donde Pilar todavía convive con su hijo, Pedro, de 61 años, invidente y con discapacidad mental.

“He trabajado toda mi vida”. “Me jubilé con 70 años”. “Mientras que me pueda seguir valiendo por mi misma, cuidaré de mi hijo”, advierte Pilar, curtida en muchas noches en vela, al calor del horno de pan que regentó durante más de dos décadas, mientras su difunto esposo, su querido José Antonio, se dedicaba a repartirlo a la mañana siguiente por todo el pueblo. “Yo tenía más nervio que mi marido”. “Con cada kilo de harina, amasaba 17 barras”, recuerda con exactitud.

Esos ladrones me robaron 1.200 euros del dinero que ahorré de mi pensión y de la paga de mi hijo”. También se llevaron una pulsera y cuatro medallas de oro, un teléfono móvil, un bolso, una chaqueta y unas cámaras de videovigilancia de la casa, posiblemente, para dificultar la investigación. Pero estos cacos no contaron con las cámaras de un banco y de una gasolinera de la zona, las cuales cazaron a su compinche vigilando la casa de la anciana mientras perpetraban el golpe.

“Un varón, vistiendo sudadera clara con capucha, pantalón oscuro y zapatillas deportivas blancas con una línea horizontal negra, entre las 3.27 y las 3.33 horas, recorre a pie en dos ocasiones, al menos, las inmediaciones de la vivienda objeto del robo […]”. “Este paseo nocturno, de madrugada, y a horas intempestivas, carece de sentido alguno y no tendría justificación lógica, salvo la posible participación del citado en el referido robo”, según razona en su atestado la Policía Judicial.

El sospechoso que se quedó vigilando la casa de Pilar durante el robo.

El sospechoso que se quedó vigilando la casa de Pilar durante el robo.

Los investigadores siguieron tirando de cámaras y comprobaron que los tres sospechosos llegaron a Isso, dos horas antes del robo, a bordo de un Škoda Superb, de color blanco. En concreto, circularon por la carretera CM-412 y atravesaron la travesía donde se levanta la casa de Pilar, tanto en coche como dando un paseo, para “efectuar un reconocimiento” de la zona.

“Para planificar de antemano diversas cuestiones trascendentales a tener en cuenta, como pueden ser, determinar el punto más vulnerable de la casa para acceder al inmueble y salir del mismo, el lugar apropiado para efectuar la huida…”.

De modo que los dos ladrones saltaron el muro de la casa, una vez que se colaron en el patio, se adentraron en la vivienda de Pilar a la una de la madrugada y veintinueve minutos. A partir de ese momento, maniataron a esta anciana, le pusieron un pañuelo en la boca a su hijo y lo ataron por los pies con unos cables, para comenzar a torturar sin remordimiento alguno a una octogenaria desvalida que no les podía poner resistencia alguna.

Toda esta terrible secuencia se producía mientras que en la calle, un cómplice, hacía guardia en un Škoda Superb, siendo plenamente consciente de las barbaridades que le estaban haciendo a una anciana inofensiva.

El coche en el que se desplazaron los ladrones.

El coche en el que se desplazaron los ladrones.

La pobre mujer estaba vendida. En su declaración a la Guardia Civil, Pilar confiesa que les dijo a los encapuchados dónde tenía el dinero porque estaban "muy agresivos" revolviéndolo todo. “Al no encontrar ningún objeto de valor, acudieron a mí y mientras estaba amordazada y atada, me levantaron y me llevaron hasta el pasillo de las habitaciones, para que les dijera dónde escondía el dinero […]”. “Me acordé de que tenía dinero en un bolso, así que opté por decirles que si se marcharían, si les daba el dinero del bolso, a lo que accedieron [...]”.

Pero mintieron a esta buena mujer. De forma que siguieron registrando con violencia cada habitación, inspeccionando armarios y cajones de los que tiraban la ropa al suelo, incluso fueron capaces hasta de levantar parte de la escayola de una zona del techo, ansiosos por encontrar más dinero en metálico y joyas. A las 4.17 horas de la madrugada, una cámara de seguridad de un banco filmó a los dos ladrones huyendo a la carrera de la casa de Pilar.

"Son gente malvada", reflexiona José Luis, el hijo de la víctima. "No había necesidad de hacerle eso". Es evidente que fue desmedida la violencia que emplearon, para robarle a una mujer de la tercera edad, a la vista de los hematomas que le causaron por toda la cara a Pilar y que vienen recogidos en el reportaje fotográfico de la Policía Judicial.

"Yo creo que esta gente estuvo algún tiempo por el pueblo y tenían datos de mi madre".

"Es alguien que nos conoce y que ha estado en Isso, por eso me gustaría ver su foto". Durante la inspección que realizó la Policía Judicial a la casa de la madre de José Luis, localizaron unas tijeras metálicas de 16,5 centímetros, empleadas para torturar a Pilar, así como varios fragmentos de cuerda o cinta anaranjada, similar a los que se usan para subir o bajar una persiana, los cuales utilizaron para atar a la mujer de pies y manos a una silla.

Los ladrones huyendo de la casa de Pilar en Isso.

Los ladrones huyendo de la casa de Pilar en Isso.

Pilar todavía no ha recibido respuesta a la carta que escribió a los juzgados de Hellín, para interesarse por la situación de los ladrones que la secuestraron y torturaron durante más de tres horas que jamás olvidará. EL ESPAÑOL ha confirmado por fuentes de la Guardia Civil que los investigadores han removido cielo y tierra, durante un año y cuatro meses, para dar con dos de los autores de este robo tan vil.

Prueba de ello es que dos de los tres sospechosos han sido detenidos en Cartagena: a 150 kilómetros de Hellín. "Es una operación que se hizo conjunta entre Policía Nacional de Alicante y Guardia Civil de Albacete", tal y como detalla esa fuente del Instituto Armado.

"Los arrestos se produjeron el pasado 18 de septiembre, en una diputación de Cartagena. Uno era un ciudadano eslovaco y el otro, un ciudadano marroquí, detenidos por robo y por otro delito de tráfico de drogas". Uno de ellos, se encargó de hacer labores de vigilancia, mientras que el otro participó activamente en el asalto violento a la casa.

La investigación de la Guardia Civil sigue "abierta" para dar caza al tercer implicado. "Falta localizar y detener a uno de los autores materiales del robo, sobre el que pesaba una requisitoria". Hasta entonces, Pilar no podrá descansar en paz.