Edwin Guillermo Cambal y José Patricio Chango, en la Urbanización Camposol de Mazarrón donde han localizado sus cuerpos descuartizados.
Carlo delató a su socio Bayron: ambos vendieron el coche de los 2 ecuatorianos descuartizados en un zulo en Mazarrón
EL ESPAÑOL accede en exclusiva al atestado de la Policía Judicial sobre este doble crimen y no se descarta un tercer implicado. De momento, el segundo detenido se llama Bayron, tiene 27 años, y ha ingresado en prisión.
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En una calle próxima a la mítica fábrica de la Hero en Alcantarilla, sus vecinos estaban apurando el primer café de la mañana de este miércoles, cuando una docena de guardias civiles desplegaron un operativo para echarle el lazo a Bayron Alexis S. A. (1998, Colombia): segundo implicado en el doble crimen de los ecuatorianos José Patricio Chango y Edwin Guillermo Cambal, cuyos cuerpos fueron ocultados en un zulo.
El macabro hallazgo de sus cadáveres descuartizados se produjo el domingo 31 de agosto, en la Urbanización Camposol, en una casa okupada por Carlos Andrés A. M.: un ciudadano colombiano, corpulento y alto, afincado en Mazarrón desde el año 2022, tras haber residido en Madrid, y al que conocían por la zona como ‘Carlo’, por ofrecer sus servicios para hacer obras de reforma y chapuzas.
‘Carlo’ fue el primer detenido como supuesto autor del doble crimen y por un delito de ocultación de los cadáveres de estos pobres ecuatorianos. Carlos Andrés no dudó en tirar de la manta tras localizarse los restos de José Patricio y Edwin Guillermo en un zulo o sótano, al que se accedía por una habitación de la casa ocupada en Camposol.
De hecho, 'Carlo' afirma a la Guardia Civil que Bayron dormía en esa habitación, la antesala al sótano con los restos en descomposición de estos padres de familia que se ganaban la vida en una empresa de construcción de piscinas de Mazarrón.
Así lo revela el atestado de la Policía Judicial que asume la investigación y al que ha accedido en exclusiva EL ESPAÑOL. “Bayron Alexis S. A. convivió con Carlos Andrés en el domicilio de la calle Salvias 58 de la Urbanización Camposol de Mazarrón. Esto es lo manifestado por el detenido, Carlos Andrés declara que Bayron era el que dormía en la habitación donde se encontró la cavidad que daba acceso al sótano”. Al zulo de los horrores.
La Guardia Civil, investigando la vivienda donde se han encontrado dos cadáveres.
Los investigadores corroboraron el testimonio del okupa encarcelado, a través de un par de testigos de este truculento caso: “Carlos y Bayron estaban conviviendo”. Incluso trabajaban juntos en alguna reforma que le salía a 'Carlo', cuando ofrecía sus servicios por la zona.
Además, la Policía Judicial ha confirmado la existencia de un gran flujo de llamadas entre ‘Carlo’, con antecedentes por violencia de género, y su 'pana' Bayron, también con antecedentes a sus espaldas, como una tentativa de homicidio doloso que tuvo lugar en mayo; un robo con violencia y varias infracciones administrativas.
“Bayron y Carlos tenían una relación más allá de la relación laboral, esto se sabe por el análisis preliminar del clonado del teléfono de Carlos". "El móvil tiene un elevado número de llamadas entre ellos, que puede deberse a que su relación va más allá del trabajo. Además, por los audios arriba reseñados, hablan de lo que puede ser un negocio de droga, por lo que la relación es más que del mundo de la construcción", tal y como insiste la Policía Judicial.
Estos dos colombianos comparten un perfil violento y han sido cazados por la avaricia, ya que ambos han caído porque se les vincula con la operación de venta de un Citroën C5: propiedad del difunto José Patricio. Este coche fue el primer hilo del que tiró la Policía Judicial desde la madrugada del miércoles 16 de abril, cuando desaparecieron los ecuatorianos y sus teléfonos dejaron de dar señal.
El vehículo de José Patricio captado por las cámaras de seguridad de una gasolinera tras su desaparición.
Pocos días después de que los familiares formulasen la denuncia de la desaparición de José Patricio, de 43 años, y Edwin, de 32 años, el Citroën C5 empezó a tener el don de la ubicuidad. Primero, el coche fue grabado por las cámaras de seguridad de una gasolinera, a caballo entre Fuente Álamo y Totana, a bordo viajaban tres hombres de etnia gitana conocidos por algún asunto turbio. Después, el mismo coche fue filmado en un Burger King de Murcia, pero con unos pasajeros distintos: dos mujeres y un hombre también de etnia gitana.
Todos ellos eran familia y se les citó a declarar. Evidentemente, no se iban a comer un marrón legal por adquirir un vehículo de segunda mano y aseguraron que se lo compraron a un tal 'Carlo' que era primo de la persona cuyos datos personales figuraban en los papeles del Citroën: José Patricio Chango Heredia (Ecuador, 1981).
La Policía Judicial localizó a 'Carlo' en una casa okupa de la Urbanización Camposol y pudo confirmar que Bayron era su compañero de tajo haciendo chapuzas, que compartían vivienda y que participó en la famosa venta del Citröen C5.
“Bayron y Carlos vendieron el vehículo de los desaparecidos desde el día siguiente de la desaparición”. La Policía Judicial realiza tal afirmación tras interrogar a tres de los miembros de la citada familia de etnia gitana, los cuales coinciden en afirmar esto: “Samuel [nombre falso] reconoce a Bayron como el vendedor del vehículo”.
“Felipe [nombre falso] reconoce a Carlos”. “Y Antonio [nombre falso] reconoce a ambos [Carlos y Bayron]". Estos testigos acompañan sus palabras con pruebas que vinculan a los dos colombianos con los ecuatorianos desparecidos: "Contaban con la documentación personal de José Patricio y las llaves del vehículo y tuvieron que quitárselas para su posterior venta”.
Los investigadores cuentan con estos testimonios demoledores y con un rastro bancario de la operación de venta del Citroën C5, debido a que Bayron cometió el error de utilizar a una familiar para cobrar la parte que le correspondía. Esta mujer reside en una vivienda de Alcantarilla, cerca de la Hero, el mismo inmueble que este miércoles fue tomado por un grupo operativo de la Guardia Civil, pertrechados con pasamontañas para ocultar su identidad, a la vista del perfil peligroso de Bayron.
El domicilio donde fue detenido Bayron, este miércoles, se ubica en una calle próxima a la fábrica de la Hero en Alcantarilla.
Este veinteañero colombiano, con un preocupante historial en la Policía Nacional, y que es padre de dos hijos, pretendía embolsarse el dinero usando a una familiar. Todo ello, con el objetivo de no dejar rastro de la operación en su cuenta bancaria para que no lo pudieran vincular con la venta del coche. Pero no contaba con que los compradores pensando que era una operación legal, en el asunto de la transferencia, pusieron como concepto que era por la compra del Citröen.
Así lo expone en su atestado la Policía Judicial: “Es significativo el hecho de que Carlos Andrés, cuando se cita con el testigo Antonio [nombre falso del comprador del coche] para vender el Citroën C5 de José Patricio Chango, le facilita un número de cuenta para su pago, cuya titularidad se corresponde con Sara [nombre falso para la familiar de Bayron]”.
“Al darse cuenta del motivo del pago y de que en el ingreso en la cuenta bancaria había puesto que era para la compra del Citroën C5, por importe de 750 euros, inmediatamente, declinó vendérselo y le pidió que le devolviera esa cantidad de dinero mediante un Bizum, con la clara intención de que no hubiera ningún rastro documental de la venta del Citroën C5 relacionado con los desaparecidos”.
Pero ya era demasiado tarde porque la Policía Judicial hace tiempo que seguía el rastro del coche y verificó esa transacción. De forma que este miércoles, a primera hora de la mañana, la Guardia Civil desembarcaba en Alcantarilla, para detener al segundo implicado en este caso, por los mismos delitos que su compatriota Carlos Andrés: coautor del doble crimen y ocultación de los cadáveres.
Este viernes, Bayron fue puesto a disposición judicial en la plaza número 2 del Tribunal de Instancia de Totana y la magistrada lo envió a prisión junto a su pana. "En el auto, la juez detalla que existen indicios para considerar que el investigado podría ser uno de los autores materiales o cooperadores necesarios de la desaparición y muerte de dos hombres", tal y como ha informado el Tribunal Superior de Justicia de Murcia.
El hombre detenido por supuestamente estar implicado en la muerte de los dos ecuatorianos desaparecidos.
¿Tráfico de drogas?
De poco le han servido a Bayron, de 27 años, sus explicaciones en el juzgado, para tratar de demostrar que tenía una coartada que lo desvinculaba de la desaparición de José Patricio Chango Heredia (Ecuador, 1981) y Edwin Guillermo Cambal Chicaiza (Ecuador, 1992), durante la madrugada del miércoles 16 de abril. "Ha manifestado que en el día de los hechos se encontraba en su casa en Alcantarilla, junto a su mujer, sus hijos y una sobrina de su pareja", tal y como detallan fuentes judiciales.
Ese argumento no ha colado por todas las pruebas recabadas por la Policía Judicial. La investigación aún no se ha cerrado porque el testigo que ha identificado a Carlos Andrés y Bayron, como las personas que le vendieron el Citroën, también habla de otro hombre.
“Hay que destacar que en la venta del vehículo también estuvo implicado un tercer individuo que lo describe como más alto y delgado que los otros dos, siento también de raza negra”. Este caso no para de dar giros. La Guardia Civil empezó a investigar una desaparición que se convirtió en un doble crimen, y ahora, en el atestado de la Policía Judicial también se apunta a vínculos con el tráfico de drogas.
"Destacar que Carlos en su manifestación dice que los desaparecidos podrían estar relacionados con Bayron con un negocio de droga: cocaína”.