Guillem Clemente, profesor de español en Australia.
Guillem Clemente, un joven español que ha tenido varios trabajos en Australia: "En sólo dos semanas se ganan 3.000 €"
Guillem Clemente tiene 26 años y emigró a Australia en 2022 para trabajar limpiando en las minas, ahora es profesor de español en un colegio australiano.
Más información: Francisco Boada, profesor de 32 años, sobre trabajar en Irlanda: "Puedes llegar a ganar hasta 90.000 euros sin oposición".
Muchos jóvenes se sienten ahogados en la rapidez de la vida en España. Por ello, cada vez son más quienes emigran de sus ciudades natales para buscarse la vida en el extranjero. "Me he dado cuenta de que el mundo es muy grande", dice Guillem.
Guillem Clemente tiene 26 años y estudió el Grado en Educación Primaria en la Comunidad Valenciana. Al terminar la carrera universitaria, comenzó a opositar. Sin embargo, pronto descubrió que "no era lo que quería" y decidió comenzar una nueva vida en Irlanda trabajando en guarderías.
A principios de 2022, Australia abrió sus fronteras tras la pandemia de la Covid-19. El joven valenciano decidió emprenderse en otra aventura: trabajar limpiando minas en Australia. "Quería probar algo diferente y sé de gente que ha vuelto con un saco de dinero a España", relata en conversación con EL ESPAÑOL.
Guillem Clemente trabajando en las minas de Australia.
Comenzó con contratos casuales que le permitían mucha flexibilidad para viajar. "Iba cuando quería, sin compromiso. Si te quieres ir de vacaciones puedes, no trabajas para nadie", cuenta.
Después le contrataron a tiempo completo con turnos de dos semanas de trabajo y una de descanso; en jornadas de 11 horas, trabajando 77 horas semanales. "Se paga a más de 40 dólares la hora (equivalente a 22 euros). En sólo dos semanas se ganan 3.000 euros".
Tras un año trabajando en las minas australianas, abandonó este estilo de vida. "Me estaba volviendo loco", confiesa Guillem. "Las minas son para hacer mucho dinero y vivir la experiencia, pero no se puede sostener esa forma de vivir por mucho tiempo. Está lleno de moscas y con un sol cancerígeno a 40 grados", añade.
En marzo de 2023, el valenciano llegó a Perth para estudiar inglés, logrando el nivel C2 (comparable al de un hablante nativo). Sin embargo, los cuatro meses que estuvo de estancia en la ciudad no fueron fáciles para el joven: "La gente es muy áspera y vives en medio de la nada. Es terrible".
Además, asegura que los australianos "se aprovechan de los mochileros que van a trabajar a las minas", poniendo dificultades en el alquiler de las habitaciones o cobrando las camas del hostel a precios desorbitados. "Me tocó pasar muchas noches en el aeropuerto y alquilar coches para dormir. Australia no es solo mariposas", reconoce.
Profesor de español
Pasado este tiempo, Guillem decidió mudarse a Melbourne –otra ciudad australiana– para retomar su profesión de maestro. "Ahora estoy muy contento. De minero a profe… esto es una pasada", dice entre risas.
Empezó como sustituto en diferentes colegios, y rápidamente encontró un puesto temporal de 6 meses (lo permitido con el visado australiano) en un instituto. Ahora, va a comenzar en un nuevo colegio que le ofrece un visado para profesores internacionales con validez de dos años.
Guillem Clemente en Australia.
Aunque su sueldo no varía del que tenía en las minas, el joven siente mayor libertad en esta nueva etapa: "El problema de las minas es que no puedes crear vínculos. Aquí es una vida más normal".
A pesar de que el salario sea similar, Guillem se puede permitir ahorrar más de 1.000 euros mensuales en Australia. No obstante, percibe que el país "está entrando un poco en decadencia y que la vida cada vez es más cara".
"Cuando llegué era mucho más fácil. Con cualquier trabajo podías vivir dignamente, comprar una casa y un coche", relata. Además, cuenta que el precio de las visas ha ascendido de los 500 a los 2.000 dólares.
Asimismo, la llegada de españoles a Australia es cada vez mayor. "Está entrando mucha gente al país, y creo que no están preparados para recibir tanta población", señala.
Por el momento, aunque prefiere el estilo de vida en España, Guillem tiene pensado quedarse en Australia a fin de conseguir el pasaporte australiano. "Luego ya veré qué hago, pero quiero viajar", aclara con convicción.
Lo que es seguro es que por ahora no volverá a España: "Allí no podría hacer todos los viajes que hago aquí". Así pues, el joven valenciano continuará sus aventuras entre viajes por Bali, Tailandia y Singapur.