María del Mar, viuda de Toño, junto a un par de animales de su granja.
Mar denuncia que su vecino ha degollado a su pavo y la Guardia Civil no traga: "busca desviar el foco" del crimen de Toño
La Consejería de Medio Rural confirma que la viuda del ganadero se enfrenta al pago de una multa de hasta 100.000 euros, por una "falta muy grave" en el cuidado de los animales de la granja.
Más información: La Guardia Civil volverá a interrogar a Mar, la viuda de Toño, y a su cuñada, Mada, por el asesinato de este ganadero
María del Mar ha vuelto a protagonizar un incidente llamativo que la Guardia Civil interpreta como parte de su supuesta estrategia, para desviar el foco de la investigación por el crimen de su pareja: Toño. EL ESPAÑOL ha sabido por fuentes próximas al caso que Mar, la viuda de este ganadero de Cuevas del Agua, acudió este miércoles "a denunciar que habían degollado a un pavo real en su granja".
Lo llamativo no es el suceso en sí, a pesar del truculento final que ha corrido uno de los pocos animales que le quedaban a Mar en su granja, después de que la Consejería de Medio Rural de Asturias le retirase el ganado por una falta muy grave en su cuidado. Lo interesante para estas fuentes de la Guardia Civil es que María del Mar acudió al cuartel de Ribadesella a denunciar que "alguien había entrado a su granja a cortarle la cabeza a uno de sus pavos" y "dejó caer que el autor del ataque podía ser su vecino".
Esta acusación soterrada no es baladí porque Mar, en una entrevista con este diario el 17 de septiembre, ya señaló a este vecino por mantener discusiones con ella y con Toño por "un tema de lindes". De hecho, insistió en que arrastraban un tenso tira y afloja, por levantar una valla para acotar los terrenos de cada propiedad y por el mantenimiento de la vegetación. Un dato que también conoce la Guardia Civil.
De forma que estas fuentes próximas a la investigación interpretan la denuncia de este 'pavicidio', como "una forma de desviar la atención" de las pesquisas que desarrolla la Policía Judicial, para aclarar la muerte violenta de Toño y que tiene en la diana al círculo familiar del difunto, incluida a su propia viuda. "Busca desviar el foco, pero se sospecha que ha sido la propia María del Mar la que ha degollado al pavo", tal y como sostienen estas fuentes.
El difunto Toño, en las instalaciones de la afamada Ganadería Interactiva Maella en Cuevas del Agua (Ribadesella).
Tras formalizar su denuncia, "una patrulla de la Guardia Civil se desplazó" hasta la Ganadería Interactiva Maella que regentaban Toño, de 60 años, y Mar, de 51 años: una granja que era lugar de peregrinación para los turistas que visitan Cuevas del Agua, atraídos por La Cuevona, una gruta natural de 250 metros que es la única vía de acceso a esta aldea.
Los agentes "hicieron una inspección ocular" de la zona de la granja donde apareció degollado el pavo real y se marcharon. EL ESPAÑOL ha llamado varias veces a Mar, para conocer su versión sobre este incidente, pero en su móvil solo salta el contestador.
Esta peculiar denuncia se suma al extraño episodio psicótico que María del Mar protagonizó el martes 14 de octubre, cuando llegó acompañada de su hermana, Magdalena, al área de salud mental del Hospital de Jove en Gijón, dando patadas de artes marciales a los médicos y verbalizando que debía haber defendido a Toño de los dos encapuchados que según ella le mataron a golpes en su casa.
Pero lo cierto es que la Guardia Civil no ha encontrado ninguna prueba que corrobore la teoría que mantiene la viuda por tierra, mar y aire: una pareja de encapuchados irrumpió durante el mediodía del viernes 12 de septiembre, en la casa del ganadero José Antonio Otero Toraño, le echaron una manta por encima y lo molieron a golpes, bien con un palo o con una herramienta, como una pala, causándole lesiones mortales en el cráneo.
La Policía Judicial ha revisado grabaciones de La Cuevona, el único punto de acceso a esta aldea próxima a Ribadesella, sin encontrar ningún coche con ocupantes sospechosos. También ha visionado cámaras de una autovía y de vecinos de la zona, sin hallar imágenes de los encapuchados huyendo de casa de Toño. Tampoco ha encontrado el arma homicida.
La única certeza con la que trabaja desde el principio es que el día de la paliza mortal, Mar estaba haciendo queso y fue la primera en prestar auxilio a su pareja. A continuación, su hermana Mada que estaba de visita, bajó de la habitación donde estaba descansando, al escuchar los gritos de su hermana, pero no vio a ningún encapuchado.
Una vista aérea de la Fundación Hospital de Jove en Gijón al que acudió Mar.
La citada fuente próxima a la investigación cree que la visita de Mar al hospital "forma parte del papel" que supuestamente está interpretando la viuda de Toño, ya que consideran que más que un brote psicótico lo que padeció fue "un síndrome ansioso depresivo", como consecuencia de sus excesos en su vida personal y del desorden que sigue con la medicación que debe tomar por razones de salud mental.
Los investigadores tienen en cuenta dos datos en cada movimiento de María del Mar. El primero: tuvo problemas con su anterior pareja y un juez no le concedió la custodia de sus hijos por su salud mental. El segundo: Mar y Toño mantenían fuertes discusiones, con insultos y amenazas, incluso ella estuvo a punto de denunciar al ganadero por violencia doméstica.
"En un par de semanas se resolverá el caso", según aseguran estas fuentes. Aunque el portavoz de la Guardia Civil asegura que "no hay" novedades. La Policía Judicial está a la espera de unos resultados forenses para ver si le administraron alguna sustancia al ganadero, antes de ser apaleado, para dejarlo aturdido. También analizan la geolocalización de los móviles de las dos únicas personas que estaban en la casa el día del asesinato, para conocer los movimientos de Mar y de su hermana, Magdalena.
A partir de ese momento, cuando se disponga de toda esa información, volverán a tomar declaración a la viuda, como ya se hizo con Mada en un segundo testimonio donde dejó sola a su hermana con la teoría de los encapuchados. "Magdalena explicó que vive en Gijón y estaba de visita a su hermana ese fin de semana, como ha hecho otras veces", tal y como explica una fuente vinculada a la instrucción.
"Estaba en la planta de arriba, descansando en una habitación, y bajó porque escuchó una especie de discusión. Cuando llegó al salón, se encontró a su hermana con Toño, con la cara ensangrentada, y Mar le dijo: 'Pegaron a Toño. Fueron unos encapuchados. Llama al 112'. Magdalena salió de la casa a pedir auxilio mientras llamaba al 112 y se encontró en la calle a una celadora de un hospital de Madrid que iba con su hija y la mujer entró a socorrerlo".
Una imagen de la conocida Ganaería Maella, ubicada en la aldea de Cuevas del Agua en Ribadesella.
La citada celadora fue localizada por la Policía Judicial y tampoco aportó ningún dato sobre los encapuchados. Entretanto, no dejan de aparecer datos que apuntan a los supuestos problemas económicos que arrastraba la pareja de ganaderos, para mantener la granja con un cuidado óptimo. Prueba de ello es que una fuente de la Consejería de Medio Rural de Asturias confirma que la viuda se enfrenta al pago "de una multa de 6.000 a 100.000 euros", por "una falta muy grave" de la Ley 32/2007 para el cuidado de los animales.
"Los veterinarios de la Consejería hicieron inspecciones y comprobaron que los animales estaban en una situación de deterioro, incompatible con el bienestar animal. Eran unas deficiencias subsanables que ella no arreglaba y como no tenía voluntad de cuidado, se le han incautado de forma provisional 10 vacas, 5 terneros, 1 yegua, y 1 asno", tal y como detalla esta fuente de Medio Rural.
"Solo le dejaron unas gallinas, unos conejos y unos pavos reales". Pero uno de ellos apareció degollado este miércoles. Un incidente del que ha tomado nota la Policía Judicial porque el Seprona ya tenía abierta una investigación, antes de la muerte violenta de Toño, por el estado que presentaban los animales. Tal situación evidencia las dificultades económicas que sufría la pareja para sacar adelante su granja donde ofrecían a los turistas vivir la experiencia de ser ganaderos por un día.
"Mar tenía desnutridas a las vacas", según recalcan fuentes próximas a la investigación. “Parece que las vacas son propiedad de la hermana de Toño y el ganadero no se llevaba bien con su hermana, a cuenta de la herencia de una vieja casa que estaba utilizando como almacén". "María del Mar tampoco mantenía una buena relación con su cuñada, la hermana de Toño”.
Unos guardias civiles en la casa donde se produjo la paliza mortal a Toño.
Todos estos datos, apuntalan las sospechas de los investigadores en el círculo familiar de la víctima de esta muerte violenta, cuya autoría está sin resolver 44 días después.
La Policía Judicial explora el móvil económico como el detonante de la paliza mortal a Toño, a la vista de la supuesta disputa que mantenía con su hermana por la herencia de la vieja casa y de que el matrimonio no podía hacer nada con el ganado, como ponerlo a la venta para aliviar su economía, sin contar con el apoyo de la hermana del ganadero, a la que Mar, como ha hecho con su vecino, también ha situado en la diana de la investigación.
De momento, parece que a Mar le preocupan más sus vaques que sentir el aliento de la Guardia Civil, ya que una fuente próxima a la instrucción judicial confirma que la viuda ha presentado un recurso para recuperarlas y aliviar su economía: "Mar está más centrada en ver con el Principado de Asturias y el Seprona cómo puede vender algunas vacas porque no puede hacerse cargo de todas”.