Juan Carlos G. B., de 50 años, es el kamikaze que no se ha presentado en sus dos últimas citaciones judiciales por la muerte de José.
La juez pone en búsqueda y captura al kamikaze que mató drogado a José cuando iba camino del trabajo en Mallorca
La orden insta a la Policía Nacional y a la Guardia Civil a buscarle por todo el país hasta el año 2030. "Le pedimos a las Fuerzas de Seguridad que pongan todos los medios para localizarle", subraya la familia del difunto.
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El argentino Juan Carlos se ha convertido en un objetivo prioritario de las Fuerzas de Seguridad. EL ESPAÑOL ha accedido a un auto del Juzgado de Instrucción número 1 de Manacor que pone en busca y captura a este presunto kamikaze que, al volante de un Audi A-4, bajo la influencia del alcohol y la cocaína, se empotró contra el Renault Clio que conducía José Bernad Pastor, de camino a su trabajo, como jefe de recepción del Hotel Bella Playa de Mallorca.
La magistrada justifica la requisitoria enviada al Director General de la Policía y al Director General de la Guardia Civil, para dar caza a este ciudadano argentino, de 50 años, en base a tres argumentos de peso. El primero: “El investigado Juan Carlos G. B. se encuentra en ignorado paradero, por haberse ausentado de su último domicilio sin dejar razón alguna […]”. El segundo: “El acusado no ha efectuado la designación de domicilio o persona”, para recibir notificaciones judiciales.
Y el tercer argumento: “Su último domicilio conocido” lo situaba en la calle Tony Leblanc de Benidorm, el pasado 4 de julio. Es decir, a 380 kilómetros del juzgado de Manacor donde se instruye un proceso penal contra Juan Carlos (Argentina, 1975) por homicidio imprudente y conducción temeraria, por el accidente que supuestamente provocó un 7 de agosto de 2024, cuando se llevó por delante la vida de José, de 65 años, fiel esposo de Catalina, y amado padre de José Antonio.
De forma que la juez sitúa la cabeza de este escurridizo kamikaze como objetivo de la Policía Nacional y la Guardia Civil, por todo el territorio nacional, durante los próximos 7 años. “Tal hecho supone que dicho imputado intenta sustraerse de la acción de la Justicia, por lo que, de conformidad con lo establecido en los artículos 512 a 515, y 835 y siguientes de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, procede adoptar como medida cautelar su búsqueda, detención y presentación ante este juzgado, con vigencia hasta el 4 de julio de 2030”.
José Antonio, Catalina y José, pasando un día en familia.
“Nos alegramos de que hayan emitido una orden de búsqueda y captura, para ver si lo localizan y le hacen declarar en los juzgados para que se pueda celebrar el juicio”, tal y como reflexionan al unísono, Catalina, y su hijo, José Antonio. “Todo esto nos está afectando mucho porque ya ha pasado más de un año de una muerte injusta”.
“Le pedimos a las Fuerzas de Seguridad que, por favor, pongan todos los medios posibles para dar con esta persona”. La última vez que se supo algo sobre el paradero de Juan Carlos fue el pasado mes de julio, tras ser detenido por la Policía Nacional en un bungalow de Benidorm.
Allí mantuvo una fuerte discusión con su casero porque se convirtió en okupa de su propiedad y encima le pilló alquilando habitaciones de forma irregular. Los agentes le arrestaron al comprobar que tenía una requisitoria, por no haber comparecido en sede judicial, por la colisión mortal que supuestamente causó en la carretera que conecta Son Servera con Capdepera, "por invasión total del carril izquierdo, circulando en sentido contrario al estipulado", tal y como recoge el atestado de la Guardia Civil.
Pero el Juzgado de Instrucción número 3 de Benidorm le dejó en libertad, con la obligación de comparecer dos veces al mes, a pesar de que este diario ha podido saber a través de fuentes de las Fuerzas de Seguridad que después del citado homicidio imprudente de Mallorca: "Le denunciaron a nivel administrativo tras ser pillado con drogas en Águilas (Murcia)".
Además, en su historial también figura el "impago de prestaciones económicas en 2008" y "tráfico drogas, en 2007, junto con otras cuatro personas en Capdepera". Precisamente, su penúltima residencia estaba en este municipio del extremo oriental de la isla de Mallorca, de la que se marchó tras el siniestro vial a la Región de Murcia y luego a Benidorm.
Estado que presentaba el Audi A-4 que conducía Juan Carlos y el Renault Clio de José, tras la colisión frontal.
En cada localidad donde pone un pie causa algún problema, por lo que los familiares del difunto José Bernad Pastor consideran que "hay motivos más que suficientes" para detener a Juan Carlos. De hecho, en la única comparecencia que realizó por teléfono ante la Guardia Civil, por la colisión mortal de Baleares, este argentino reconoció que tiene principio de cirrosis.
"Este hombre es un peligro para el resto de conductores, si sigue conduciendo, puede volver a provocar un siniestro con heridos o víctimas mortales", según alerta el primogénito del que fue jefe de recepción del Hotel Bella Playa.
Este auto emitido por el Juzgado de Instrucción número 1 de Manacor supone una pequeña victoria para el letrado Pedro López Graña, experto en temas de tráfico, y al que recurrió la familia del difunto José después de que el caso se archivara. Todo ello, a raíz del informe preliminar del Instituto Anatómico Forense que sin tener el resultado del análisis de sangre del conductor responsable del siniestro, estableció que la “causa inmediata de la muerte” de José Bernad Pastor fue un “fallo cadíaco”.
Pasados ocho meses de la colisión, la analítica de sangre de Juan Carlos arrojó positivo en cocaína y una tasa de 1,6 gramos por litro en sangre, de forma que el abogado Pedro López Graña logró reabrir la causa penal. Pero el conductor kamikaze incumplió sus dos citaciones judiciales y el letrado ha logrado que el juzgado emita una orden de búsqueda y captura. Aunque el auto contiene una de cal y otra de arena, para sus intereses como acusación particular, ya que establece su arresto y posterior puesta en libertad cuando comparezca en Manacor.
Así lo expone la magistrada: “El cual será llamado por requisitorias para que comparezca ante este Juzgado, bajo apercibimiento de ser declarado rebelde si no lo realiza y le deparará el perjuicio a que hubiera lugar, con arreglo a la Ley, a fin de que se proceda a la celebración de la comparecencia prevista en el artículo 505 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, por un presunto delito de homicidio imprudente y conducción temeraria". "Practicadas las anteriores diligencias, póngasele en libertad, siempre que no estuviera privado de la misma por otra causa”.
José era jefe de recepción del Hotel Bella Playa.
El letrado del despacho López Graña Abogados ha presentado un recurso de reforma, para lograr el ingreso en prisión provisional de Juan Carlos tras su arresto. Para ello solicita a la magistrada "la supresión" "de la mención póngasele en libertad" que figura en el auto que ordena a las Fuerzas de Seguridad dar caza a este conductor kamikaze.
“Hay una contradicción entre ponerlo en libertad y la orden de celebrar la comparecencia del artículo 505 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal. La comparecencia del artículo 505 prevé la posibilidad de que se decrete la prisión provisional del investigado. Resulta que hay una evidente contradicción entre la orden de búsqueda, detención y presentación, y la mención de poner en libertad al investigado”, según argumenta Pedro López Graña a la magistrada de Manacor.
“El investigado se ha evadido ya dos veces de la acción de la Justicia, en una causa que contempla el ingreso en prisión provisional”. "Resulta evidente el riesgo de fuga del investigado Juan Carlos G. B., a la vista de los dos antecedentes mencionados de evasión a la acción de la Justicia”.