El difunto Felipe Hernández Medina, celebrando la pasada Nochevieja.
Toñi, la viuda de Felipe, muerto de un puñetazo por su hijo: "Les dejó la tienda a su nombre, nunca supo por qué le odiaban"
Esta vecina de Molina de Segura, de 63 años, ha solicitado a la juez una orden de alejamiento para los hijos de su difunta pareja porque les tiene "miedo".
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Para Toñi era “un planazo” salir a dar un paseo por Molina de Segura, de la mano de su amado Felipe, para tomarse un simple café. Pero ya no habrá más paseos románticos con su pareja porque el hijo de Felipe, acabó con la vida de su padre, en un parricidio que esta mujer considera que ha sido el epílogo a la violencia doméstica sufrida por Felipe durante años: "Ha sido un hombre maltratado durante su matrimonio, por su mujer y por sus cuatro hijos”.
Toñi es la viuda del gerente de Tejidos Hernández, fallecido tras ser agredido por su hijo, Felipe junior, ante la presencia de su hija, Rosario, una doctora que no prestó auxilio a su propio padre. Entre lágrimas, esta mujer explica que han sido tales los episodios de maltrato que le ha relatado su difunta pareja durante sus ocho años de relación y que ella misma ha llegado a presenciar alguna vez, que ha optado por solicitar al juzgado que se le imponga una orden de alejamiento a los cuatro hijos de Felipe Hernández Medina.
“Les tengo miedo”, confiesa Toñi, en una entrevista que concede a EL ESPAÑOL por un motivo terrible. “En el cementerio, le prometí a Felipe que llegaría hasta el final porque él no logró dar visibilidad a su problema y no logró una orden de alejamiento, a pesar de presentar diez denuncias, la mayoría de ellas contra su hijo mayor, Felipe, y de solicitar tres veces una orden de alejamiento. Así que ahora no voy a parar hasta que se haga Justicia”.
Este lunes, mientras Toñi daba sepultura al hombre con el que iba a formalizar su convivencia, convirtiéndose en pareja de hecho, incluso casándose a los sesenta, una juez de Molina de Segura enviaba a prisión a Felipe R.H., de 35 años, por un homicidio, tras zanjar a golpes la discusión que mantuvo con su padre en Tejidos Hernández y que fue grabada por las cámaras de seguridad. Paralelamente, Rosario, de 29 años, hija del finado, quedaba en libertad con la obligación de comparecer en el juzgado dos veces al mes, por una omisión del deber de socorro que se exige a cualquier ciudadano, especialmente a un facultativo.
- Usted ya ha declarado en sede judicial. ¿Cuál es el motivo de la discusión entre Felipe padre e hijo que se saldó con la muerte de su pareja?
- Toñi: Yo he explicado que esto viene de muy atrás. Este enconamiento es por el odio que le tienen. Aquí no hay una motivación económica, en absoluto. Es daño por daño. Lo que he declarado es lo que Felipe me contó de los malos tratos que sufrió en su casa, por parte de todos. Y eso se intensificó cuando nosotros empezamos nuestra relación, después de separarse.
Cuando Felipe estaba casado, sufría malos tratos durante la convivencia con su mujer y sus cuatro hijos. En primer lugar, a manos de su esposa, prácticamente desde el principio de casarse. Después, conforme fueron naciendo los niños, fueron creciendo en ese ambiente de falta de respeto y de maltrato hacia su padre y parece que copiaron patrones. Todo eso me lo contó Felipe.
Felipe (c), junto a su hijo Felipe, detenido por la Policía Nacional por la muerte de su padre, en una foto cedida por sus familiares.
- ¿Qué le diría a Felipe y a Rosario si pudiese echárselos a la cara?
- Pues que su padre no dejó de preguntarse hasta el último día de su vida por qué sus propios hijos le odiaban tanto. Felipe se ha ido preguntándose qué le había hecho a sus hijos. Les dejó la tienda a su nombre, nunca supo por qué le odiaban.
Las palabras de Toñi están fundadas en las imágenes de las cámaras de seguridad que retrataron ese odio de Felipe junior contra el hombre que lo abrazó de niño y que lo educó, pero que murió, a los 65 años, tras recibir -supuestamente- un puñetazo de su primogénito y varias patadas cuando se desplomó en el suelo. “Me han contado que también pateó a su padre”, según desvela Toñi. La guinda a la secuencia es la presencia de Rosario, médico de familia en un centro de salud de Orihuela, como testigo que ni siente ni padece ante la paliza a su padre -un paciente crónico de corazón-.
- ¿Cómo se convirtió Felipe en víctima de la violencia doméstica?
- Recibía empujones de su esposa y los hijos hacían lo mismo. Hasta que una vez, su hijo mayor, Felipe, el que ahora está en prisión, lo cogió por el cuello en su casa y lo levantó del suelo siendo solo un adolescente.
- ¿Su pareja mantenía la peor relación con su hijo mayor, Felipe?
- No. Lo que ocurre es que cuando a Felipe lo echaron de casa, su hijo mayor adoptó el rol de padre con sus hermanos y así hasta el día de hoy. Sus hermanos estaban a expensas de lo que él decía y su madre porque el que orquestaba no era el hijo mayor.
Un día que Felipe estaba en la playa tras separarse, en una casa de su propiedad en La Manga, su hijo mayor le robó las llaves de la casa, la cartera y salió corriendo. Eso se denunció en el Cuartel de San Javier porque dejó a su padre en la calle y sin dinero.
- ¿Cómo acabó ese episodio?
- La Guardia Civil obligó al hijo a devolverle las llaves a su padre para que pudiera entrar a cambiarse de ropa. Esta denuncia se desestimó porque entre padres e hijos, mientras no haya sangre, se entiende que se han peleado y que siguen siendo familia hasta que el sábado pasó lo que pasó. Felipe presentó diez denuncias y pidió tres órdenes de alejamiento, pero han considerado que eran enfados momentáneos, 'bromas pesadas' de sus hijos y así ha terminado esto.
Felipe H. R., con camiseta blanca, ha ingresado en prisión por el homicidio de su padre.
- ¿Cómo se traducía en el día a día de Felipe la difícil situación que sufría con sus hijos?
- Los sábados hay mercado en Molina de Segura y nosotros teníamos costumbre de ir a hacer la compra, pero llevábamos tres o cuatro sábados que no íbamos porque Felipe tenía miedo porque el martes 10 de junio, denunció a su hijo, Felipe, y a su hija, Rosario, por robarle el móvil en plena calle. Así que yo tenía que ir sola al mercado de los sábados porque Felipe prefería evitar situaciones difíciles e incómodas.
Este viernes por la noche, el día antes de que le agredieran en su tienda, le dije a Felipe que no podíamos vivir con miedo, que no podíamos dejar de hacer nuestras cosas habituales, porque íbamos a terminar por no salir a la calle. Así que este sábado, me dijo: ‘Toñi, me voy al mercado contigo’. Fuimos al mercado, pero él no estaba tranquilo: iba todo el tiempo fijándose en la gente.
El pobre Felipe no sabía que el peligro no estaba en el mercadillo, sino en Tejidos Hernández, la tienda que heredó de su padre, y a la que entregó su vida hasta este sábado, cuando le dijo a Toñi a las diez de la mañana que iba a su negocio a mirar unas cosas. “Yo me quedé en casa, pero desde la última denuncia del 10 de junio estaba mal anímicamente y muy ansioso, así que antes de las once lo llamé, pero no cogió el teléfono. Pensé que estaría hablando con alguien porque era una persona sociable".
"Al 'ratico' lo volví a llamar, no lo cogió, y eso me extrañó”. “Justo en ese momento, una vecina vino a mi casa y me dijo que bajara a la calle que le había pasado algo a Felipe. Todo estaba lleno de coches de policía, había una ambulancia y Felipe estaba en el suelo porque lo estaban reanimando. Hasta que me dijeron que no podían hacer nada por él”.
La entrevista con Toñi se detiene porque rompe a llorar. "Me han arruinado la vida", sentencia esta mujer, de 63 años, a la que le han roto "los planes" que había hecho con Felipe, de 65 años, de cara a su inminente jubilación en 2026 tras décadas de trabajo y después de someterse a una intervención para ponerse un marcapasos.
"Felipe era una persona muy espontánea. Queríamos hacer rutas con la moto que le compré hace un mes porque Felipe tenía una situación económica precaria, tras dejarle todo a nombre de sus hijos". "Así tenía el corazón el pobre, de soportar tanto estrés y angustia emocional. Lo sometían a un acoso a todos los niveles y lo que le faltaba es lo que ha pasado".
El escaparate de Tejidos Hernández en Molina de Segura, este martes, precintado por la Policía Nacional y con velas en recuerdo del difunto Felipe.
Los familiares del difunto Felipe Hernández Medina confirman que puso sus propiedades a nombre de una sociedad donde figuraban sus cuatro hijos -Felipe (1990), Jesús (1994), Rosario (1996) y José (1998)-, así como su esposa, Rosario, con la que no llegó a formalizar el divorcio. En esa sociedad había un piso, un solar urbanizable, la tienda Tejidos Hernández... Sin embargo, no registró unas plazas de aparcamiento en el garaje del Edificio Royca que heredó de su madre y la Policía Nacional sostiene que la disputa mortal, entre padre e hijo, se desencadenó por esas plazas que el difunto Felipe rentabilizaba con un alquiler.
Toñi no cree que ese sea el móvil, pero confirma que el viernes, 24 horas antes de la muerte de este comerciante viral, con más de 5.600 seguidores en X y en Facebook, vio a Felipe junior en el garaje del Edificio Royca, hablando con una vecina.
Para Toñi aún estaba fresca la denuncia que cuarenta días antes formuló su pareja, Felipe, contra su primogénito, Felipe junior, y su hija, Rosario, por robarle el móvil valorado en 300 euros. Esta fue la tercera vez que este comercienta pidió sin éxito una medida cautelar de protección: “He denunciado varias a veces a mis hijos por acoso y amenazas, deseo solicitar a la autoridad judicial competente que se tomen las medidas oportunas para que se le prohíba a mis hijos acercarse a mí”.
- ¿Cómo valora que a Felipe no le concediesen una orden de alejamiento?
- Toñi: Es una vergüenza. Si Felipe hubiese sido una mujer, habría tenido una orden de alejamiento desde el minuto cero. Las leyes tendrían que ser iguales para todos: hombres y mujeres. No solo los hombres maltratan, también hay mujeres maltratadoras.
Toñi, este martes, contemplando desolada el retrato de su difunta pareja, Felipe.
- ¿Su pareja formuló las 10 denuncias contra su hijo mayor, Felipe?
Una vez denunció a su hijo, Jesús, porque le dio un empujón a mi pareja, Felipe, entró a la oficina de su tienda y le robó el ordenador. Aunque la mayoría de denuncias eran contra su hijo mayor, Felipe, sí que es verdad que últimamente venía acompañado de su hermana: Rosario. La última denuncia, del martes 10 de junio, se presentó contra Felipe y Rosario, por robarle el móvil, pero como el hurto no era mayor de 600 euros y entre padres e hijos no pasa nada... Hasta que este sábado lo mataron.
- ¿Alguna vez Felipe intentó arreglar la situación con su primogénito?
- Hace tiempo, pero recibió empujones y malos tratos. A partir de ahí, lo intentó muchas veces por medio de familiares para ver si podía acercarse y le contestaron que eso no era un tema suyo.
Toñi no entiende semejante "inquina" procedente de una familia bien posicionada y con estudios superiores. Rosario, la exmujer de Felipe, está vinculada a la Inspección de Hacienda y sus cuatro hijos tienen empleos bien remunerados. Felipe se sacó la carrera de Derecho y acababa de aprobar la oposición de técnico de Hacienda, su hermano, José, también aprobó en Hacienda, Jesús es arquitecto, y Rosario tras la carrera de Enfermería hizo Medicina y trabajaba en un centro de salud.
De modo que se avecina una batalla legal de altos vuelos porque Felipe y Rosario han contratado los servicios jurídicos de Mariano Bó y Pablo Martínez Abogados. Este diario ha contacto con el bufete para obtener la versión de los dos investigados, pero no ha obtenido respuesta. Por su parte, Toñi ha recurrido al penalista Jaime Peris con una hoja de ruta clara:
"Voy a ejercer una acusación particular para pedir penas de cárcel para Felipe y Rosario, los dos hijos de mi pareja que están investigados por su asesinato. También haré todo lo posible para evitar que se beneficien económicamente de su muerte porque su exmujer puede cobrar una pensión de viudedad porque Felipe no llegó a divorciarse y dejó todas sus propiedades a nombre de sus hijos, incluida su tienda Tejidos Hernández: un negocio que era de la familia de Felipe porque lo fundó su padre en el año 1948. No sería justo que se beneficiarán económicamente de su muerte".