Domingo, este jueves, en el salón de su casa en Torre Pacheco, mostrando la denuncia que ha presentado por su agresión.
El drama de Domingo, el jubilado apaleado 'por diversión' en Torre Pacheco: 'Un chico me dio un estacazo y otros grabaron'
La Guardia Civil tiene abierta una investigación para localizar al sospechoso, "posiblemente", de nacionalidad marroquí: "Mide 1,75 de estatura, tiene entre 30 y 35 años, es de complexión normal, y vestía camiseta oscura de tirantes”
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Este miércoles aún no había amanecido, cuando Domingo, como siempre, a las cinco y media de la madrugada, salió por la puerta de su casa en dirección al cementerio municipal de Torre Pacheco, para cumplir con su caminata diaria de 4 kilómetros, pero casi acaba en una caja de pino a causa del palizón que le propinó un joven. Lo peor de todo para este jubilado es que le pegó "sin motivo alguno".
Así lo asegura Domingo en una entrevista con EL ESPAÑOL, tras presentar la correspondiente denuncia ante la Guardia Civil, por una agresión tan cruel y cobarde sobre un pensionista de 68 años, que ha puesto en pie de guerra a los vecinos de Torre Pacheco: una localidad murciana marcada por la actividad agrícola y una sensación de inseguridad que está siendo el caldo de cultivo perfecto para la xenofobia que promueve Vox.
"Llevo seis años haciendo la misma rutina y nunca me había pasado nada", tal y como recalca Domingo Tomás Martínez, antiguo empleado de Pascual Hermanos, una empresa de cítricos de la localidad donde se curtieron su rostro y sus manos, a base de mover palés de limones y pomelos.
"Cuando salí a caminar, llevaba encima el reloj y las llaves de casa y ese joven no me quitó ni el reloj: solo me pegó para hacerme daño a mí", se lamenta este jubilado, al que más que sus lesiones lo que le duele es semejante violencia gratuita. "Me ha pegado por diversión".
- ¿Por qué afirma eso?
- Domingo: Pasaba por el cementerio que está a 400 metros de mi casa y primero me encontré, en una esquina, a un chico marroquí mirando su móvil. A los diez metros, en una zona con árboles, había otro dando saltos en una valla y gritando en árabe, no tenía mucho sentido lo que hacía.
Y de repente, apareció un tercer chico marroquí que vino corriendo hacia mí, dando voces, con los brazos en alto y me dio un estacazo. Solo me agredió ese chico. Creo que los otros lo grabaron con el móvil.
El rostro de Domingo está amoratado.
En su denuncia ante la Guardia Civil también hace constar que sufrió un supuesto episodio de violencia gratuita: “Me encontraba paseando por Torre Pacheco, sobre las 5.50 horas, por las inmediaciones del cementerio y la estación de autobuses, cuando observé a tres individuos, posiblemente marroquíes. Uno de ellos, estaba con el teléfono, otro, no estaba haciendo nada, y el tercero, se dirigió hacia mí, y sin mediar causa justificada, comenzó a pegarme en la cara”.
Para Domingo no tiene sentido que "tres chicos jóvenes" estén a esas horas de la madrugada en distintos puntos del entorno del cementerio, sin hacer nada. "No le dije nada a ninguno de ellos". "¿Qué reflexión puedo sacar de esto que me ha pasado?"
Este pensionista enmudece y contiene la rabia para no decir una barbaridad. A su lado está su inseparable esposa, Encarnación, y también expone la misma teoría sobre la paliza: "Por el pueblo dicen que los chicos jóvenes están haciendo un reto que consiste en pegar a alguna persona, para ver quién pega más fuerte y creo que por eso lo hicieron, para grabarlo todo".
La guinda al disgusto de Domingo le ha llegado por WhatsApp donde se ha viralizado una foto suya, tras la paliza, luciendo hematomas por toda la cara, abrasiones, y una hemorragia en su ojo derecho, que va acompañada de un vídeo falso. La grabación está protagonizada por un sexagenario que se parece físicamente a este pensionista y que es apaleado por un joven marroquí mientras que otro lo filma con su teléfono. Pero en realidad, esa víctima no es este vecino de Torre Pacheco.
"Le he aclarado a la Guardia Civil que ese hombre de la camiseta blanca no soy yo", tal y como subraya Domingo. Todo apunta a que alguien con una ideología vinculada a la ultraderecha ha aprovechado este terrible episodio, protagonizado supuestamente por marroquíes, para promover el odio y el racismo entre los 42.000 vecinos de este pueblo con fuertes tasas de inmigración, y donde hace tiempo que se reclama un incremento de los agentes de la Guardia Civil y de la Policía Local, para evitar oleadas de robos en el campo y en los comercios.
Un frame del vídeo viralizado de una agresión a un anciano que no tiene nada que ver con la paliza a Domingo.
"Han sacado un vídeo de una paliza a un hombre que no soy yo", insiste molesto por el uso de su identidad. Pero Domingo no está para más denuncias: lo único que quiere es que detengan a su agresor y que explique porqué le ha dejado amoratado el rostro. La Guardia Civil confirma que hay abierta una investigación y no se descarta ninguna hipótesis sobre el motivo de este delito de lesiones.
Los agentes están buscando grabaciones de cámaras de seguridad del entorno del Barrio de San José Obrero, el cementerio o la estación de autobuses. Esta es la descripción que Domingo aporta en su denuncia sobre el sospechoso: “Mide 1,75 de estatura, tiene entre 30 y 35 años, es de complexión normal, y vestía una camiseta oscura de tirantes”.
- ¿De los otros dos chicos recuerda algún detalle?
- Domingo: No, porque todo pasó en un minuto, sentí los golpes y acabé en el suelo. No pude ver a los otros.
- ¿Cómo reaccionó después?
- Pasados unos segundos, me incorporé, me pasé la mano por la frente y vi que tenía sangre. Como las heridas estaban en caliente, me puse a caminar para volver a casa.
Encarnación no olvida la imagen que presenció de su marido de regreso al domicilio conyugal: "Le reconocí por los andares porque iba con la cara ensangrentada. Le habían dado una paliza gorda". De modo que se marcharon al Hospital Los Arcos de San Javier donde le hicieron un TAC, para descartar daños cerebrales, y pruebas para valorar el estado de su ojo derecho. "Tengo un coágulo".
Domingo tiene inflamado el rostro por la agresión.
Este viernes, a partir de las 20 horas, el Ayuntamiento de Torre Pacheco ha convocado una concentración en solidaridad con el jubilado agredido y para reclamar que se aumente la dotación de agentes al cuartel de la Guardia Civil, para mejorar la seguridad de la localidad.
"Le he pedido a la delegada del Gobierno, Mariola Guevara, que se ponga en marcha un operativo especial para encontrar y detener al autor o autores de esta agresión", tal y como subraya el alcalde, Pedro Ángel Roca (PP). "Le he exigido que ese operativo empiece este viernes para que el pueblo vea una reacción de las Fuerzas de Seguridad, con patrullas por las calles, porque hay veces en las que solo está operativa una patrulla para toda la comarca".
El regidor popular detalla que el Consistorio ya ha adoptado medidas dentro de sus posibilidades: "Hemos ampliado los horarios de trabajo de la Policía Local para que todos los turnos se solapen, sin horas muertas de por medio. Además, por el casco urbano pasaremos de tres a cuatro patrullas".
Mensaje viral
El déficit de agentes en un término municipal extenso y con varias pedanías, suele jugar a favor de los delincuentes que protagonizan oleadas de robos en el campo o en comercios del casco urbano, lo que provoca una sensación de inseguridad que sumada al movimiento migratorio, se traduce en discursos de odio contra los ciudadanos extranjeros. Algo que se ha visto acrecentado con la agresión sufrida por Domingo, cuya foto con la frente y el ojo ensangrentados se ha viralizado con este mensaje:
"Vecino de 'nuestro Pacheco', salió a andar a 'El Pasico' y se encontró con unos marroquíes aburridos. Así quedó solo por diversión. ¿De verdad no vamos a parar esto? ¿De verdad no vamos a salir a la calle? ¿A qué esperamos?"
En el caso de Domingo lo único que espera es que el próximo 22 de julio, como regalo por su 69 cumpleaños, le caiga la noticia de que la Guardia Civil ha pescado a su agresor. Entretanto, tiene claro que no aguardará la detención encerrado en su casa: "Cuando se me pasen estas magulladuras, volveré a salir a la calle. Lo peor es acobardarse y por suerte, yo no soy un blandengue".