Adán, tras ser detenido por la Guardia Civil como el supuesto autor del apuñalamiento de un menor de edad, a la salida de la Discoteca Maccäo.
Adán apuñaló siete veces a un menor y le extirpó el bazo en una discoteca de Murcia por un pisotón: "La ambulancia le salvó"
Vicente Sanmartín, abogado del supuesto autor de las puñaladas, pide analizar el cuchillo para buscar restos biológicos y cotejarlos con el ADN de su cliente para demostrar que otro joven aprovechó la tangana para apuñalar a la víctima.
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Una pelea en la pista de baile entre dos grupos de adolescentes, bien por un pisotón fortuito o por el robo de una botella de whisky en un reservado, se ha saldado para un menor de edad, de 17 años, con la pérdida del bazo tras recibir siete puñaladas con un cuchillo de Ikea. Ni el primer motivo ni el segundo justifican semejante agresión a la salida de uno de los templos de la noche del litoral murciano: la Discoteca Maccäo de San Javier.
EL ESPAÑOL ha accedido al atestado de la Guardia Civil que investiga un homicidio en grado de tentativa que ha enviado a Adán, con solo 21 años, a dar con sus huesos en una celda del Centro Penitenciario Murcia I, como supuesto autor del brutal apuñalamiento de un menor de edad que sigue en el Hospital Virgen de la Arrixaca tras ingresar en "estado crítico" y ser operado de urgencia, por la "gravedad" de las heridas que presentaba en la espalda y el estómago. De hecho, le extirparon el bazo.
Esta tentativa de homicidio se fraguó en dos actos, como las obras de teatro. Primero se produjo una discusión dentro de Maccäo, y luego, en la calle se desencadenó una tangana entre una docena de adolescentes que casi acaba en tragedia. "Los chicos con los que tuvimos el altercado en la discoteca son los mismos con los que luego nos peleamos en el exterior", tal y como relata la víctima del apuñalamiento, durante su breve declaración ante la Policía Judicial, en una habitación de La Arrixaca, acompañado de su madre.
Todo se coció durante el Gran Opening +16 que la Discoteca Maccäo organizó este viernes 4 de julio, con la presencia del actor y tiktoker Mike Fajardo, en una fiesta donde estaba permitida la entrada de menores de edad. De modo que en la sala se encontraban, por un lado, la pandilla de la víctima, de 17 años, compuesta por unos doce zagales procedentes de Murcia. Y por otro lado, un grupo de Molina de Segura compuesto por el presunto agresor, Adán C. F., de 21 años, y sus amigos José Alejandro y Alejandro, ambos de 19 años, y un menor.
Estos adolescentes molinenses estaban en un reservado cuando vieron a otros dos amigos, Adrián y Bilal, acompañados de tres chicas de su pueblo, en otro reservado de la discoteca donde se estaban tomando unos cubatas tras comprar una botella de whisky Johnnie Walker Red Label.
Durante la fiesta a ritmo de reguetón, algunos miembros de ambas pandillas mantuvieron un rifirrafe dentro de la sala, sin llegar a las manos. "Se produjo una riña leve, debido a un pisotón", tal y como sostiene la víctima de las puñaladas.
La violencia se desencadenó a las 7.15 horas de la mañana del sábado, cuando una patrulla de la Policía Local de San Javier fue movilizada "por una posible riña o agresión con arma blanca" en el exterior de la Discoteca Maccäo, tal y como refleja el atestado de la Guardia Civil.
El ataque se produjo cuando la víctima iba con sus amigos caminando por la carretera RMF-24, en dirección a la Discoteca Maná, para llamar a un taxi que los llevara de vuelta a casa. En ese momento, la pandilla compuesta por varios menores de edad fue abordada por los adolescentes de Molina de Segura que iban circulando con sus dos coches por esa misma vía y que se detuvieron nada más verles.
En concreto, Adán (2004) iba al volante de una Peugeot Partner, donde viajaban los ahora investigados por un delito de riña tumultuaria: José Alejandro (2006); un menor de edad, de 17 años, y Alejandro (2006). El otro vehículo era un Seat León, ocupado por Adrián y Bilal, y sus tres amigas, convertidos en testigos de una pelea sangrienta que casi le cuesta la vida a un estudiante del Instituto La Flota.
"Cuando se bajó el conductor de la furgoneta sacó un cuchillo o una navaja, de la parte de atrás de su cintura", tal y como afirma el menor ante la Policía Judicial. "Me ratifico en lo que dije a la Guardia Civil cuando estaba dentro de la ambulancia: el autor había sido el chico de la furgoneta gris [Peugeot Partner] que era de Molina de Segura". Incluso describe a Adán y le identifica cuando le muestran una fotografía en la habitación de La Arrixaca donde se recupera de las puñaladas recibidas:
"El autor tiene entre 1,75 y 1,80 de estatura, tiene pelo moreno, barbita y bigote. Vestía camiseta beige y pantalón vaquero corto, de color azul. El cuchillo o navaja que llevaba era de unos 10 o 15 centímetros de hoja. Si volviera a ver al autor, lo reconocería sin ningún tipo de dudas".
El cuchillo de Ikea que será analizado para confirmar si tiene huellas o no de Adán, encarcelado por una tentaiva de homicidio.
El cuchillo con empuñadura amarilla y una hoja de acero de quince centímetros que luce la inscripción de Ikea, salpicada con "manchas de sangre", va a ser clave para esclarecer la autoría de este terrible apuñalamiento que podría dar un giro de 180 grados. Todo ello, debido a que Vicente Sanmartín, abogado de Adán, encarcelado por tentativa de homicidio, sostiene que su cliente "no fue el autor" de las puñaladas.
"Le identificaron como autor del apuñalamiento solo porque se peleó con la víctima, pero mi cliente sostiene que no le apuñaló. Mi cliente se dislocó el brazo durante la pelea a puñetazos en la que acabaron por el suelo y alguien aprovechó esa situación para clavarle siete puñaladas a la víctima", según argumenta el letrado. En la práctica, eso supone que alguno de los tres investigados por riña tumultuaria o alguno de los ocho testigos podría ver cambiar su rol durante la instrucción judicial.
De momento, este lunes, el Juzgado de Instrucción número 3 de San Javier ordenó el ingreso de Adán en prisión, comunicada y sin fianza, por tentativa de homicidio, dejando en libertad con cargos a sus tres amigos: José Alejandro y Alejandro, así como un menor de edad, investigados por participar en una riña tumultuaria.
Tal es la convicción de Vicente Sanmartín, en la inocencia de Adán, que ha solicitado el análisis del famoso cuchillo de Ikea para sacar de prisión a este veinteañero sin antecedentes. "Es una prueba pericial clave", según recalca el socio y director de Sanmartin Abogados.
También se ha pedido un informe pericial de un sacacorchos negro que los porteros de Maccäo le entregaron a la Policía Local porque no está claro si también fue hincado en el cuerpo de la pobre víctima, debido a que un testigo afirma haber visto cómo Adán supuestamente "se lo clavó" a la víctima "en la espalda y el costado, tres o cuatro veces, de forma fuerte y profunda".
De manera que el cuchillo y el sacacorchos serán analizados al milímetro en el Servicio de Criminalística de Madrid, para obtener un perfil biológico que se cotejará con el ADN de Adán. También serán evaluadas la camiseta negra que vestía la víctima del apuñalamiento, de 17 años, y la camiseta beige y el pantalón del supuesto autor de esta tentativa de homicidio.
La camiseta de la víctima estaba ensangrentada y con varios agujeros fruto de las cuchillas que recibió.
En el atestado hay dos adolescentes que junto a la víctima han hecho un reconocimiento fotográfico de Adán, como el chico que empuñó el cuchillo durante la pelea. Además, en el momento de su arresto llevaba su "ropa manchada de sangre". Pero a favor de la tesis del abogado defensor juega otro dato: hay tres testigos que no identificaron ante la Guardia Civil al autor material de las puñaladas.
Lo único que está claro en esta historia es que hay dos familias rotas por el dolor, la de la víctima del apuñalamiento y el supuesto autor, a causa de una pelea entre pandillas de adolescentes que acabaron una noche de fiesta, a base de insultos, puñetazos, patadas y puñaladas -con un cuchillo o un sacacorchos como arma homicida-. Así lo refleja el atestado:
"Una vez en el lugar de los hechos, los agentes recaban información y comprueban que se ha tratado de una riña entre dos grupos de jóvenes y como consecuencia ha resultado herido grave, posiblemente, por arma blanca, un chico de 17 años, que en ese preciso momento estaba siendo asistido por una ambulancia para su traslado al Hospital de la Arrixaca dada la gravedad de los lesiones".
Prueba de ello es que un policía local afirma a este diario que "el chico habría muerto si la ambulancia se retrasa unos minutos". Allí mismo, en esa ambulancia, la víctima señaló a Adán como su presunto agresor, y los agentes le arrestaron, junto a tres de sus amigos, José Alejandro y Alejandro, ambos de 19 años, así como un menor de edad, por participar en la tangana. También intervinieron un arma blanca.
La instrucción judicial deberá confirmar si hay ADN de Adán en el cuchillo, como autor del apuñalamiento. También deberá aclarar otras dos preguntas: ¿Qué motivó la discusión que protagonizaron las dos pandillas en la discoteca? ¿Qué bando inició la riña tumultuaria fuera de la discoteca: los menores de edad de Murcia o los adolescentes de Molina de Segura?
La conocida Discoteca Maccäo de San Javier, llena de público, en una de sus noches de verano.
De momento, resultan contradictorias las versiones sobre el desencadenante del primer suceso grave que se registra en el mundo de la noche de la Costa Cálida durante el verano 2025.
Los testigos de Murcia, amigos del apuñalado, culpan a los de Molina de Segura: "Íbamos a coger un taxi, cuando aparecieron los chicos con los que habíamos discutido [en la discoteca] en una Peugeot y un Seat León, se bajaron insultando y hubo una pelea donde hirieron a la víctima".
En el bando contrario de Molina de Segura, ofrecen hasta dos móviles para culpar a la pandilla de Murcia de tanta violencia desmedida. El primero: "Estábamos en un reservado, pedí una botella de Red Label en la barra. En un momento dado, un chico al que no conocía, que tendría unos 18 o 19 años, que era delgado, y con 1,85 de estatura, cogió la botella para llevársela [...]".
Y el segundo leitmotiv: "En la pista de baile, junto a nosotros, había un grupo de 12 o 15 menores porque esa noche era +16. Algunos de ese grupo discutían con los de mi grupo porque uno le había dado un pisotón fuerte a Adrián y le decía que le pidiera perdón". Pero no hubo disculpas, solo cuchilladas.