
Emilia junto a sus dos hijas de diez y cinco años.
Servicios Sociales le quitó a dos hijas por depresión y huyó antes de parir al tercero: "Escapé cual criminal para salvar a mi bebé"
Emilia rompió aguas y cuando una funcionaria le dijo que perdería la tutela de su bebé, huyó hacia Francia para dar a luz y no perder la custodia.
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Una funcionaria de Servicios Sociales le dijo a Emilia Petcu tras romper la bolsa amniótica que no iba a tener la custodia de su bebé. "Vino la mujer diciendo que la consejería de menores de Asturias me está tutelando a mi bebé porque ya tengo dos niñas tuteladas", cuenta desde París, adonde ha huido para que no le quiten a su hijo.
El viernes pasado, Emilia, de 40 años, fue a Urgencias al Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) tras romper aguas. Como tiene 34 semanas de gestación, le explicaron que debían inducirle el parto. Esperó todo el fin de semana para que naciera su tercer hijo, hasta que el lunes por la tarde, llegó una funcionaria de Servicios Sociales.
"Me dijo que me iba a quitar a mi hijo", recuerda. La razón se debe, según ella, porque ya le quitaron la custodia de sus otras dos hijas en agosto de 2024. Fueron declaradas en desamparo cuando la madre pasó por una depresión que habría sido provocada por la muerte de su exmarido.

Las hijas de Emilia tienen diez y cinco años.
"Tuve que marcharme de España. Me escapé como una criminal para salvar a mi bebé. Me fui con vía puesta y todo vestida con la ropa del hospital", relata la mujer, de origen rumano. Su abogado, Manuel López García, la ayudó a dejar el hospital sobre las 16:30 de la tarde del lunes.
Él mismo condujo toda la noche y llevó a Emilia junto a su pareja a la ciudad francesa de Burdeos, a poco más de 600 kilómetros de Oviedo. "Era la única opción que había para que de ninguna manera se apropiara del bebé la consejería de Servicios Sociales", explica el jurista.
Primero pasaron por la casa de Emilia cogiendo ropa y luego se pusieron rumbo a Burdeos. Allí, Emilia cuenta que tomó un tren hacia París,donde vive la familia de su actual pareja, el padre de su tercer hijo.
"Voy a tener a mi hijo aquí para que no me lo quiten", dice Emilia en conversación con este periódico, y que planea regresar a España en los próximos días, cuando ya haya parido, porque el 2 de julio tiene un juicio en Oviedo para dirimir, precisamente, si sus otras dos hijas continúan bajo la custodia de la Administración o regresan con ella.
Sufrió depresión
Emilia ha vivido y trabajado como economista la mitad de su vida en Asturias. Tras la muerte de su exmarido el año pasado, la mujer estuvo un tiempo en depresión. Eso provocó, según explica, que los Servicios Sociales consideraran que desatendió a sus hijas, las declararan en desamparo y le quitaran la custodia.
"Es cierto que estuve en depresión, pero en ningún momento descuidé a mis hijas", asegura Emilia a EL ESPAÑOL. Para demostrar que tiene razón, la mujer menciona que las niñas de 10 y 5 años estudian en un colegio de monjas, que nunca han sufrido violencia, y que ella no padece de problemas psiquiátricos a como le señalaron.
"Me dijeron que estoy loca y que soy una borracha. Evidentemente, yo no estoy loca ni soy una borracha. Estoy perfectamente sana. Nunca fui alcohólica. Me sometí a pruebas para demostrarlo y recuperar a mis hijas", asegura Emilia a este periódico.
El abogado López también detalla que Emilia se sometió a pruebas psiquiátricas porque los Servicios Sociales, según denuncian, "intentaron que la declararan loca". El letrado asegura tener "informes de un psiquiatra de un hospital público que dice que de loca no tiene nada".
Además, López expresa que Servicios Sociales señaló a Emilia de "alcohólica", adicción de la que no se la ha diagnosticado. "Tal vez un par de cervezas (se bebía) como todos, pero eso no es ser alcohólica. En Oviedo todo es sidra y sidra, y se reúnen las familias y los niños están jugando, pero eso no es ser alcohólico", insiste el abogado.
Por su parte, Emilia relata que incluso estuvo consumiendo medicación para demostrar que no es alcohólica. "He hecho de todo para recuperar a mis hijas", comenta.

Emilia estuvo dos días en observación en la segunda planta del HUCA hasta que se escapó la tarde del lunes.
Además, Emilia asegura que a las niñas no les ha faltado nada. Incluso dice que tiene tres pisos y dos de ellos están a nombre de sus hijas. "¿Crees que si le faltara algo a las niñas, ellas tendrían sus propios pisos a sus 10 y 5 años que tienen?".
El abogado también indica que "económicamente no les va mal. Ni a ella, ni a la madre, ni a la abuela".
Una funcionaria "obsesionada"
Tanto Emilia como su abogado consideran que la funcionaria de Servicios Sociales que está a cargo de su caso está "obsesionada al extremo". Esto les hace desconfiar en el interés particular "de esa mujer" por tutelar al nuevo bebé, dice la mujer.
El abogado insiste en que a pesar del riesgo a su propia vida, Emilia hizo lo que tenía que hacer "para que no le quitaran a su bebé" y no cree que tenga problemas cuando regrese a Oviedo para el juicio. "Ella no está en búsqueda y captura, ni cometió ningún delito", señala.
Desde que la funcionaria de Servicios Sociales le dijo a Emilia que no tendría la custodia de su bebé, la mujer ha estado ansiosa, alterada y sin comer. En Francia, espera estar más tranquila y finalmente dar a luz a su tercer hijo.