El comandante Carrizosa; a la izquierda, con el Rey [entonces Príncipe] en su etapa en la Academia General del Aire, y a la derecha, durante la entrevista con EL ESPAÑOL por el 40 aniversario de la Patrulla Águila.

El comandante Carrizosa; a la izquierda, con el Rey [entonces Príncipe] en su etapa en la Academia General del Aire, y a la derecha, durante la entrevista con EL ESPAÑOL por el 40 aniversario de la Patrulla Águila. Cedidas

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El comandante Carrizosa, primer jefe de la Patrulla Águila, en su 40 aniversario: "Quería ser piloto militar desde los 10 años"

"Todo era nuevo para nosotros en el 85", explica el que fuera primer líder de la patrulla. "Tuvimos que aprender de otras patrullas europeas, como los Red Arrows del Reino Unido, la Patrouille de France, o los Frecce Tricolori italianos".

Más información: Adiós al caza más icónico de la Patrulla Águila: el Ejército del Aire y del Espacio ya ha puesto fecha al último vuelo del C-101.

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Una muchedumbre se apelotonaba este jueves frente al Teatro de Invierno de San Javier para obtener un póster firmado por los pilotos de la Patrulla Águila. Pero entre esa marea de civiles que asistían a la inauguración de la nueva escultura dedicada a la patrulla por su 40 aniversario, hay un hombre de 75 años con camisa azul celeste y gesto tranquilo.

Parece un civil más, pero cuando los pilotos lo ven, su semblante se torna marcial y respetuoso: acaban de darse cuenta de que tienen ante ellos al comandante Carrizosa, leyenda viva del Ejército del Aire por haber sido el primer jefe de la Patrulla Águila.

Francisco Carrizosa toma asiento junto a los pilotos actuales de la patrulla para asistir a la inauguración de la escultura que el artista Manuel Páez ha realizado por encargo del Ayuntamiento de San Javier para conmemorar las cuatro décadas de historia que él fue el encargado de comenzar a los mandos de los célebres C-101.

Una historia a la que estaba destinado desde que nació. "Yo tenía la vocación de ser piloto militar desde los 10 años", explica el veterano con orgullo a EL ESPAÑOL. "No tenía a ningún militar en mi familia. Mi padre, que era veterinario, cuando le dije que quería ser piloto me respondió: "¿Pero qué dices?"".

El comandante Carrizosa interviene durante la inuaguración de la escultura en homenaje al 40 aniversario de la Patrulla Águila, en San Javier.

El comandante Carrizosa interviene durante la inuaguración de la escultura en homenaje al 40 aniversario de la Patrulla Águila, en San Javier. J. I. M.

El comandante está en su salsa. Pese a su atuendo civil, conserva un aire marcial que queda plasmado en su presencia, su forma de andar, su saber estar... Y sobre todo, en su forma de expresarse.

El acto de inauguración de la escultura comienza con unas declaraciones del concejal de Cultura, David Martínez, alabando a la patrulla como "una de las más prestigiosas del mundo". Y después de las intervenciones del escultor, Manuel Páez; y del coronel director de la Academia General del Aire (AGA), Luis González; sale a hablar Carrizosa.

"Los principios de la Patrulla Águila fueron muy duros", comienza relatando el veterano, que sirvió en ella entre 1985 y 1988. "Todo era nuevo para nosotros en el mundo de las exhibiciones aéreas. Tuvimos que aprender de la experiencia de otras patrullas europeas, como los Red Arrows del Reino Unido, la Patrouille de France, o los Frecce Tricolori italianos".

El alcalde de San Javier (en traje); a su derecha, el comandante Carrizosa; y a su izquierda, el coronel director de la Academia General del Aire, Luis González; y el resto de integrantes de la Patrulla Águila frente a la escultura inaugurada en honor a su 40 aniversario.

El alcalde de San Javier (en traje); a su derecha, el comandante Carrizosa; y a su izquierda, el coronel director de la Academia General del Aire, Luis González; y el resto de integrantes de la Patrulla Águila frente a la escultura inaugurada en honor a su 40 aniversario. J. I. M.

"Nuestro avión también era diferente al suyo. Ellos tenían un avión turbo-reactor con más velocidad, más empuje y más ágil para el vuelo en formación", explica apasionadamente el comandante.

"Y nosotros volábamos nuestro fiable y amigo CASA 101, que aunque consumía mucho menos, su motor era un turbofán, mucho más difícil volarlo en formación porque no era tan ágil como un turbo-reactor. Pero poco a poco fuimos adaptando nuestras maniobras al avión que teníamos, hasta conseguir un nivel equivalente al de las demás patrullas acrobáticas".

"Incluso en algunas ocasiones en las que la orografía del terreno o la meteorología los castigaban a ellos porque tenían más velocidad y menos maniobrabilidad; nosotros, al tener menos distancia de giro y menos velocidad, podíamos hacer una exhibición más vistosa y cercana al público", rememora Carrizosa.

El comandante Carrizosa, frente a un C-101, en su etapa de jefe de la Patrulla Águila entre 1985 y 1988.

El comandante Carrizosa, frente a un C-101, en su etapa de jefe de la Patrulla Águila entre 1985 y 1988. Cedida

El avión al que alude, el C-101, ha sido el mayor icono de la Patrulla Águila a lo largo de estos 40 años que se estaban conmemorando en la Plaza de la Cruz de San Javier. Pero esta fecha redonda significa también el fin de la andadura de estas aeronaves de fabricación española conocidas cariñosamente como 'culopollos'.

Sus últimos vuelos tendrán lugar este sábado y domingo, días 14 y 15, en la Base Aérea de San Javier, con motivo del festival 'Aire 2025', ante la presencia del Rey, que llegó a estar a sus mandos durante su etapa en la AGA cuando era Príncipe, donde también conoció a Carrizosa en 1987.

Una vez retirados los C-101, ocuparán su lugar los nuevos Pilatus PC-21. Ante esta noticia, el comandante valora que "ahora hay que empezar una patrulla nueva, porque cada avión es diferente".

- ¿Cómo ha cambiado ser piloto de la Patrulla Águila desde que usted empezó hasta la actualidad?

- Comandante Carrizosa: No ha cambiado mucho. Los principios son más duros porque tienes que aprender, y eso cuesta un poco. Pero luego se van transmitiendo los conocimientos de unos a otros y así es.

- ¿Cómo eran los primeros ensayos de la patrulla?

- Para cada figura, cada vez que se volaba, venían detrás cien horas de trabajo en tierra. Nada de lo que se hacía era improvisado. Cada vez que volábamos sabíamos lo que íbamos a hacer.

El comandante Carrizosa, en una fotografía junto a los Reyes y el resto de integrantes de la Patrulla Águila a finales de los 80.

El comandante Carrizosa, en una fotografía junto a los Reyes y el resto de integrantes de la Patrulla Águila a finales de los 80. cedida

En su discurso, el veterano militar rememora que "los años que pasamos formándonos en este prestigioso centro de enseñanza de San Javier, como es la Academia General del Aire, aunque fueron muy duros y exigentes, han dejado en nosotros una huella muy importante, y el deseo de devolver a nuestra querida patria una pequeña parte de lo que somos y de lo que hemos recibido de ella".

Desde entonces ha llovido mucho, pero la patrulla ha seguido siendo la misma. Y esa experiencia de cuatro décadas se ve reflejada en un cuentakilómetros que ronda las 300.000 horas de vuelo en más de 500 exhibiciones, de las que más de 170 se han realizado fuera de España.

Por esta razón, Carrizosa se muestra especialmente orgulloso ante la inauguración de la escultura en honor del 40 aniversario, la cual, reconoce que "no solo es bonita, sino que tiene algo del alma de Miguel [su escultor]. Para todos los que hemos tenido la suerte de formar parte de la academia, es un gran honor recibir una invitación como esta".

- ¿Si volviera a tener 20 años, volvería a ingresar en la Patrulla Águila?

- Comandante Carrizosa: Por supuesto. Y en la Academia General del Aire también. Porque cuando estás en la academia dices, "no volvería aquí ni loco", porque es muy duro, pero ahora viéndolo en perspectiva, volvería a hacerlo.

En estos momentos, la Academia General del Aire se prepara también para recibir a la Princesa Leonor, que a finales de agosto ingresará -siguiendo los pasos de su padre- para completar su formación militar como futura Reina de España.

El alcalde de San Javier, José Miguel Luengo (i) y el concejal de Cultura, David Martínez (d), inauguran la escultura en homenaje al 40 aniversario de la Patrulla Águila.

El alcalde de San Javier, José Miguel Luengo (i) y el concejal de Cultura, David Martínez (d), inauguran la escultura en homenaje al 40 aniversario de la Patrulla Águila. J. I. M.

El alcalde de San Javier, José Miguel Luengo, ha cerrado este acto declarando inaugurada la escultura y dedicando unas emotivas palabras de recuerdo a los miembros de la AGA que han fallecido de forma accidental en los últimos años: "El comandante Francisco Marín, el comandante Eduardo Garvalena, y el comandante Daniel Melero, que perdió la vida junto a su alumna, la alférez Rosa Almirón".