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Kim Kardashian estaba en bata, sin nada debajo, descansando en su habitación del Hotel de Pourtales en el centro de París, cuando dos hombres vestidos de policías irrumpieron y le amenazaron con sus pistolas.

"Pensé que iba a morir y que iban a abusar sexualmente de mí", declaró la estadounidense en un tribunal francés.

Sobre las 3:00 de la madrugada de aquel 3 de octubre de 2016, Aomar Ait Kedache y Yunice Abbas entraron en el vestíbulo del hotel, ubicado en el barrio de la Madeleine de París.

Allí estaba el recepcionista Abderrahmane Ouatiki, un estudiante de doctorado argelino que sólo pudo ceder ante las peticiones de los hombres. Le apuntaron a la cabeza y le exigían que los llevara a la habitación de Kim Kardashian.

La estrella estadounidense estaba en bata, descansando en su cama, cansada de aquellos días agitados por la Semana de la Moda en París. En un momento, escuchó pisadas y gritos fuertes en el pasillo, y se asustó.

Kim Kardashian durante su declaración en el tribunal parisino.

Kim Kardashian durante su declaración en el tribunal parisino. Reuters

Kardashian llamó a su hermana Kourtney y a su estilista Stephanie, pero ninguna les respondió. Tampoco su guardia de seguridad, Pascal Duvier, quien había acompañado a su hermana a un club. Estaba sola.

En medio del pánico, la mujer llamó al 911, el número de emergencia en Estados Unidos. Ella no sabía que en Francia el número al que debía llamar es el 112.

Mientras estaba con el teléfono, los hombres irrumpieron en su habitación. "No paraban de decir: "¡El anillo, el anillo!". Yo estaba tan sorprendida que no entendía nada", contó Kardashian en una entrevista con el periodista estadounidense David Letterman.

Los hombres le hablaban en francés a Kardashian y el recepcionista Ouatiki tuvo que actuar como intérprete. Uno de los hombres encontró el anillo en la mesita de noche. Era el que el exmarido de Kardashian, el rapero Kayne West, le había regalado y que estaba valorado en casi 4 millones de euros.

Luego, uno de los hombres la agarró y le apuntó a la cabeza. Buscaron más joyas y luego tiró de ella hacia él y como ella estaba sólo con una bata, sin ropa interior, pensó que iba a agredirla sexualmente, según las declaraciones que hizo en el tribunal parisino el 13 de mayo, y recogidas por la BBC.

El hombre la tiró sobre la cama. Le ató las piernas y manos con bridas y cinta adhesiva, para luego dejarla encerrada en el baño y huir con el botín. "Estaba segura de que me iban a disparar", dijo.

Los ladrones huyeron esa madrugada en bicicleta y a pie por la calle. Mientras, Kardashian se liberó de sus ataduras y buscó ayuda. La mujer, traumatizada, declaró esa misma mañana a la policía francesa y luego regresó a Estados Unidos.

'Abuelos ladrones'

Ocho hombres fueron declarados culpables por el robo a mano armada a Kim Kardashian. Los medios franceses llamaron a los acusados como la banda de abuelos ladrones por las edades que tienen todos ellos, entre los 60 y 70 años, y que incluso les permitirá evadir la prisión o reducir sus condenas.

Uno de estos hombres, Yunice Abbas, publicó unas memorias en 2021 llamadas J'ai séquestré Kim Kardashian (Yo secuestré a Kim Kardashian) en donde confiesa todo el crimen.

La Policía lo capturó a él y a otros 11 implicados en el robo gracias a las cámaras de vigilancia que había por todo París y que permitió a las autoridades verlos huir con las joyas. Aunque Kardashian sólo vio a dos hombres irrumpir en su habitación, había otros que actuaron como vigías y cómplices.

Yunice Abbas escribió un libro confesando todo el crimen y Kim Kardashian se enfadó por eso.

Yunice Abbas escribió un libro confesando todo el crimen y Kim Kardashian se enfadó por eso. EFE

Abbas huyó con parte de las joyas en bicicleta. En la calle, el hombre tropezó y dejó caer una bolsa con un collar de joyas, la cual fue recogida por un transeúnte en la mañana.

La Policía francesa encontró a los ladrones por los rastros de ADN que dejaron en la escena y en las bridas con las que ataron a Kardashian. Estos coincidieron con la identidad de Abbas y la de Aomar Ait Khedache, también conocido como Omar el Viejo.

En enero de 2017, tres meses después del robo, toda la banda cayó cuando habían quedado para tomar café en un sitio de París.

Durante las investigaciones policiales, tanto Khedache como Abbas declararon que toda la información que necesitaban para cometer el atraco fue publicada online por la propia Kim Kardashian.

Sin embargo, la Policía también sospechaba que Gary Madar, hermano de un exchofer de Kardashian, fue cómplice del atraco dando información sobre la agenda de la estrella de televisión. Madar también fue arrestado en enero de 2017.

La Policía también rastreó los teléfonos de la banda revelando que Khedache viajó a Amberes, Bélgica, donde se vende el 50 % de los diamantes pulidos y el 80 % de los diamantes en bruto del mundo, según la Oficina de Inversión en Diamantes.

Ahí supieron que muchas de las joyas terminaron fundidas y otras fueron vendidas. Lo único que no se encontró es el anillo de compromiso que Kayne West le entregó a Kim Kardashian, y que era lo más valioso de todo el botín.

En principio, 10 personas fueron acusadas por cargos de robo a mano armada en una banda organizada, secuestro y adquisición y posesión no autorizada de armas. Inicialmente, había 12 acusados en el caso, pero una persona falleció y otra no pudo ser juzgada por problemas de salud, según declaró el Tribunal de Apelación de París.

La Fiscalía francesa solicitó 10 años de prisión para Abbas y otros tres, y pidió al tribunal que no se fijara en sus "arrugas tranquilizadoras" porque en el momento de los hechos eran "ladrones experimentados del crimen organizado" con amplios antecedentes penales.

El tribunal le dio oportunidad de hablar a los hombres. Kedache, que hoy tiene 69 años y es discapacitado, sordo y mudo, pidió perdón en un mensaje leído por su abogado. "No encuentro las palabras. Lo lamento mucho", dijo el hombre condenado a cinco años de prisión, aunque ya no ingresará a la cárcel.

También aprovechó para pedir disculpas a su hijo Harminy por pedirle que lo recogiera a él y a otros dos de los ladrones aquella madrugada del robo.

Harminy Aït Khedache fue acusado de haber sido el chófer del comando que llevó a cabo el robo y fue condenado a cinco años de cárcel, cuatro de ellos exentos de cumplimiento.

El tribunal condenó a cuatro años de cárcel exentos de cumplimiento a Christiane Glotin, expareja de Khedache, acusada de complicidad y para quien la Fiscalía pedía seis años de prisión, y a tres años, también sin cumplimiento, a François Delaporte y Marc Boyer.

Didier Dubreucq, otro de los acusados no estuvo en el juicio. Este hombre de 69 años debía recibir quimioterapia por cáncer y tuvo que ser hospitalizado. Su abogado leyó un mensaje escrito por él en donde niega su participación en el robo. "Nunca, nunca participé en el robo de joyas".

Por su parte, Yunice Abbas, que padece de Parkinson y se sometió a una cirugía cardíaca recientemente, dijo: "Una vez más, sólo tengo arrepentimientos que ofrecerles. Lo siento, acepto lo que hice". Él y Dubreucq fueron sentenciados a siete años de prisión, cinco de ellos en suspenso.

En los casos de Gary Madar y Florus Heroui, también acusados por la Fiscalía, fueron absueltos por el juez.

Kim Kardashian llegó al Tribunal de París acompañada de su madre Kris Jenner.

Kim Kardashian llegó al Tribunal de París acompañada de su madre Kris Jenner. Reuters

El juez David de Pas dijo a los acusados que sus sentencias eran leves: "Entiendo que ustedes entienden que han causado daño" y agregó que "el estado de salud de los principales protagonistas prohíbe éticamente encarcelar a nadie".

La declaración de Kardashian

Kardashian habló durante más de tres horas en el tribunal parisino. Vestida con un traje negro a medida y joyas de diamantes, Kardashian estuvo acompañada por su madre, Kris Jenner, varios amigos y un grupo de guardaespaldas.

Titubeó durante su primera hora de testimonio. Jugueteaba con sus largas uñas y hacía pausas cuando la emoción se apoderaba de ella y trataba de contener las lágrimas. Su testimonio fue interrumpido en ocasiones por las disculpas de dos de los acusados, que estaban sentados a pocos metros de ella.

Aomar Ait Khedache, ahora de 71 años, dijo que estaba arrepentido. Kardashian se volvió hacia él y le dijo que lo perdonaba mientras lloraba. Años atrás, el mismo Kedache había confesado el crimen y le envió una carta de disculpas a Kardashian.

"Te lo agradezco, te perdono, pero eso no cambia la emoción, los sentimientos, el trauma y la forma en que ha cambiado mi vida", le dijo la estrella de televisión en el tribunal.

Kardashian dijo varias veces que tuvo miedo que le dispararan y la violaran. "En un momento pensé: '¿debería salir corriendo?'. Pero no era una opción, así que me quedé", declaró.

La mujer incluso recordó que le dijo al recepcionista que le tradujera unas palabras para los ladrones: "Por favor, dígales que tengo bebés, tengo que volver a casa".

Después de eso uno de ellos tiró de ella hacia él, lo cual le abrió la bata. En su entrevista con el periodista David Letterman, Kardashian relató cómo se sintió en ese momento. "Solo me dije a mí misma: 'Ok, esto va a pasar. Solo prepárate'".

En el tribunal contó esa experiencia nuevamente y dijo que tenía miedo de ser violada, pero que entonces cuando la ataron de pies y manos, pensó que la iban a matar.

También pensó en su familia y en lo traumático que sería para su hermana Kortney tener que ver su cadáver en la habitación del hotel. "Ella vería eso y tendría ese recuerdo para siempre".

Después de que los ladrones huyeron, Kardashian se liberó de las bridas y bajó por las escaleras hasta el primer piso de la suite, donde su amiga, Simone Harouche, le ayudó a liberarse por completo.

Aomar Ait Khedache es considerado el autor intelectual del robo.

Aomar Ait Khedache es considerado el "autor intelectual" del robo. Reuters

Las dos salieron corriendo a un balcón y se escondieron en unos arbustos porque temían que los hombres regresaran. Pidieron ayuda y cuando llegó la Policía parisina, Kardashian no podía confiar en ellos porque los ladrones que casi la matan iban vestidos de policías.

El juez David de Pas le preguntó a Kardashian el porqué su seguridad no estaba con ella durante el robo. Ella explicó que estaba acompañando a su hermana Kourtney en un club, mientras ella se quedó descansando.

Además, declaró que hasta el día del robo, ni ella ni su familia creían necesitar ese nivel de seguridad porque siempre se sintieron seguras caminando por las calles de París. Sin embargo, "todo cambió" después del robo y empezó a sentir "fobia a salir" porque pensaba que la gente "me vería salir y sabría que mi casa estaba vacía".

"Ni siquiera puedo dormir por la noche si sé que no hay varios guardias de seguridad", detalló.

Kardashian también, expresó su enfado con Yunice Abbas por la publicación de sus memorias en donde cuenta cómo fue el crimen. "No sólo hizo esto, sino que ahora está ganando dinero con eso: mis joyas, mis recuerdos, el reloj que me regaló mi padre, que ya falleció, cuando me gradué del instituto. No puedo recuperarlo", dijo Kardashian.

Al finalizar su declaración, agradeció al tribunal por escucharla. "Quería participar hoy porque soy víctima de este caso y es la primera vez que puedo escuchar realmente a todos y seguir la historia".

Y concluyó: "Fue aterrador y me cambió la vida. No le deseo ese tipo de terror a nadie. Pensar que podrían matarte o violarte. No se lo desearía ni a mi peor enemigo".