
Carmen catando varios tipos de leche
Yo soy catadora de leche y esta es la que no recomiendo: "La que consumimos en España está muerta"
No todos los tipos de leche son iguales, y Carmen sabe cuál es la mejor.
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Cada mañana, millones de personas empiezan el día del mismo modo: bebiendo leche, echando un poco en su taza con café o simplemente mezclándola con cereales. Esta bebida es una de las más consumidas y tiene una gran cantidad de beneficios, pero, ¿cuál es la mejor?
Carmen es catadora y tiene claro qué leche no recomendaría: "la uperisada o la leche en polvo, porque han pasado muchos procesos químicos hasta que llegan al consumidor". En el caso de la leche UHT, la someten a temperaturas muy altas para eliminar todos los microorganismos que pudiera tener. Lo bueno es que esta leche es la que más fecha de caducidad tiene, pudiendo durar hasta 3 meses.
Con la leche en polvo pasa algo parecido, le quitan todo el vapor y luego le dan una corriente de calor para generar los granos de polvo y eliminar toda la humedad que pueda tener. "Le quitan todo lo que es leche. Es muy artificial y sabe totalmente distinto. Solo la usaría si no hay otra cosa", asegura la catadora. Al igual que la anterior, lo mejor que tiene es que puede llegar a durar años en perfecto estado.
"La mejor leche es la pasteurizada, la que tiene olor a nata, a mantequilla o a pasto. Es la única que guarda todos los aromas desde que sale de la teta de la vaca", comenta Carmen. Este tipo de leche apenas dura 3 días en buen estado, lo que complica bastante su consumo hoy en día, ya que no suele haber tiempo para ir a comprar cada día, que sería lo ideal para este tipo.
"Pero la mejor leche para el ser humano es la de cabra, porque es la que más se parece a la leche materna de los humanos", afirma.
Carmen es capaz de, en una cata a ciegas, detectar de dónde procede cada leche, con los aromas que le aporta. Aunque el modo de elaboración de la leche también tiene mucho que ver, ya que en algunos casos hace que sea más o menos dulce. "Yo estuve haciendo catas por toda España, y era capaz de diferenciar de dónde procedía cada vaso de leche", comenta.
La procedencia de la leche es un factor muy importante. "A la hora de elegir la leche, es muy importante ver que venga de España. Hay veces que es francesa y no te das ni cuenta y al probarla es una leche bastante mediocre", aclara. Por ello, hay que tener en cuenta la etiqueta del cartón de leche.
En otros países, tomar leche fresca es la norma general y muchos extranjeros se sorprenden cuando van a un supermercado en España y ven la leche en bricks de cartón sin refrigerar. "La que consumimos en España es leche muerta, la leche UHT. Cuando pone que es alta en vitamina D, es porque le han añadido esa propiedad, no quiere decir que la tuviera siempre", asegura Carmen.
Pero la costumbre de consumir esta leche no apareció hace demasiado tiempo. Mucha gente hoy en día recuerda cuando había que ir con la lechera a que sacasen la leche directamente de la vaca para llevarla a casa. "Antes había unas máquinas maravillosas, que te servían la leche fresca en tu recipiente, como las que hay ahora de zumo de naranja en los supermercados", recuerda la catadora.
Además de todo lo comentado anteriormente, Carmen señala un error común: confundir bebidas vegetales con leche. "La leche es el líquido que sale de la teta del animal. No existe la leche de soja, ni de almendra, ni de avena. Eso son bebidas, pero llamarlas leche es una estrategia de marketing".
A pesar de que este tipo de bebidas son una alternativa muy popular hoy en día, sobre todo para los veganos o intolerantes a la lactosa, no deberían considerarse leche. Sus usos similares es lo que les ha llevado a denominarla así aunque no lo sea realmente.