El gato Errico y la bala encontrada en su cuerpo.

El gato Errico y la bala encontrada en su cuerpo. Cedidas

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Tiro al gato en la España rural: las protectoras denuncian que cada año son aperdigonados y descuartizados miles

Piden que se cumpla la Ley de Bienestar Animal y se investiguen estas agresiones “de película de terror” como si la víctima fuera humana.

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Su último cuidador le llamaba Errico, aunque antes había tenido otros nombres. Era un elegante gato rubio de edad incierta que creció y vivió en las calles de un pequeño pueblo de la Ribagorza aragonesa llamado Seira, algunos kilómetros río abajo de Benasque.

Como la mayoría de los animales ferales, se resistía a dejarse acariciar por los humanos, aunque toleraba e incluso buscaba su proximidad. Había en él cierta gentileza natural de carácter que le había granjeado simpatías entre algunas personas de la población. Quienes le amaban dicen que lo echarán siempre de menos.

Hubo una época en que le alimentaba casi a diario María José, la chica del Círculo recreativo, que es como se conoce el centenario bar de la parte nueva del pueblito, construida a principios del pasado siglo para albergar a los trabajadores de la que entonces era la central hidroeléctrica más grande de Europa.

Luego, ella se marchó y, con los meses, comenzó a alimentarle otro residente justo en el extremo opuesto de Seira. Fue este vecino quien le puso como nombre Errico, en memoria del italiano Malatesta, y quien, en vísperas de la pasada Navidad, halló una mancha cárdena en el centro de la calle que hay junto a su casa y un rastro de sangre que conducía hasta el animal, tumbado bajo una bancada pero vivo. Su glóbulo ocular izquierdo se había salido de su órbita y respiraba con dificultad.

Todo indicaba que había sido atropellado en una travesía urbana muy transitada por esquiadores cuya limitación de velocidad no respeta casi nadie. Su benefactor no lo sabía todavía pero había algo más que un atropello.

"Lo primero que nos vino a la cabeza es llevar al animal de urgencia a la veterinaria de Benasque, pero para conseguirlo había que capturarlo y, al ser un animal feral, dimos por hecho que no iba a resultar tarea fácil", dice uno de los involucrados en su intento de rescate.

Probaron primero con la clásica jaula trampa pero el animal estaba tan malherido que no se sentía tentado por la comida que usaron como señuelo. Luego desapareció dos días y lo dieron por muerto. El tercer día regresó al alféizar de su cuidador, más en busca de consuelo que de comida. Se sentía amenazado y con total certeza, encontraba alguna clase de confort en la proximidad de quien le amaba y se ocupaba de él.

Se diría incluso que suplicaba ayuda. Tenía la boca tan hinchada y tan llena de costras que no podía cerrarla. Con la ayuda de David, de la Asociación Felina de Benasque, lo capturaron finalmente y lo llevaron de inmediato a la clínica Benás. Junto a un pequeño grupo de voluntarias, llevan algunos años velando por los estigmatizados gatos de la cabecera del río Ésera. También en Castejón de Sos había un pequeño grupo de vecinos que llevan tiempo ocupándose de ellos casi en solitario.

El animal estaba completamente deshidratado. La veterinaria Natalia Martínez hizo cuanto pudo pero a las pocas horas, Errico había muerto. Sufrió una parada cardiorespiratoria al despertar de la cirugía. Lo intentaron reanimar pero sin éxito.

El informe clínico elaborado por Natalia tras su fallecimiento indica que el animal padecía una deshidratación severa, una infección grave de la boca y úlceras en la mucosa oral. Se había fracturado la mandíbula y había perdido el ojo izquierdo.

Como todos los ferales, estaba infestado por las pulgas. Hubo, sin embargo, un hallazgo casual claramente visible en las radiografías. El animal tenía balines de tipo diábolo en la zona subcutánea del tórax y fragmentos de metal en la cabeza. Alguien le había disparado antes de ser atropellado.

No es posible determinar cuándo le aperdigonaron. Y aunque está claro que la causa final de la muerte no fue el balín de acero que se halló en el tórax y se extrajo como prueba, Natalia no descarta que los disparos tuvieran alguna influencia en la conducta de un animal que había sobrevivido durante años junto a una travesía urbana gracias a su habilidad para sortear vehículos.

Imagen de una radiografía de Errico.

Imagen de una radiografía de Errico. Cedida

"En la cabeza había restos metálicos que coincidían con la zona afectada. Pero por supuesto que podemos especular con la idea de que estuviera aturdido como consecuencia de los disparos", afirma la veterinaria. "O es posible también que saliera huyendo del desaprensivo que le acosaba y olvidara las precauciones al cruzar la calle debido al pánico.

Lamentablemente, es bastante habitual que disparen contra gatos y contra perros. Y no solo en esta zona del Pirineo. Yo soy de una aldea de Cuenca y tengo un labrador en el que encontré cuatro perdigones durante su exploración anual. En la clínica ha llegado también algún otro caso de gatito semicallejero con restos de perdigones en la patita".

Cuando el atribulado cuidador de Errico comenzó a efectuar pesquisas sobre lo ocurrido, descubrió que en Seira se habían producido otros casos precedentes de gatos aparecidos con restos de perdigones. Algún individuo cruel encuentra alguna clase de placer disparando contra los felinos en ese pueblo apenas habitado todo el año por medio centenar de almas. Y todo apunta a que la aprobación de la Ley de Bienestar Animal no le ha disuadido de seguir haciéndolo, pese a que la normativa considera estos ataques como delitos que acarrean penas de prisión.

Detalle de un gato hallado por el Arca de Santi con impactos de perdigón en la nuca. Murió de forma instantánea.

Detalle de un gato hallado por el Arca de Santi con impactos de perdigón en la nuca. Murió de forma instantánea.

Puestos a establecer una analogía humana, es un asesino en serie. Algo que dista de ser una anomalía en nuestro país. En octubre pasado, un funcionario de Elche fue condenado a dos años de prisión por asesinar dos gatos con su escopeta de caza. No ingresó en la cárcel porque carecía de antecedentes, pero tuvo que pagar tres mil euros de sanción. Y ese es solo un ejemplo de condenas recientes contra matagatos.

El cuidador de Errico está ahora mismo reuniendo información para presentar una denuncia ante el puesto local de la Guardia Civil. De una parte, se sabe que hay personas que poseen carabinas de aire. Por otro lado, el animal solía frecuentar una zona de escombros muy específica, un área cercana al río situada junto a un edificio desde donde, casi con absoluta certeza, dispararon contra él. ¿Es posible investigar quién es el asesino de los gatos? En el puesto de Benasque, alientan a denunciar el caso y aseguran que se lo tomarán en serio.

Los agresores

¿Debería la policía proceder en estos casos con el mismo rigor que si el agredido fuera un humano? Si se trata de delitos que acarrean penas de prisión, ¿no deberían recurrir si llega el caso a su policía científica y buscar si es necesario incluso huellas dactilares? "Naturalmente que debería ser así", nos dice Victoria Álvaro, presidenta de la protectora de animales El Arca de Santi, situada en la ciudad oscense de Monzón.

"De acuerdo a la nueva ley es un delito y como tal, tendrían que investigar de oficio sin escatimar recursos, lo que debería incluir todas las herramientas de la ciencia forense. En rigor, cuando es posible, tendrían también que realizar un alzamiento de cadáver, un estudio del perímetro y custodiar las pruebas como si la víctima fuera humana.

Es su obligación y si no lo hacen pueden ser denunciados, aunque en la práctica te encuentras con que muchos policías carecen de los conocimientos necesarios y ni siquiera usan guantes para retirar el gato muerto y menos aún garantizan la cadena de custodia de las evidencias".

Imagen del gato.

Imagen del gato. Cedida

Los casos de felinos abatidos a disparos o malheridos se cuentan por millares en España, lo que lleva necesariamente a plantearse otra cuestión muy relevante. ¿Qué está pasando con los gatos en nuestro país? ¿Quiénes y por qué se ensañan contra ellos? "En realidad, siempre ha sido una práctica muy habitual", continúa Viqui Álvaro.

"En 2023, encontramos en Monzón dos gatos a los que habían disparado. Uno estaba ya muerto y al otro, que dicho sea de paso tenía dueño, tuvimos que amputarle una pata. Por supuesto que lo denunciamos pero no logramos encontrar a los responsables. Es algo que está ahí y que forma parte de la cultura de lo que algunos cazadores entienden por normal. Hay mucha gente que se lleva a sus perros a las colonias felinas para azuzarlos", insiste.

"Hemos tenido incluso casos claros de gente que arrojó alguna sustancia química corrosiva contra los gatos. Creemos que podía tratarse de alguna clase de ácido porque les causaron quemaduras que llegaron hasta el hueso. Los gatos españoles han sido siempre los maltratados silenciosos, pero la gente no quería verlo. Ha sido la nueva ley de Bienestar Animal la que les ha puesto en el foco. No se trata de algo nuevo, solo que ahora empezamos a darnos por enterados", refleja Álvaro.

Viqui afirma también que, en el norte y centro de Europa, resulta habitual que se hable de España como ejemplo paradigmático de infierno animal, y no solo porque permanezcan todavía vivo los festejos taurinos que la mayoría del planeta desaprueba o porque de cuando en cuando se divulguen casos espeluznantes de galgos ahorcados. Se asume con los datos en la mano que este es también un país de matagatos.

"Los gatos no van a decir nada", añade la presidenta del Arca de Santi. "No pueden hablar; están en la calle y no son propiedad de nadie así que rara vez se repara en su ausencia cuando son asesinados, salvo que tengan la suerte de que alguien les alimente y se preocupe de ellos. Las pocas cuidadoras que se ocupan de los felinos cuentan verdaderas historias de terror".

¿Quiénes están detrás de estos delitos? Según Viqui, "hay una generación de escopeteros de entre cuarenta y setenta y tantos años que asumen que es normal meterle cuatro tiros a un gatito. Luego hemos encontrado gente joven que todavía no es capaz de distinguir qué está bien y qué está mal. En nuestra zona unos chavales arrojaron una gatita de un quinto piso. En las redes tienes páginas enteras donde exhiben estas proezas. Y por supuesto, que el maltrato apunta también a ciertos tipos de sicopatía. Un sociópata no hace distingos entre humanos y animales. Lo que hace que se repriman es el peso de la ley pero el fin último es causar dolor y obtener algún placer a cambio".

Algunos animales mueren como consecuencia de los disparos. Y otros padecen secuelas de por vida. "En nuestra protectora realizamos el pasado año hallazgos casuales de animales con restos de perdigones. Si les alcanzan en la nuca fallecen de inmediato. Hay que tener huevos para sentarte en la ventana de tu casa y divertirte asesinando gatos. Uno de los que hallamos llevaba tres meses con graves problemas de deglución porque tenía incrustado el balín entre la nariz y la laringe. Tuvimos que extraérselo mediante cirugía. Y son muchos los que llevan una vida de mierda debido a esos desaprensivos que se ensañan con ellos".

Paradójicamente, todas las protectoras coinciden en que los mayores beneficiados de la nueva Ley de Bienestar Animal son precisamente los gatos, algo que desconoce todavía la mayoría de los españoles porque el debate público sobre la normativa se concentró en los perros. "Al excluir de sus beneficios a los de caza y de trabajo han impedido que estos se beneficien. Sin embargo, en los gatos el beneficio podría ser brutal", dice Viqui.

"Ahora mismo los gatos sin un dueño son propiedad de los ayuntamientos, que son además los responsables de su bienestar. Son los concejos quienes tienen que ocuparse de gestionar las colonias felinas mediante el método CER, que es un sistema para controlar la población felina de forma ética y efectiva que consiste en la captura, esterilización en veterinario y retorno al mismo lugar de los gatos que habitan en las calles de nuestros pueblos", dice.

En la práctica, los ayuntamientos de más de diez mil habitantes han comenzado ya a implementar estos proyectos. Los núcleos pequeños, sin embargo, tienen serios problemas porque carecen incluso de recursos para llevar a cabo los complejos trámites administrativos necesarios para solicitar ayudas económicas al Gobierno de España. "En todo caso, hoy en día, con la nueva ley en la mano, un policía local tiene la obligación de proteger a estos animales como parte del municipio", apunta la presidenta del Arca de Santi.

Los alcaldes

Que la ley haya allanado el terreno no significa, sin embargo, que se hayan producido ya cambios significativos, y no solo porque resulte complicado habilitar recursos. "No hace demasiado, estuvimos hablando con un alcalde que nos dijo que él mismo iba a coger una escopeta y ponerse a matar gatos", asegura Pilar, de la Fundación Silvestre, una protectora de animales especializada en gatos que esteriliza colonias de felinos en Barcelona ciudad, donde poseen un refugio para ellos. Aunque tienen su base en la capital de Cataluña, poseen socios en toda España.

"Intentamos ser una fundación conciliadora porque, depende de cómo abordas el problema, hay gente que reacciona acrecentando más su ira. Hay un odio irracional contra los gatos en toda España. En diciembre organizamos una campaña con dos gatos a los que les faltaba un ojo. Uno tenía una herida de la que extrajimos un perdigón. Creemos saber qué vecino disparó contra él porque no es del todo raro que salgan con las escopetas a lo que ellos llaman 'hacer una limpieza'", explica.

"Tenemos casos también de envenenamiento. A veces, cometen auténticas masacres. El año pasado nos encontramos un sobre de veneno para ratas caducado en el refugio de la protectora. Han aparecido también animales ahorcados de las puertas de la casa de las alimentadoras. Por supuesto que lo denunciamos y por supuesto que entendemos que la policía debería tratar nuestras denuncias como si las víctimas fueran humanas, pero es muy complicado que se produzcan condenas por muchos testimonios que tengamos o pruebas documentales de las agresiones. Las autopsias no sirven de nada si no consigues grabar a la persona en el momento del envenenamiento", afirma.

La investigación

"En España hay un odio terrible por los gatos que alguien debería investigar", afirma Pilar. "A veces hemos hecho tutoriales para la captura y es muy revelador leer los comentarios de la gente. Si contactáramos con todas las protectoras encontraríamos historias a cual más horrible. Aunque no hay cifras precisas, hablamos de cientos de miles de gatos maltratados o asesinados. Algunos simplemente desaparecen. En contra de nuestro parecer, el ayuntamiento de Esplugas de Llobregat reubicó una colonia en un lugar donde se realizaban rituales satánicos y la mitad de los animales ha desaparecido. La otra mitad (los abuelos y los más vulnerables) fueron adoptados con la mediación de los cuidadores. Todos tenían signos de inanición".

Estamos pues, en opinión de todas las protectoras, ante un auténtico holocausto felino silencioso, algo que hace que España acapare con frecuencia comentarios de desaprobación entre los centroeuropeos.

Según la portavoz de PACMA (Partido Animalista), Yolanda Morales, todas las semanas les llegan noticias de agresiones a colonias felinas. "Y lo peor es que no hay manera de encontrar a las personas que atacan a los gatos porque no se investiga", afirma la que fue candidata a la presidencia por este partido sin representación parlamentaria, pero con una amplia base social (es la más popular de las formaciones sin escaños).

"¿Sabes? Por muchas series de Seprona que veamos por la tele es muy extraño encontrarse a un policía o un guardia civil que se involucre especialmente en la defensa de los animales", asegura Yolanda.

"La mayor parte de las veces se limitan a preguntarte cuando realizas una denuncia si posees algún vídeo que lo pruebe. Y a ver... ¿cómo demuestras las patadas a animales? ¿O cómo encuentras al individuo que ha ahorcado a un gato del balcón de su cuidador? ¿Cómo hallas al que le envenenó con pegamento? La nueva ley beneficia a los gatos en el sentido de que que reconoce que las colonias felinas son responsabilidad de los ayuntamientos, pero en otros aspectos ha empeorado incluso la situación precedente".

"Ahora se requiere incluso una demostración más pormenorizada del delito que antes. La teoría es muy bonita pero siguen sin implementar los recursos necesarios para ocuparse de los delitos y sin impartir las charlas de formación necesarias".

"Yo no sé si la sicopatía está directamente relacionada con el maltrato animal pero es vox pópuli que torturar a criaturas es un síntoma claro de ello. Hay gente que es mala y lo paga con animales. Afortunadamente los gatos ferales tienden a huir de los humanos", continúa Yolanda.

"Claro que responsabilizar solo a los sicópatas de lo que pasa con los gatos sería simplificar este problema en el que la crueldad se mezcla con muchísima incultura entre los cazadores y la triste tradición de disparar contra todo lo que se mueve. Ahora, en Canarias, que es donde yo resido, ha surgido un grupo de biólogos que se dedica a estigmatizar a los gatos sustentándose en los supuestos daños que causan en otros archipiélagos, de acuerdo a estudios que tienen un montón de años. Todo eso también cala en la gente".

Lo de los gatos en España es, a juicio de Morales, una auténtica tragedia. "Recientemente, se han hallado en Badajoz 20 gatos envenenados. Ha habido envenenamientos de hasta cien ejemplares. En la Facultad de Jaén, se halló un gatito descuartizado. La mayoría de las denuncias ya ni las publicamos porque seríamos monotemáticos. Claro está, cuando normalizas la violencia contra los animales todo te parece tolerable. Si te lo pasas de puta madre yendo a los toros y te parece lo más normal cortarle las orejas y el rabo a un animal que está vivo todavía, no debería sorprenderte que alguien reviente a un gato de un escopetazo".

Morales no posee datos que permita establecer comparaciones con otros países de nuestro entorno geopolítico. "El problema de España es que se ha empezado a ocupar de las colonias felinas ahora, de manera que hay muchos más gatos. Por otro lado, no hay que olvidar que vivimos en un país que destina millones de euros a las corridas de toros. Al mismo tiempo, se reduce el número de licencias de caza pero se incrementan las subvenciones al sector".

Y continúa: "A nadie le va a extrañar aquí que se maten animales por pura diversión. La Ley de Bienestar Animal fue diseñada para no molestar a gente como los cazadores. Empezó con un propósito aceptable y acabó siendo terrible para los perros de caza porque la dirección general de los derechos animales se reunió con todos los sectores pero no escuchó a los animalistas".