En el centro de la pancarta, Antonio Buza, en una manifestación celebrada en 2023 para solicitar la reapertura del caso.

En el centro de la pancarta, Antonio Buza, en una manifestación celebrada en 2023 para solicitar la reapertura del caso. Justicia para Ana Buza/Facebook

Reportajes

Antonio Buza es matemático y ha demostrado que su hija no se suicidó: logra reabrir el caso de su muerte por homicidio

Su hija Ana, de 19 años, falleció hace casi 6 años: su novio declaró que se había tirado del coche en marcha, pero las pruebas presentadas, llenas de fórmulas matemáticas, han hecho que la Audiencia Provincial de Sevilla no descarte ni siquiera el atropello intencionado.

Más información: La lucha de Antonio Buza para demostrar que su hija no se suicidó: "La atropelló su novio durante un viaje"

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La geometría euclidiana dice que la distancia más corta entre dos puntos es una línea recta, siempre y cuando se esté en un plano. El principio de la navaja de Ockham es otra regla, una empírica. Se utiliza tanto en ciencia como en filosofía, y sirve tanto para tomar decisiones como para resolver problemas. Sugiere que "en igualdad de condiciones, la explicación más sencilla suele ser la más probable hasta que se demuestre lo contrario". En el caso de Ana Buza, hace más de 5 años a su caso le dieron carpetazo. A las 36 horas justas de su muerte. 

Falleció, simplemente, porque se había suicidado.

La versión oficial dijo que se tiró del coche de su novio en marcha a 117 kilómetros por hora. Fue la misma versión que dio previamente su novio, R.V.P.. Pero Ana no tenía ninguna quemadura en su cuerpo, si de verdad hubiera rodado por el asfalto a 117 kilómetros por hora. Tenía la piel impoluta, pese a que era verano: llevaba un top y un vaquero corto. 

La palabra 'suicidio' la escribió, "inexplicablemente", el forense en su pericial. El entrecomillado lo sugiere a EL ESPAÑOL una fuente jurídica de toda solvencia muy cercana al caso. 

También escribió como causa de la muerte 'politraumatismos'. Sin duda, tanto para Euclides como para Ockham, fueron éstos los que provocaron el fallecimiento a Ana, de 19 años, en el kilómetro 511.400 de la A-4 sentido Carmona (Sevilla) el 7 de septiembre de 2019. Hace justo cinco años, siete meses, y dos días. 

Ana iba en el coche con su novio. Éste cambió varias veces de versión, hasta el punto de que en el lugar de los hechos, con la joven fallecida en el acto, la Guardia Civil de Tráfico no lo vio claro y acabó llamando a la Policía Judicial del Instituto Armado para que investigara.

Hay una llamada de la madre del novio a la Guardia Civil esa madrugada. Está grabada. Antes de que intervinieran Euclides y Ockham, la Guardia Civil de Tráfico, la Policía Judicial, el forense y cualquiera, la mujer grita nerviosa. Lo hizo justo al minuto y cuarenta segundos de empezar a hablar, en una llamada que realizó a los pocos minutos del accidente: "Que le ha pasao a mi niño, que le ha pillao las piernas, que le ha pillao". 

En la parte de trasera de los muslos, Ana tenía las marcas del quitamiedos, al margen de las correspondientes fracturas de ambos fémures tras el fortísimo impacto a 117 kilómetros por hora. La mujer no ha sido capaz de explicar por qué dijo lo que le dijo a la Guardia Civil por teléfono aquella noche. 

Pero el padre de Ana Buza, Antonio, es matemático.

Es matemático como el padre de R.V.P., el novio de Ana. 

Mente analítica

Antonio estuvo el primer mes de la muerte Ana que no sabía dónde estaba. "Pero luego empezó a ver que las cosas no cuadraban. Es exigente y tiene una mente analítica", precisa fuentes jurídicas vinculada al proceso. Tanta, que hoy, más de 5 años después, ha logrado que el caso se reabra. Primero, del suicicio al homicidio imprudente. Luego, porque cinco magistrados de la Audiencia Provincial de Sevilla han revocado esta decisión y estiman que los hechos podrían ser compatibles incluso con un atropello intencionado

Lo que significa que R.V.P. va a ser juzgado por un jurado popular compuesto por 9 personas.  

Antonio llegó a comprar en Estados Unidos un modelo matemático de un Hyundai Accent, matriculado en la misma fecha que el del novio de su hija, para reconstruir los hechos. Lo sometió a un túnel de viento como se someten las puertas de los aviones. Con un viento en contra que fuera a 117 kilómetros por hora. Para que los peritos pudieran certificar lo que él veía clarísimo.

Para los experimentos en carretera, conducido por un ingeniero industrial, y grabado con drones, "conseguió un coche Hyundai Accent de la misma marca, modelo, antigüedad y kilometraje en un lugar cercano a Carmona. Lo alquiló varias veces para hacer experimentos y medidas. También contrató drones", precisan las mismas fuentes cercanas al caso. 

"Quiero una trayectoria de mi hija espacio-tiempo y ver si cumple las leyes de la física", contó Antonio a EL ESPAÑOl en 2023. "Todo es ciencia. Todo", reiteraba. Ley de acción y reacción, ley de inercia, movimiento de traslación, dinámica de rotación de un vehículo y un cuerpo, aerodinámica... Antonio Buza, requerido por este periódico, ha declinado realizar declaraciones para este reportaje.

Es importante reiterar que el coche iba a 117 km/h. En 2023 contó Antonio que esa velocidad era "cuando la atropella, según yo, o cuando se tira ella, según ellos". La misma en ambas versiones. "Eso son 32 metros y medio por segundo. Ahora [Ana] tiene que abrir la puerta venciendo la oposición del viento. Una puerta que se abre 69 grados y una joven que pesa 51 kilos. Además, Ana tendría que lanzarse, y ella sólo tenía señales del quitamiedos en la parte trasera de sus muslos, algo que sólo puede suceder si la persona está en bipedestación, es decir, de pie".

Los investigadores de Buza contradijeron radicalmente los informes encargados por la Fiscalía. Ana tenía fracturas en los dos fémures a la altura de las nalgas. También tenía las cervicales fracturadas y la médula totalmente seccionada. "Los peritos contratados por el padre son de primerísima. Uno de ellos, un médico del Instituto de Medicina legal de Sevilla, recién jubilado, con amplísima experiencia. Lo tuvo claro, meridiano: sus lesiones solo son compatibles con un atropello", indican las fuentes consultadas.

También conto con periciales elaboradas por catedráticos de la Universidad de Sevilla. 

En resumen, contó con dos reconstructores de sucesos de tráfico, uno ingeniero industrial y otro, un criminólogo y ex-policía judicial.  También le ayudaron las periciales encargadas a cinco ingenieros aeroespaciales -dos ingenieros aerodinámicos, un doctor en ingeniería aerodinámica y vicerrector, y dos catedráticos de Universidad expertos en ingeniería aeroespacial aerodinámica, de reconocidísimo prestigio.

Luego, tres médicos forenses y un intensivista, que demostraron el atropello.

"Midieron la resistencia de la puerta del coche para ser abierta a 117 kilómetros hora. Informes con fórmulas matemáticas, recurriendo a la física. Es que no se podía abrir la puerta", explica la fuente consultada. 

La Audiencia Provincial de Sevilla propina un enorme varapalo a la jueza del juzgado de Carmona que archivó el caso, y a continuación, ha enmendado al Juzgado de Violencia sobre la Mujer nº 2 de Sevilla, que estimó en un auto un presunto homicidio imprudente. Antonio apeló en contra. 

"No resulta en absoluto descartable que la muerte de la joven Ana Buza se produjera a consecuencia del atropello de la misma por parte del vehículo (...) conducido por el investigado la noche de autos cuando la referida se encontraba fuera del turismo, en el arcén de la autovía A4, a la altura del km. 511, sentido a Sevilla, tesis que sostiene la acusación particular".

Los cinco magistrados estiman que "a tenor de los informes periciales obrantes en las actuaciones", que "esta es la hipótesis que, en principio, indiciariamente, podría encajar mejor a nuestro juicio con las lesiones y estado que presentaba el cuerpo de la víctima, con los daños del vehículo y con las marcas y vestigios hallados en la zona de la autovía donde se produjo el siniestro".

Antonio, durante una manifestación de protesta, en 2023, para que se reabriera el caso.

Antonio, durante una manifestación de protesta, en 2023, para que se reabriera el caso.

Estas marcas son "raspaduras de pintura azul longitudinales a lo largo de varios metros de la valla de la autopista procedentes del turismo implicado en los hechos y muy cerca de dichas marcas, restos orgánicos que se supone procedentes de la víctima, con lo que no resultaría muy viable que la víctima pudiera haberse tirado del coche, pues no habría podido abrir la puerta del turismo si éste estaba rozando con su lateral derecho con la valla". 

También, "los restos orgánicos que se recogen en la calzada procedentes del cuerpo tienen una extensión de 3,5 metros, lo que resulta una longitud muy corta para un cuerpo que si ha sido despedido de un vehículo que circula a 117 km/h tendría que haber rodado durante muchísimos más metros y presentar muchas más heridas de arrastre y de rodamiento (...)". 

Junto a ello se observa asimismo en el reportaje fotográfico de la víctima "que presentaba un fuerte impacto debajo del pecho derecho que podría coincidir con forma y localización con golpe contra el espejo retrovisor derecho del turismo, espejo que también resultó fracturado, según resulta de los informes aportados".

El novio, R.V.P, dio "respuestas evasivas y explicaciones poco verosímiles y contradictorias a lo largo de la causa". Constan así sus declaraciones "primero ante los agentes de la Guardia Civil la noche de autos (...) luego como testigo ante el Juzgado de instrucción número 2 de Carmona (...); y por último, "como investigado".

Las distintas versiones

El agente de la Guardia Civil que intervino aquella noche manifestó que "le costó mucho trabajo" tomarle declaración al ahora investigado, quien estaba "sumamente nervioso y que daba versiones diferentes de los hechos, señalando el testigo referido que no veía las cosas claras, que parecía que había dos siniestros distintos y que por ese motivo requirió la intervención de la Policía Judicial a fin de que se esclarecieran los hechos". 

Primero aludió a que creyó "que se le había cruzado algo, que perdió el control del vehículo, para añadir a renglón seguido, una versión muy distinta, concretamente que mientras él conducía el coche y su novia viajaba en el asiento trasero derecho, de repente notó como un movimiento de la blusa blanca de ella y que entonces él (al parecer tras quitarse el cinturón, que unas veces ha dicho que llevaba puesto y otras quitado) se lanzó hacia atrás para intentar agarrarla". 

La Audiencia provincial de Sevilla estima así la tesis de la acusación particular "de que la muerte de Ana Buza se produjo por un atropello con la parte lateral derecha del turismo del investigado", cuando la víctima se hallaba de pie fuera del coche junto a la valla de la autopista. Esa tesis "tiene, siquiera indiciariamente, importantes visos de verosimilitud, frente a la tesis inicial de los médicos forenses que estimaron que la muerte se produjo por la salida de la fallecida del coche cuando éste circulaba a alta velocidad, en lo que podría haber sido un acto autolítico".

Por tanto, todo ello deberá dilucidarse en el juicio correspondiente, "que no puede quedar restringido a valorar sólo la hipótesis de un homicidio imprudente, sino también a la de un posible homicidio intencional".

Nada más conocerse la decisión de la audiencia provincial, R.V.P. escribió en sus redes sociales: "Lo que es gracioso es que yo nunca dije que no llevase el cinturón, siempre dije que sí lo llevaba. Quien dijo que no lo llevaba fue la Guardia Civil al estudiar el accidente. Y así se ha dicho siempre en la prensa incluso. ¿De dónde saca la Audiencia eso? Pues han hecho un copia y pega del relato de la parte acusadora. Y claro cuando haces un copia y pega tienes los mismos errores que ellos". 

"Han sido cinco años y medio de reveses. A los dos meses del accidente no había ni croquis: hubo que pedirlo. El coche no estaba ni custodiado, estuvo a la intemperie.  Otra persona quizá tampoco no habría tenido el mismo aguante que Antonio, que se ha encontrado con un muro. Si esto ha dado un vuelco, ha sido desde luego por la determinación de la familia" precisan las mismas fuentes a EL ESPAÑOL.