
Víctor Martínez Gregorio es originario de Valencia
Víctor Martínez, el número 1 en el 'MIR' de Química que quiere ser doctor: "No sabía muy bien lo que estaba contestando"
El joven, valenciano de 24 años, obtuvo una puntuación de 161,33 y acertó en 171 preguntas de las 200 que tenía el examen.
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Una vez que pase la Semana Santa, Víctor Martínez Gregorio escogerá la única plaza que habrá en Valencia para los alumnos que aprobaron el examen de Químico Interno Residente (QIR) de este año, de la Formación Sanitaria Especializada. Está seguro de que no perderá su lugar pues nadie en España ha obtenido una mejor calificación que él.
Todos los años, miles se presentan a la oposición del Ministerio de Sanidad. Las especialidades más demandadas son Medicina (MIR), Enfermería (EIR) y Psicología (PIR), pero también están los que aspiran a Farmacia (FIR), Biología (BIR) Física (RFIR) y Química (QIR), como Víctor Martínez Gregorio, un joven valenciano de 24 años que solo falló en 29 de las 200 preguntas que respondió en el examen realizado a finales de enero y en donde obtuvo una calificación de 161,33.
Nadie de los otros 248 aspirantes admitidos para el QIR tuvo mejor nota que Martínez Gregorio, y por ello se ha quedado con la primera de las 25 plazas disponibles para Química.

Víctor Martínez, en el centro, junto a familiares y amigos celebrando su calificación del QIR
El joven dice que escogerá su plaza en Valencia para continuar con su formación hasta terminar un doctorado. "Así me mantengo con mi entorno, mi ciudad, que me encanta, y otro motivo importante es el alquiler, que ahora mismo si te vas a cualquier otra ubicación en España pues gran parte del sueldo se te va en el alojamiento", señala.
Examen "caótico"
Hasta antes de presentar el QIR, Martínez Gregorio pensaba que acabaría trabajando en algo relacionado con la investigación científica, en algún laboratorio o en una empresa privada, como casi todos lo que se dedican a estudiar la carrera de Química.
Este joven químico valenciano aún recuerda el día en el que se presentó la oposición. "El examen fue un poco caótico", relata. Había dedicado año completo a prepararse para esa difícil prueba. Estudiaba 7 horas al día, incluso los fines de semana, para alcanzar su principal objetivo que era obtener almenos una plaza.
También sacó provecho de que había estudiado un máster en Química Analítica y que durante la carrera le había ido bastante bien con sus calificaciones y su aprendizaje. Se apuntó en una academia para estudiar con mayor dedicación e hizo todos los exámenes y algunos simulacros para estar preparado cuando tuviera la prueba enfrente.
Cuando tuvo el examen en sus manos y le llegó la hora de responder a las primeras preguntas y ejercicios, Martínez Gregorio se dio cuenta que la prueba no era lo que él había previsto y tampoco para lo que se había preparado con tanta dedicación durante los últimos 12 meses.
"El primer vistazo fue alarmante. No era lo que esperaba, sobre todo por las asignaturas en las que se centraron más en preguntar. Las dos primeras caras tuve que volver a verlas porque no sabía muy bien lo que estaba contestando", recuerda.
Le tomó 4 horas responder las 200 preguntas. En varias de ellas dudó de las respuestas que escribió e incluso tuvo que borrar algunas y escribirlas nuevamente porque no estaba convencido del todo. Hasta que una vez terminó de responder el examen por completo y se acabó el tiempo, la incertidumbre por saber si había aprobado o no se apoderó de él, sobre todo porque sentía que se había equivocado más de la cuenta.
En las siguientes dos semanas, Martínez Gregorio trató de responder en casa por su cuenta a las preguntas que recordaba del examen y que consideraba que no había contestado de forma correcta. Así se dio cuenta que tenía algunos errores que podían costarle muy caro a la hora de recibir la calificación.

Víctor Martínez Gregorio junto a su abuelo el día de su graduación
También subió su plantilla de respuestas a la plataforma que la academia pone a disposición de los alumnos para que hagan sus propias estimaciones y su examen aparecía entre los primeros, sin embargo, no queria hacerse ilusiones y prefería esperar hasta el resultado oficial. "No suponía que de verdad fuese a quedar primero", detalla.
Días después, el Ministerio de Sanidad publicó los resultados de los exámenes en su web y para su sorpresa, Martínez Gregorio se percató que había sido el número 1 del QIR en España. "Con mis padres en casa no nos lo creíamos", relata.
Seguir estudiando
Martínez Gregorio explica que tras aprobar el QIR podría aplicar a un cargo en la sanidad pública o privada, pero él prefiere continuar estudiando por 4 años más y hacer un doctorado. "Principalmente intentar formarme bien porque técnicas y contenido sanitario no es algo en lo que la carrera de Química se enfoque mucho", dice.
Este joven ya tiene un máster en Química Analítica y tras aprobar el QIR quiere especializarse en la bioquímica clínica. "Hay carreras como Biología o Farmacia que sí que están más preparados a priori para desempeñar el trabajo de esa especialidad", señala.
Sin embargo, las personas que presentan la oposición de Química también pueden especializarse en microbiología, actividad asistencial en hospitales, investigación, consejo genético, reproducción asistida y diagnóstico molecular de enfermedades.