Interior del local donde vivía Juan Carlos y en el que apareció su cadáver, en Badalona.
La lenta agonía de Juan Carlos, maniatado y torturado hasta la muerte en Badalona: los Mossos buscan a su compañero de piso
Su cuerpo fue hallado 24 horas después de que la policía comenzara a investigar la muerte violenta de otro hombre en la misma ciudad.
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El lugar, ubicado en la calle Ibèria del barrio Bufalà de Badalona, parecía hecho para encerrar secretos. Un garaje convertido en vivienda, donde las paredes, cubiertas de colores vibrantes, apenas ocultaban el desorden de un espacio que no sabía si era almacén o refugio. Allí vivía Juan Carlos, un hombre de 49 años, entre muebles apilados, cajas de cartón y un perro que, a veces, ladraba sin razón.
Su vida transcurría entre la precariedad que a veces da la marginalidad, las pequeñas disputas vecinales y una rutina de supervivencia que pocos conocían en detalle. Pero le fue arrancada de una forma "brutal", según describen fuentes policiales presentes durante el hallazgo de su cadáver, durante la medianoche del lunes 3 de febrero.
Atado de pies y manos estaba su cuerpo, con heridas visibles y un fuerte golpe en la cabeza "incompatible con la vida", según el primer análisis forense. No había signos de lucha, sólo el rastro de una ejecución meticulosa. Los Mossos d'Esquadra han explicado oficialmente a EL ESPAÑOL que la investigación se encuentra establecida bajo secreto de sumario. Sin embargo, los rumores en el barrio se extendían como pólvora.
Imagen exterior del local donde residía Juan Carlos y donde fue hallado su cadáver, en Badalona.
Juan Carlos no vivía solo. En aquel garaje improvisado, compartía el espacio con un hombre, cuyo único dato conocido es que es de origen ecuatoriano. En el barrio le identifican por alguna disputa anterior y un temperamento brusco. Su sombra se cierne por completo sobre el caso: fuentes de la investigación afirman que si bien no se descarta otra línea de actuación, él es el principal sospechoso. Ahora mismo está desaparecido, pero deja tras de sí un infinitorastro de sospechas.
Dos crímenes en 24h
El alcalde de Badalona, Xavier García Albiol, calificó el asesinato como "una tortura" y señaló la creciente preocupación por la multirreincidencia delictiva en la ciudad. "No es habitual, pero estos crímenes nos han sacudido a todos", admitió. Por último, en relación a las últimas preocupaciones por inseguridad en la ciudad, concluyó: "Cuando a alguien lo asesinan dentro de su domicilio, no es un problema de inseguridad. Son hechos excepcionales porque se producen en circunstancias que no son habituales".
Sin embargo, cuando aún no había comenzado las preguntas en torno al asesinato de Juan Carlos, otro homicidio estremeció Badalona. La noche anterior, un hombre de 36 años, de nacionalidad pakistaní, fue hallado muerto en un piso de la calle Guasch, en el barrio de Llefià. Un golpe en la cabeza, brutal y definitivo, segó su vida en el acto. Las primeras informaciones apuntaban a que el atacante usó un arma de grandes dimensiones, posiblemente un machete o un hacha.
Este crimen se produjo, al menos según las primeras pesquisas, en un contexto completamente distinto al de Juan Carlos, aunque a sólo tres kilómetros de distancia. Mientras que en Bufalà la violencia parecía responder a una convivencia deteriorada, en Llefià las primeras hipótesis apuntan a un ajuste de cuentas. La policía autonómica tiene como primera línea de investigación una posible disputa vinculada al narcotráfico en la zona del frente marítimo de Barcelona, un problema que ha ido en aumento en los últimos meses.
Las últimas evidencias apuntan a que la agresión que terminó con la vida del hombre pakistaní pudo haber sido registrada en video por un testigo que se encontraba cerca del lugar. Este material sería clave para esclarecer cómo ocurrieron los hechos y quiénes estuvieron involucrados. Además, los agentes de la División de Investigación Criminal de los Mossos han interrogado a un hombre herido en el ataque para intentar reconstruir los momentos previos al homicidio.
Precinto de los Mossos d' Esquadra sobre la cerradura del local donde ha aparecido el cadáver de Juan Carlos.
Repunte de violencia
En cualquier caso, la violencia extrema de ambos casos ha puesto en evidencia una preocupación latente en Badalona: la sensación de inseguridad. Hasta hace poco, la ciudad se mantenía como un referente de tranquilidad dentro del área metropolitana de Barcelona. En el pasado 2024 sólo se registró un homicidio consumado u asesinato doloso, un número que ahora parece desdibujarse frente a los eventos recientes.
De hecho, no sólo se trata de Badalona, sino que toda la comunidad autónoma está viviendo una pequeña espiral de violencia. El director general de los Mossos, Josep Lluís Trapero, explicaba este martes en varios medios de comunicación que los últimos casos conocidos son "aislados", que "no tienen vinculación entre sí" y que "no están vinculados con el crimen organizado", sino que se tratan de "discusiones mal resueltas". En pocas horas, cinco personas han sido halladas muertas en Cataluña.
Mientras tanto, el garaje de la calle Ibèria donde alguna vez vivió Juan Carlos permanece precintado. Según explicaron algunos residentes de la zona a Metrópoli Abierta, en el local se organizaban de vez en cuando fiestas con música muy alta. Y también había un trajín constante de gente. Ahora, sin embargo, no queda nada de eso. El lugar se ha convertido en un símbolo mudo de la tragedia.