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'La Modelo', la colombiana que "parecía" la mujer florero de tres narcos europeos y dirigía un imperio de coca desde Marbella
Durante 22 años pasó desapercibida y en realidad era "el nexo" entre Colombia y Europa vía España: acaba de ser condenada a 5 años de prisión tras pactar con la Fiscalía y reconocer sus delitos.
María Teresa recaló en España en el año 2000. Tenía 27 años, había nacido en Bucaramanga (Colombia), y se afincó Marbella. Durante más de 20 años escapó de la órbita policial, pero que sus sucesivas parejas -narcos condenados o con vínculos- hicieron que pasase de ser considerada colateral a posible figura clave y empezó a ser investigada. En 2022 fue detenida y acaba de ser condenada a 5 años de cárcel tras un acuerdo con la Fiscalía en el que admite los delitos de pertenencia a banda criminal y narcotráfico de cocaína. La apodan 'la Modelo' y 'la Tigresa'.
Su historia en España comienza a principios del milenio. María Teresa Jaimes Caicedo y su marido, Michel Alain Paul Curtet, de origen francés, recalan en la Costa del Sol y encuentran una mansión en el centro de Marbella. Construida en 1975 y con muchos metros de terreno, la pareja entró a vivir en ella tras una importante reforma para modernizarlo. Allí formaron una familia idílica hasta que en 2005 detuvieron a Curtet en Loures, en el área metropolitana de Lisboa.
Lo pillaron con su coche de matrícula española en una nave industrial donde había más de 6 toneladas de cocaína colombiana. La policía lusa llamó al dispositivo Operación Courage, aunque para las autoridades españolas el marido de María Teresa ya era uno de los implicados en la Operación Ballena Blanca contra el blanqueo de capitales provenientes del narcotráfico.
Fue ahí cuando la Policía Nacional la conoció, en un primer registro domiciliario a la imponente vivienda, aunque no la vincularon a la trama internacional a la que pertenecía Curtet. Su marido fue condenado a prisión y ella continuó viviendo en Villa Elaumar, en la selecta urbanización Reserva de Valdeolletas.
Deportista, siempre arreglada y sobre vertiginosos tacones, María Teresa se paseaba por Marbella, se sentaba en los mejores restaurantes y compraba en las mejores tiendas de Puerto Banús. También hacía viajes a Madrid o a Barcelona, llevando un altísimo nivel de vida. Todo ello pese a que no trabajaba ni tenía ingresos oficialmente, y además se hacía cargo del costoso mantenimiento de su mansión.
Valorada en tres millones de euros, la casa en la que ha vivido -y en la que acabó siendo detenida- dispone de 3.425 metros cuadrados, un extenso jardín, un aparcamiento subterráneo de 177 metros cuadrados, dos piscinas, una fuente ornamental, una pista de tenis, e incluso un jacuzzi de mármol en el dormitorio principal. La propiedad estaba registrada a nombre de una sociedad off shore radicada en Panamá.
Un apartamento del pánico
En los 1.790 metros cuadrados construidos, incluso tenía una habitación del pánico, aunque más bien, por el número de meros cuadrados, era un apartamento del pánico. Se accedía desde unas escaleras ocultas tras una librería. Pero eso se sabría después, cuando en septiembre de 2022 el Grupo Greco Costa del Sol irrumpió en la casa de la mujer pasadas las 6 de la mañana para registrarla de arriba abajo.
La Modelo, desde su llegada a España, tuvo tres parejas y cuatro hijos. Tras Curtet, se casó con Mathias, un belga, también relacionado con el negocio, según la Policía Nacional. Maritere, como la llamaban sus allegados, salía siempre airosa. La última, Richard S., se encuentra en rebeldía procesal en la actualidad y ya había sido detenido en 2015 en Dinamarca, donde introdujo 200 kilos de cocaína.
Pero en 2020 la Policía Nacional comienza a sospechar. La Modelo mantenía una muy buena relación con sus dos exparejas. Cuando su primer consorte, Michel, salió de la cárcel, comenzó a entrar con asiduidad de Villa Elaumar.

María Teresa, durante uno de sus viajes registrados por la Policía Nacional durante las pesquisas. E.E.
Su alto tren de vida y este hecho llevó a pensar a los agentes que quizá María Teresa, por su origen colombiano, no era una mera pieza accesoria. No era lo que "parecía", una mujer de: guapa, con entrenador personal y con buen tipo. No era una 'mujer florero'. Podría ser el punto de unión, la pieza que hacía que funcionara el engranaje de un negocio que los vinculaba a todos y que llegaba de Colombia al norte de Europa y a Europa del Este. Que era, en realidad, la reina de la coca en la Costa del Sol.
Por ello, y con más indicios, comenzaron a vigilarla. Aeropuertos, centros comerciales, restaurantes. Entradas a tiendas de lujo y salidas de las mismas cargada de bolsas. Versace, Dolce&Gabbana, Dsquared2... Fue su vestidor el lugar en el que a 'La Modelo' se perdió y por vez primera, se inmutó durante el registro que produjo su caída.
Un kilo en el vestidor
Aquella mañana de septiembre de 2022 a las 6 de la mañana aun era de noche. Mientras su última pareja, Richard S., permanecía esposado en un sofá, ella se mostraba tranquila. Inmutable. Colaboradora. "No se le movía un músculo", cuentan fuentes de la Policía Nacional. Primero encontraron varios gramos de marihuana. Peccata minuta. Tampoco apareció una suma desorbitada de dinero en efectivo. Todo iba bien.
La mujer ni siquiera levantó una ceja ante la sorpresa de los agentes cuando vieron el dormitorio del apartamento bunkerizado. Sobre el techo de la cama había un espejo. No sorprendió a los agentes el paquete de casi un kilo de cocaína que encontraron en un altillo del vestidor. Ya lo esperaban, tras muchos meses de investigaciones. Al aparecer la cocaína, María Teresa se dio cuenta de que ya no tenía escapatoria.

Un agente de la Policía Nacional, en el vestidor de María Teresa, justo en el momento en el que encuentran la cocaína. Policía Nacional
Envuelto en una bolsa de plástico, había un paquete de 997 gramos de cocaína con un 80% de pureza. Faltaba una esquina para el kilo -esos tres gramos- que, fuentes de la investigación creen que lo tenía en casa para ofrecer degustaciones prácticas de la calidad de su producto. La droga se valoró en más de cien mil euros.
Era el nexo
Meses antes, en enero de 2022, los agentes ya habían comprobado los operativos de transporte de los miembros de la organización. Mediante seguimientos, comprobaron que había "indicios racionales" de que en determinadas viviendas se pudiera estar almacenando droga, por lo que solicitaron las autorizaciones judiciales para los registros. En ellos, se incautaron distintas cantidades de sustancias.
La trama desarticulada estaba integrada en principio por personas de nacionalidad colombiana y española, aunque luego se descubrió que también había ciudadanos polacos asentados en la Costa del Sol. También se detuvo a ciudadanos franceses, alemanes y a daneses que, aun afincados en Barcelona, acudían a Marbella para cerrar negocios con Maria Teresa.
Tras los seguimientos y vigilancias de la Policía, los investigadores consideraron que era ella "el nexo con el resto de acusados", pues era con ella con quienes solían mantener todos reuniones en Marbella. Se detuvo a otras nueve personas, y de acuerdo con el Ministerio Fiscal, formaban "un grupo con el mismo objetivo pero con la distribución de la sustancia estupefaciente pactada en diversos lugares de España, y en los países del norte de Europa".
La Fiscalía, en sus conclusiones, estimó que 'La Modelo' formaba parte de una trama criminal en el que ella ejercía un papel indispensable. Tenía los contactos en Colombia, era la intermediaria y también la encargada de mantener reuniones con el resto de los nueve miembros de la red.
Por ello, pese a estar acusados de los mismos delitos que 'La Modelo', e incluso en algún caso se imputaba tenencia ilícita de armas y documentación falsa, para ella la Fiscalía pedía 10 años de prisión, y para los demás, penas de entre 5 y los 8 años y medio de cárcel.
A sus 52 años, una vida de opulencia e inadvertida en Marbella durante 22, María Teresa aceptó pactar con el Ministerio Fiscal, reduciendo así su posible condena de 10 años a la mitad. La Sección Tercera de Málaga dictó la semana pasada una sentencia de conformidad por cinco años con la acusación del ministerio fiscal por los delitos contra la salud pública y pertenencia a grupo criminal.