
La presentadora Paula Vázquez.
El lado más humano de Paula Vázquez: "Tuve que parar por una depresión y ahora me han diagnosticado TDAH"
La presentadora gallega le ha presentado a EL ESPAÑOL la segunda temporada del talent culinario 'Bake off: Famosos al horno' en La 1.
Más información: Gonzalo Miró: "Nunca he echado de menos una figura paterna. A Felipe González le estoy agradecido, es mi amigo"
Las cocinas de Televisión Española siguen a pleno rendimiento. Tras encadenar las ediciones de MasterChef Celebrity con la Junior, que acaba de terminar, La 1 estrenó el pasado 12 de enero la segunda temporada de Bake Off: Famosos al horno, donde 14 personajes muy conocidos (Cósima Ramírez –la primera eliminada-, Isabel Gemio, Maestro Joao, Cristina Tárrega, Pol Espargaró, Finito de Córdoba –el segundo eliminado-, Yurena, Mark Vanderloo, Víctor Sandoval, Carmen Morales, Nagore Robles, Mario Marzo, Lidia Torrent y Mario Jefferson) luchan por llevarse un premio de 100.000 euros para destinarlo a una ONG de su elección.
Para juzgar sus postres, el porgrama cuenta con el jurado más implacable y divertido: el multipremiado chef con dos estrellas Michelin, Paco Roncero; la mediática y experimentada maestra repostera, Eva Arguiñano; y el prestigioso pastelero de fama internacional, Damián Betular.
No obstante, al frente de todos ellos y como maestra de ceremonias está una presentadora que lleva tres décadas en televisión: Paula Vázquez. La gallega, con multitud de programas a sus espaldas tras su debut en el concurso Un, dos, tres... responda otra vez en 1993 como azafata, vuelve a ponerse al frente de Bake Off: Famosos al horno tras su primera temporada en La 1 y la edición que se emitió en Prime Video.

Paula Vázquez y el jurado de 'Bake Off: Famosos al horno'.
EL ESPAÑOL ha podido hablar con Vázquez para hacer un repaso de su extensa carrera profesional, donde ha tenido momentos de éxito, pero también de desaparecer un tiempo de la pantalla por diversos problemas. Además, también nos ha contado el momento en el que descubrió su TDAH y cómo lidia con él a diario.
Sueños desde la peluquería
La madre de Paula Vázquez tenía una peluquería y, en vez de jugar con las clientas a peinarlas o cortarlas el pelo, las entrevistaba, dejando muy claro que sus preferencias y futuro estaban en la televisión delante de las cámaras y no siguiendo la tradición familiar entre tijeras y secadores.
“En aquella época, cualquier niño o niña que cogía un cepillo era cantar, pero yo lo usaba para ir haciéndole preguntas a la gente porque quería ser presentadora de entretenimiento, no periodista, y aquí estoy… Cuidado con lo que sueñas que se puede convertir en realidad”, afirma entre risas la conductora del programa de RTVE.
Vázquez recuerda que ella soñaba con ser Mayra Gómez Kemp: “Me fascinaba. Creo recordar que el Un, dos, tres... responda otra vez fue el primer formato que nos dejaban ver de pequeños hasta las tantas de la noche los viernes. Era una fantasía porque de allí salió una legión de cómicos, bailarines, cantantes...”.
“Era espectáculo mezclado con la cultura general de las primeras pruebas... Y luego el tono que tenía Mayra Gómez, que una mujer que conducía y tenía información privilegiada porque ella sabía muchas cosas que ocultaba con su famosa frase: Y hasta aquí puedo leer”, añade.

Paula Vázquez (i.) en 'Un, dos, tres... responda otra vez'.
Pregunta.– Han pasado más de 30 años de su debut en televisión, ¿cómo se siente?
Respuesta.– Empezando por el último, Bake off: Famosos al horno, es un lujo poder estar en un programa amable en donde lo que te exigen es simplemente que hagas lo que ya sabes hacer. También me gusta mucho poder trabajar con famosos que tienen muchas ganas de ofrecerse al público tal como son.
Después, estoy encantada de que Televisión Española siga contando conmigo tanto para este programa como para la gala Inocente, Inocente. Estar con ellos ahora mismo es apostar por caballo ganador, es la cadena de las estrellas y desde que estoy con ellos no han hecho más que subir, está siendo un acierto todo lo que van haciendo.
Yo empecé en La 1 de azafata del Un, dos, tres... responda otra vez, luego presenté La vuelta a la fama en 1994, volví brevemente en 2007 con Misión Eurovisión (entre medias estuvo en varios formatos de Antena 3, Telecinco, Cuatro, Netflix o Movistar Plus+) y ya, varios años después, me he asentado en RTVE con El puente de las mentiras y Bake off: Famosos al horno. Como dijo Demi Moore en los Globos de Oro, pensaba que todo lo bueno ya me había pasado hace 20 años, pero ahora tengo la sensación de que estoy empezando de nuevo y que van a venir cosas muy buenas.
P.– Pero en esa carrera ha tenido momentos de éxito y otros de no tanto. ¿Cómo se convive con el éxito y con el fracaso?
R.– Creo que esos momentos bajos también me tenían que pasar porque forman parte de la persona que soy ahora. Es que, en realidad, fui yo la que paró por una depresión que no vi venir, pero que ya llevaba tiempo con ella, y soy yo la que digo que tengo que salir de esta profesión porque no era capaz de llevar esa vida que no se correspondía con lo que vivía en casa. Me alejé durante años, es verdad que no tantos como la gente piensa ya que estuve en plataformas como Netflix y otros sitios haciendo cosas.
Mi parón fue realmente corto. Lo que sí que hago ahora es trabajar menos y vivir mejor, porque antes trabajaba mucho, no tenía vida, ahora trabajo menos y soy menos ambiciosa, pero disfruto mucho más de lo que hago, no lo vivo con aquella angustia de que todo tiene que ser perfecto, ser la primera en llegar y la última en salir… Al final lo que pasaba era que no tenía vida, si tenía una pareja, era un cámara porque no salía de los platós. Tendrá mucho que ver que he llegado a los 50 (risas), pero desde el frenazo que hice, valoro mucho más mi vida y mi intimidad.
P.– También le han diagnosticado TDAH. ¿Cómo lo lleva?
R.– Tras informarme me di cuenta de que tenía un TDAH (trastorno por déficit de atención e hiperactividad) de libro, aunque nunca había ido a un especialista para que me lo diagnosticaran porque no sabía qué médico me lo tenía que ver. En mi caso fui a la Universidad de Navarra donde me indicaron que me lo tenían que llevar en psiquiatría, así que fui a una psiquiatra que me dio el tratamiento, que luego se lo pasé a mi médico de cabecera de la Seguridad Social para que constara en mi tarjeta sanitaria.
La psiquiatra me dijo que era multitaárea y que en algunas profesiones es una virtud. Porque que te hablen por el pinganillo mientras atiendes al invitado, el juez dice una valoración y la regidora que te dice algo, sí que tienes que tener algo raro en la cabeza para poder estar todo al mismo tiempo y que te suene como una sola conversación (risas).
Reconozco que he empezado hace como dos meses a tomar el tratamiento, al principio sí que me dio un poco de miedo porque pensé que podría ser como todos los tratamientos psiquiátricos y creara algo de adicción. Pero la psiquiatra me pasó un link de ella dando clases en la universidad en donde explica muy bien cuál es la molécula que entra en tu cuerpo, qué hace y si eso crea dependencia o no. Tanto es así que algunos fines de semana puedo no tomar la medicación y no pasa nada porque he empezado con muy poca. Además, no he notado ningún cambio en mi carácter, en mi personalidad, en mi día... pero sí que es verdad que estoy más centrada.
Tengo ganas de seguir indagando que hay detrás del TDAH, siempre he notado que soy disléxica, las terapias siempre me acompañan, hago psicoanálisis como algo para mí misma, por egoísmo, ya que es un máster para conocerme. Es que soy muy pro terapia, la verdad.

La presentadora Paula Vázquez, (2i.), en 'Canguros'.
En lo que está centrada ahora
La gallega ha afrontado esta segunda temporada de Bake off: Famosos al horno con mucha ilusión, reconociendo que nada le hace sentir "más orgullosa" que formar parte de este elenco. "Este programa tiene una vida especial".
Además, si bien el año pasado Vázquez engordó varios kilos probando los postres que hacían los concursantes, este año se ha vuelto más selectiva: “Esta temporada solo los probaré en los últimos programas, cuando vea que han mejorado. Si el horneado no huele bien… ¡que solo los pruebe el jurado!”, admite entre risas la presentadora.
P.– ¿Cómo ha afrontado esta nueva temporada?
R.– Muy feliz. Cada año este programa se me hace más fácil. Además, la parte técnica del equipo también le va cogiendo mejor el ritmo y este año vamos rapidísimo, hemos simplificado las horas y, en mi caso, lo agradezco porque me levanto todos los días a las 5:30 horas para venir... El año pasado tardábamos más tiempo en hacer cada entrega. De todas formas, me lo estoy pasando muy bien con los miembros del jurado, que son mis cómplices. Nos pasamos el día haciéndonos fotos chorras y aprendo un montón de ellos.

Paula Vázquez, en 'Bake off: Famosos al horno'.
P.– ¿Cómo ha visto a los concursantes de este año?
R.– Te diré que han sido más compañeros que concursantes. Son gente que está curtidísima en la televisión, con lo cual controlan los tiempos, ellos mismos tienen un timing muy bueno, han sido muy colaborativos, muy disfrutones y muy trabajadores. Es que en este formato se están muchas horas de pie, desgasta mucho más de lo que parece. En la postproducción que ven los espectadores en sus casas se ve la parte más amable, pero hay que reconocer que aquí ha habido quemaduras importantes, cortes, caídas... No obstante, estoy muy orgullosa de cómo han asimilado el programa y de como lo están haciendo.
P.– ¿Han tenido algún susto de quemaduras o golpes entre los participantes?
R.– Yurena lo ha pasado un poco mal, lo que pasa es que es muy sufridora. Se quemó en varias ocasiones e, incluso, se cayó. A Cristina Tárrega hubo que llevarla al hospital por una quemadura, Mark Vanderloo se cayó y se pegó un buen golpe... Parece un concurso de riesgo... Es que hemos tenido entregas que esto parecía más una gincana que un programa de cocina. Es que la gente no se da cuenta de que Bake off: Famosos al horno es un programa exigente, que la repostería es alquimia mezclada con ingeniería. Hay que tener mucha precisión y es fácil perder los nervios, así que tiene mucho mérito que la mayor parte de ellos no los hayan perdido.
P.– ¿Por qué cree que a los famosos les gusta participar en este formato?
R.– Ellos han logrado hacer suyo el programa. Los concursantes son muy generosos, se abren y cuentan cosas que antes no se habían planteado exponer nunca en televisión. Además, es sin querer, nosotros no lo buscamos, no intentamos sacarles titulares. Por ejemplo, se les encarga una tarta que les transporta a su adolescencia y nos cuentan la historia. Hemos llorado todos y cada vez que se va uno, más.
P.– ¿Qué diferencia ha encontrado con la edición del año pasado o con la que se pudo ver en Prime Video?
R.–No he visto muchas, la verdad. Cuando vienen aquí ellos ya tienen una idea de como quieren mostrarse en cuanto ven que les envío al horno a su estación de cocinado. No sé si alguno ha venido pensando en otras temporadas, pero lo que si han podido ver es que siempre les vamos a cuidar, es un formato amable porque nuestra finalidad es que saquen su mejor versión para poder enseñarla. Y creo que lo hemos conseguido.

Paula Vázquez, presentadora de 'Bake off: Famosos al horno'.
P.– ¿Hay menos piques entre los famosos que en MasterChef Celebrity?
R.– Nosotros somos el toque dulce de los programas de cocina de Televisión Española (risas). Incluso el tono de nuestros jueces es bastante más amable. Sin dejar de enseñar y sin dejar de corregir, se hace desde un lugar donde los concursantes lo disfrutan mucho.