Anatomía de la violencia vicaria: "Me falta mi alma, a las mujeres les digo que rompan su silencio"

En lo que llevamos de 2024, siete menores han sido asesinados por sus padres; se trata de la cifra más alta desde 2013, año en el que empezaron a registrarse los menores como víctimas de violencia de género. La violencia vicaria ha planteado un debate social y político. ¿Qué medidas se pueden tomar para proteger a los menores y a sus madres de la máxima expresión de la violencia machista?  ¿Cómo están cambiando las reacciones machistas? ¿Cómo se refuerzan los mecanismos para que haya una mayor concienciación social? El caso de los mellizos del Prat de Llobregat pone en la palestra un problema que preocupa cada vez más a las autoridades. 1431 casos de violencia de género con menores expuestos a sufrir violencia vicaria. Son datos del Ministerio del Interior durante el mes de marzo.

 En el capítulo de hoy, conversamos con la psicóloga Ana Villarrubia y entrevistamos a Alina, madre de Larisa y Elisa, dos pequeñas de cuatro y dos años envenenadas por su padre en Almería el mes pasado. Durante la entrevista, esta joven de 23 años hace un llamamiento: "A las mujeres les digo que rompan su silencio", y expresa cómo se siente después de la tragedia: "Me falta mi alma". Alina comparte su historia de malos tratos hasta el desenlace fatal y revela que, además de la violencia de su pareja hacia ella y sus hijas, también fue víctima de su propio padre en el pasado. "Mi padre también fue maltratador". Alina reclama una justicia a la altura de las víctimas, que brinde un apoyo real y efectivo a quienes lo necesitan.