Jonas Falk, detenido en una operación anterior.

Jonas Falk, detenido en una operación anterior. Cedida

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Detenido en España Jonas Falk, 'el Pablo Escobar sueco', uno de los narcos más buscados de Europa

El sueco es uno de los mayores capos de la droga en el continente. Esta semana se le ha relacionado con una operación que movía tres toneladas de cocaína desde España.

2 julio, 2022 13:44

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En su país de origen siempre se le llamó Billy el Niño, pero el apodo que lleva quince años acompañando a Jonas Sture Falk es el que le dieron las autoridades colombianas: El Pablo Escobar sueco. La comparación, viniendo de donde viene, no es baladí. Todo el mundo sabía quién era y lo que hacía, le gustaba fanfarronear de su influencia y operaba como uno de los "bancos del narcotráfico" en Europa, pero nunca tocaba la mercancía. Nunca se manchaba las manos. 

Falk era la referencia de los narcos para organizar sus operaciones de descarga. Los criminales le contactaban, le pedían ayuda para financiar los cargamentos de cocaína, le pagaban un interés y si te he visto no me acuerdo.

En comparación con otros señores de la droga, el sueco no es que jugara en otra liga, practicaba un deporte completamente distinto. A pesar de todo, y tras quince años de persecución, la única manera de pillarle era esperar un descuido, quizás el único en varias décadas de actividad.

La Unidad de Droga y Crimen Organizado (UDYCO) de la Policía Nacional registró su casa de Barcelona y encontró una serie de fotografías, papeles y diarios contables que permitían relacionarle con el traslado de tres toneladas de cocaína en la costa de Huelva. A pesar de todo, incriminarle siempre es complicado.

Fue detenido en 2019 y salió libre; en 2021 le condenaron a dos años y medio de cárcel por blanquear dinero relacionado con el narcotráfico, pero antes de cumplir el año y medio se lo encontraron de vacaciones en un hotel de cinco estrellas en Ibiza. Ahí le han atrapado de nuevo este jueves.

Jonas Falk, en una fotografía de la Operación Playa.

Jonas Falk, en una fotografía de la Operación Playa. Cedida

Su arresto ha sido una operación orquestada por Europol, coordinadora de un grupo internacional que incluye a la UDYCO, la Greco Galicia de Estupefacientes, la Policía de Suecia, la OFAST francesa y la Policía de Holanda. Junto a él ha caído la cúpula de la Mocro Maffia en el Suroeste de Europa, una de las organizaciones de narcotraficantes más activas del continente, entre las que se encontraban el propio Falk y el marroquí Fikri Amellah, a quien se informó en prisión donde se encuentra por otros hechos sobre sus nuevos delitos. El operativo sirvió para enlazar, además, todas las patas de la mayor red transoceánica de tráfico de cocaína en veleros y otras embarcaciones similares.

Los discípulos de Escobar 

El jueves a mediodía, Jonas Falk se encontraba en la terraza de un hotel de lujo de Sant Antoni, una parroquia de la isla de Ibiza. Según las imágenes compartidas por la Policía Nacional, un grupo de agentes armados accedió al local y apresó al narco tras tumbarle al suelo boca abajo. 

Uno de los alijos de cocaína encontrados en la operación.

Uno de los alijos de cocaína encontrados en la operación. Ministerio del Interior

Llegaron a él por un descuido. No se esperaban que Falk estuviera envuelto en la trama, en la que se implicaban otros narcotraficantes sin aparente relación con el sueco. La Policía siguió al grupo hasta una reunión clandestina en Barcelona, donde discutieron y planificaron una nueva operación de transporte. Allí encontraron papeles y documentos con su nombre, un arma corta del calibre 7.65 con el número de serie borrado, dinero, anotaciones, terminales telefónicos y dispositivos informáticos.

La investigación, explican fuentes cercanas al caso, estaba centrada en Julio Andrés Murillo Figueroa, un narcotraficante colombiano que trabajó para Pablo Escobar y que continuaría al frente del negocio de la cocaína en Medellín. El capo llevaba quince años importando "ingentes cantidades de cocaína" desde Colombia para introducirla en Europa a través de España y Falk, en este caso, era su hombre de confianza para los movimientos económicos y los contactos de exportación. A través de los papeles del colombiano se pudo destapar la estructura de la organización, que operaba en España, Francia y Colombia.

Gracias a las pruebas recabadas, los investigadores averiguaron que la red estaba transportando más de tres toneladas de cocaína directamente desde Venezuela hasta España. El destino final, cuentan las mismas fuentes, era la costa de Huelva, donde dos narcos esperaban el cargamento para distribuirla por Europa.

No obstante, al llegar a España y ya con la droga en tierra, una intervención policial incautó 1.632 kilos de cocaína de los 3.228 que se habían ocultado en una "caleta" de un garaje. Los agentes, en esta primera fase de la operación, detuvieron a dos de los investigados y centraron entonces la atención en otros objetivos. Uno de los investigados resultó ser, inesperadamente, Jonas Falk, uno de los criminales más activos, según las autoridades suecas.