Beneficio seguro, entradas 4 veces más caras y riesgo cero: el truco de la reventa que Garzón quiere tumbar

Beneficio seguro, entradas 4 veces más caras y riesgo cero: el truco de la reventa que Garzón quiere tumbar

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Beneficio seguro, entradas 4 veces más caras y riesgo cero: el truco de la reventa que Garzón quiere tumbar

Varias víctimas de estafa han contado a EL ESPAÑOL su experiencia: "Llegamos a pagar 600 euros por unas entradas que, en realidad, costaban 160".

24 julio, 2021 01:19

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Cuando salieron a la venta las entradas para el 20 aniversario de Love of lesbian en el Liceo de Barcelona, Ricard compró la suya sin pensarlo. Algo similar le pasó a Carmen, una joven cántabra que iba a poder escuchar en directo la mítica Wind of change, de Scorpions, y que tantas veces le había ayudado a sanar los problemas habituales de la adolescencia. Alberto, en cambio, no tenía tanta ilusión en el artista en sí –en este caso, el concierto de Carlos Rivera en La Laguna– como en lo que suponía acudir al evento: era la sorpresa perfecta para su pareja. Lo mismo que Beatriz, que por fin podría llevar a su tía, una señora ya mayor, al concierto de Raphael. Sin embargo, lo que une todas estas historias no es algo bonito. Al contrario. Los sueños de todos ellos se toparon con un enemigo inesperado: la estafa de la reventa de entradas online.

Según el Observatorio Nacional de las Telecomunicaciones y de la Sociedad de la Información (ONTSI), "el 65% de los españoles ha sufrido alguna vez una estafa online". Aunque, como informa este reportaje la reventa online es legal en España, el artículo 248 del Código Penal considera que comete estafa el que, engaña a otro con ánimo de lucro e induciéndole a realizar una acción que va en su propio perjuicio. Amparado en esto y en las leyes sobre publicidad engañosa, el ministro de consumo Alberto Garzón ha iniciado su nueva cruzada contra estas empresas. Su objetivo, como indicó en las declaraciones publicadas por EL ESPAÑOL el pasado martes, es claro: “Las sanciones serán proporcionales de hasta 1 millones de euros u ocho veces el beneficio ilícito o el 4% del beneficio anual de la empresa que cometan fraude a nivel europeo”.

La operación es redonda para estas empresas, ya que la demanda de muchos de los eventos en los que operan excede por mucho la oferta. Es decir, hay millones de personas interesadas en asistir a un concierto de Bruce Springsteen, pero solo unos pocos miles de entradas disponibles para cada concierto. El beneficio lo consiguen a raíz de este precio extra que, además, está camuflado en unos gastos de gestión que solo aparecen en el momento del pago. Por otra parte, el usuario que compra en reventa la supuesta entrada de Springsteen hereda los mismos derechos que tenía sobre ella el comprador original. A la postre esto significa que, si el concierto se cancela y la web le ha cobrado por anticipado, se le reembolsa el precio inicial de la entrada, pero el sobreprecio pagado se queda en el bolsillo del vendedor. Así lo cuenta en EL ESPAÑOL Beatriz, una víctima de estafa: “Cuando las intentas devolver, no te devuelven los gastos de gestión. Ellos se quedan con el neto de las transacciones”. Por tanto, es un negocio de riesgo cero.

Un negocio legal

Pese a todo, lo primero que hay que aclarar es que la reventa en empresas online no es ilegal. Al menos de momento ya que, como informó EL ESPAÑOL el pasado martes, el Consejo de Ministros ha iniciado la tramitación del anteproyecto de reforma de la Ley General para la Defensa de los Consumidores y Usuarios, que permitirá que el Ministerio de Consumo pueda sancionar a empresas por fraudes e incumplimientos masivos. Pero, hasta que eso no ocurra, solamente es ilegal “la venta y la reventa callejera o ambulante de localidades”. Así lo recoge el Real Decreto 2816/1982 del 27 de agosto, por el que 30 años después aún se siguen regulando este tipo de actividades.

¿Qué se entiende, entonces, por “venta callejera o ambulante”? Seguro que muchos de ustedes recordarán aquel capítulo de La banda del patio en el que "T.J." Detweiler acababa formando un imperio a base de comprar y revender cartas de un juego llamado Ajimbo. Pues esto es, básicamente, lo que prohíbe la ley y lo que le ocurrió a Javier, un prometedor guionista onubense. Javier ha contado a EL ESPAÑOL que el verano de 2014 él y sus amigos pensaban celebrar el final del bachillerato en el Dreambeach, un popular festival de música que se celebra en la provincia de Almería. Pero, como es habitual en chavales de esa edad, los precios eran prohibitivos para ellos: en torno a 80 euros.

“Todo cambió el día que a un amigo mío la información de que un tío de Almería había comprado un montón de entradas y estaba revendiéndolas”, relata aún hoy incrédulo. Casualmente, el misterioso hombre que iba a salvarles el verano tenía una para cada uno. Además, como las había comprado cuando salieron a la venta (momento en el que están más baratas), estaba dispuesto a dárselas por un precio mucho más asequible: 45 euros. “Se nos hicieron los ojos chiribitas”, cuenta con sentido del humor. ¿Qué podía salir mal?

El día del festival y tras un viaje de varias horas se llevaron la sorpresa de que no podían entrar: “Esas entradas no valían porque ya habían sido usadas”. El tipo había revendido la misma entrada a un montón de gente que, como Javier y sus amigos, se quedaron plantados en la puerta. Cuando intentaron ponerse en contacto con él ya era tarde: había cambiado de número. Al menos, quizá, pueda rentabilizar esta amarga historia plasmándola en uno de sus próximos guiones.

Javier

Javier

Nadie dudaría en calificar lo que le ocurrió a Javier como estafa. Sin embargo, esta es la manera que tienen de actuar grandes empresas especializadas en reventa pero que, al operar vía internet, escapan a la ley. Recuerden: “venta callejera o ambulante”. A nivel mundial, la principal es StubHub (propiedad de eBay). Según datos de David Marcus, jefe de la sección musical de Ticketmaster, StubHub “mueve alrededor de 8.000 millones de dólares solo en Estados Unidos”.  En España, las más populares y con un volumen de negocio mayor son Ticketbis, Seatwave o, sobre todo, Viagogo. Esta última, fundada por Eric Baker, tiene su sede en Suiza y es la que más denuncias acumula en nuestro país. Miryam Vivar trabaja en la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), donde nos cuenta que tienen recogidas “más de 500 reclamaciones”.

Las entradas que no llegan

Una de las personas que denunció lo ocurrido en la OCU fue Beatriz, una mujer ilusionada con llevar a su tía mayor al concierto por el 60 aniversario de Raphael que tendrá lugar en Sancti Petri en agosto. Beatriz explica que ella siempre compra en los sitios oficiales pero que, “esta vez, con prisas y desde el móvil, busqué el concierto en Google y los tres primeros resultados eran anuncios de Viagogo”. Tras realizar el pago llegó el primer síntoma de que había algo raro: “Me enviaron un correo diciéndome que aún ya me mandarían mis entradas más adelante”. Lo segundo que le pareció alarmante fue que el cargo –de más de 200 euros por unas entradas que, sin ella saberlo, realmente valían 70 euros–, no pasó por la pasarela de autorización de su banco; se cobró automáticamente.

La confirmación de que había sido estafada se la dio la propia organización del festival de Sancti Petri. EL ESPAÑOL ha tenido acceso al correo que le mandaron a Beatriz, donde le informan de que “Viagogo es una plataforma fraudulenta de venta de entradas que se dedica a comprar y revender entradas muy por encima de su valor”. Además, le avisan de que tampoco pueden confirmarle si la entrada será válida o está duplicada. De ser así, y como le ocurrió a Javier, solo entrará quien llegue primero.

En el artículo 68 del Real Decreto que regula estos casos se especifica que las empresas autorizadas “no podrán exceder en ningún caso del 20 por 100 sobre el precio marcado”. Sin embargo, cuando Carmen y sus tres amigos compraron en Viagogo las entradas para el grupo alemán Scorpions, no sabían que el precio que les estaban cobrando era abusivo: 600 euros en total. Como le pasó a Beatriz, ellos empezaron a alarmarse conforme pasaban los días y las entradas no les llegaban: “Acudimos a los puntos oficiales y vimos que estaban a 40 euros”, recuerda Carmen. Por tanto, el precio de reventa cuadriplicaba el real, superando con mucho ese 20% que marca la ley.

Carmen

Carmen EL ESPAÑOL

Estas empresas se presentan como meros intermediarios y todas sus ventas son declaradas. Lo primero que se puede ver al entrar en la página principal de Viagogo es lo siguiente: “Son nuestros vendedores y vendedoras los que establecen los precios de las entradas que ves en nuestra web”. Es decir, no se responsabilizan más que de poner en contacto y permitir transacciones entre los vendedores, usuarios anónimos, y los demandantes. Sin embargo, el relato de las personas estafadas demuestra que su funcionamiento va mucho más allá de ser simples nexos. Para Beatriz, que además trabaja en marketing, el verdadero problema es que “la publicidad es engañosa”.

Es lo que le sucedió a Alberto cuando buscaba entradas para el concierto de Carlos Rivera en el Pabellón Santiago Martín de La Laguna. Las compró en la primera web que le apareció; efectivamente, era Viagogo. “Me resultó curioso porque al momento de empezar la compra ya me anunciaban que las entradas estaban a punto de agotarse. Además, apareció una cuenta atrás para que hiciera la compra lo más rápido posible”.

La táctica de Viagogo es clara: en primer lugar, han logrado posicionar sus anuncios en las primeras posiciones de búsqueda de Google; en segundo lugar, meten prisa al consumidor con mensajes alarmantes para que caiga en la trampa. Este modus operandi encaja con el perfil del estafador profesional que ofrece el Código Penal: “Se ganan pronto la confianza de su víctima y realizan su trabajo de forma mecánica y muy convincente”. Pero para Beatriz no hay un único culpable en este asunto: “lo verdaderamente alarmante es que una empresa de estafa pague anuncios y Google se los compre”.

Así funciona Viagogo

EL ESPAÑOL ha intentado contactar en vano con responsables de Viagogo. El único teléfono habilitado, además de ser de pago, solo atiende a dudas sobre alguna compra. Por parte de los responsables de prensa, la única respuesta ha sido el silencio. Sin embargo, una persona que ha utilizado Viagogo como vendedor ha accedido a contar su versión. Se trata de Jesús María quien, además, se encuentra estudiando el Máster de acceso a la abogacía. Por tanto, conoce a la perfección lo que dice la ley sobre esta actividad: “la gente tiene mucha confusión con eso; lo que está prohibido es revender en la calle porque se considera una alteración del orden público”.

Su experiencia en Viagogo ha consistido en vender ocasionalmente entradas para partidos de fútbol del Atlético de Madrid: “Yo vendía partidos de Champions League. Era la época del Calderón y las entradas se agotaban al instante. Lo que hacía era comprar la entrada en cuanto salía y, si después no podía ir, la revendía”. Además, al ser socio, tenía la ventaja de que podía hacerse con los billetes antes que el público general. Después, subía la entrada en PDF a Viagogo tras cumplimentar unos parámetros. Por último, le ponía un precio. En su caso, el beneficio rondaba los 30 euros.

Ante la pregunta de cómo es posible que haya tantas estafas no tiene respuesta: “Me imagino que la página ofrecería garantías y se aseguraría de que no se pudiese subir una entrada falsa”. Lo que hacía Jesús María era básicamente scalping, pero en internet: una operación por la que se obtienen ganancias reducidas en muy poco tiempo. Pero la historia de esta empresa esconde episodios tan oscuros como mediáticos. Entre los más famosos están el incidente con el concierto de U2 en entero de 2018, donde las entradas se agotaron en cuatro minutos y en la reventa, entradas que originalmente no alcanzaban los 100 euros, llegaron a costar 900 euros. El asunto llegó hasta el Ministro de Educación, Cultura y Deporte de entonces, Íñigo Méndez de Vigo, que reconoció que se trataba de “prácticas abusivas que van en contra de la voluntad de los consumidores”.

Lo que puso en evidencia el caso de U2 es que hay agentes que utilizan bots con los que agotan las entradas a los pocos minutos de salir en los sitios oficiales. Después las revenden a precios abusivos en el mejor de los casos; en el peor son entradas falsas o duplicadas. Esto ha hecho que sean numerosos los artistas que han denunciado públicamente el funcionamiento de estas empresas. La Raíz, por ejemplo, escribió un hilo en Twitter rechazando Viagogo. Love of lesbian ha sido otro de los grupos que ha salido al paso pidiendo a sus fanes que no compren entradas en esta web. Sin embargo, para Ricard ya era tarde: “Compré las entradas a 90 euros, pero no pude descargarme las entradas; la persona que me las había vendido ni siquiera las tenía”.

https://twitter.com/laraizband/status/1027096446531776514?s=20

Cómo evitar ser estafado

Para evitar convertirse en una víctima de estas estafas, Miryam Vives, de OCU, aconseja, en primer lugar “comprobar la página web a la que se ha accedido, razón y domicilio social, así como sus términos y condiciones”. Como han relatado las fuentes consultadas por este periódico, Miryam confirma que “tanto su diseño como su texto hacen creer al consumidor que son páginas oficiales. Además, utilizan técnicas de posicionamiento de Google muy avanzadas que dan la confianza suficiente como para comprar”. Por último, recomienda desconfiar de cualquier página que no desglose los gastos de gestión, pues es frecuente que en webs como Viagogo “el usuario se encuentra con que el precio final que ha pagado es un precio superior al que constaba en la última pantalla antes de aceptar el pago”.

Si el usuario ya ha sido estafado, Miryam insta a presentar “una denuncia a la policía o guardia civil, aportando toda la documentación”. Eso fue lo que hizo Carmen, que tras un mes de gestiones y mucho insistir consiguió que le devolvieran íntegros los 600 euros de las entradas de Scorpions: “Al principio nos dijeron que no podían hacer nada al respecto, pero tras pelearlo un montón y ser constantes nos devolvieron el dinero”. Otros, como Alberto, deciden no hacer nada para olvidar el tema cuanto antes y “desanimados por los testimonios de gente que no consiguieron nada con su denuncia”. Beatriz, por su parte, no ha conseguido que le devuelvan el dinero de las entradas para Raphael y ha decidido comprarlas también en los puntos oficiales. “Cuando reclamé a Viagogo me dijeron que revendiera mis entradas; unas entradas que ni siquiera sabía si eran verdaderas”. Al final, como demuestra la documentación que ella nos ha facilitado, comprobamos que sus intentos por recuperar su dinero han sido en vano.

*Tras la publicación de este reportaje, la empresa Viagogo ha expresado su versión, la cual recogemos a continuación:

Viagogo no es una plataforma fraudulenta, de hecho es lo contrario, el servicio está diseñado específicamente para prevenir la venta fraudulenta de entradas a través de una serie de medidas, como no pagar al vendedor hasta que el comprador haya podido entrar al evento. Los clientes de viagogo deberían sentirse seguros de que van a poder entrar al evento con una entrada válida, y por ello ofrecemos en todas las entradas la garantía de viagogo. Nuestra garantía asegura al comprador que recibirá las entradas correctas y que, en la extraña ocasión de que ocurra algún problema (no más del 1% de todos los tickets vendidos en el mundo durante 2019), viagogo procede a buscar un reemplazo u ofrecer un reembolso íntegro.

Viagogo no fija los precios de las entradas, los precios los ponen las personas que utilizan la plataforma para revender sus tickets. Está claramente explicado en nuestra web que los precios pueden ser superiores o inferiores al valor nominal, dependiendo de la demanda, por lo que todos los usuarios están avisados antes de proceder a la compra. Las entradas que se ofrecen a precios irrazonablemente altos son a los que se le dedica mayor atención, pero no suelen venderse.

Los organizadores de los eventos normalmente publican las entradas muy cerca a la fecha del evento, a veces, como tarde una semana antes del evento. Los vigilantes de viagogo se encargan de que los clientes reciban los tickets a tiempo para el evento y además, los clientes pueden contactar con el servicio al cliente si tienen alguna queja o pregunta sobre sus entradas.