Isa Serra junto al boxeador Julio Rubio (centro), en un gimnasio popular de Madrid.

Isa Serra junto al boxeador Julio Rubio (centro), en un gimnasio popular de Madrid. FB.

Reportajes

Isa Serra, la hija díscola con padre de derechas por la que Podemos es capaz de cambiar hasta su ética

Las buenas relaciones con Irene Montero y Ione Belarra, así como que su pareja sea un alto cargo del partido, la mantienen dentro de la formación morada.

10 julio, 2021 02:49

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“Malas noticias: voy a seguir haciendo política”. Así se pronunciaba el lunes pasado Isabel Serra Sánchez (Madrid, 1989) al conocer que el Tribunal Supremo confirmaba su condena a 19 meses de prisión por agredir a policías tras los incidentes para impedir un desahucio en Lavapiés en enero de 2014. Las declaraciones sonarían por completo inverosímiles aquel mismo año, cuando Podemos había llegado para renovar la política española de forma radical y un férreo código ético era la salvaguarda de sus principios de “regeneración democrática”. 

Han pasado siete años y las cosas han cambiado demasiado. Tanto, que hace apenas tres semanas, como reveló EL ESPAÑOL, la formación morada añadía a su cláusula de renuncia para sus miembros encausados por la justicia el siguiente apéndice: "[La renuncia deberá aplicarse] con las matizaciones necesarias cuando exista un contexto de acoso judicial con intenciones políticas (lawfare) y alejado del derecho".

La modificación del código ético se hizo ad hoc para solventar la situación de Serra. Según defiende ella, con el apoyo sin fisuras de las principales figuras del partido, la Fiscalía ha tramado un complot para apartarla de la primera línea política por unos hechos que, supuestamente, nunca ocurrieron.

Juanma del Olmo, a la derecha, actual pareja de Isa Serra e integrado el la estructura de Podemos.

Juanma del Olmo, a la derecha, actual pareja de Isa Serra e integrado el la estructura de Podemos. EFE

Viendo venir que los tribunales no le darían la razón, dimitió el pasado junio de sus cargos en la Asamblea de la Comunidad de Madrid como diputada y portavoz de Podemos en la cámara, tras el batacazo electoral de la lista liderada por Pablo Iglesias. Quedaría inhabilitada al confirmarse la condena. A lo que no iba a renunciar era a quedarse en Podemos, donde encontró una forma de ganarse la vida, hizo sus amigos e incluso formó una familia.

Ione, Irene e Isa

Que Serra haya logrado que el código ético de Podemos se adapte a sus necesidades con tal de no caer no tiene otra explicación que sus buenas relaciones dentro del partido. Desde los inicios del movimiento, Serra mantiene una muy buena amistad con Irene Montero, quien ha sido su protectora a lo largo de estos años, según confirman fuentes cercanas a su entorno. Por otro lado, Serra también se lleva muy bien con la amiga íntima de Montero, Ione Belarra. Esta, en 2021, ha tenido un ascenso meteórico que la ha llevado a la cartera de Derechos Sociales y Agenda 2030 en el Gobierno de coalición, además de la Secretaría General de Podemos, desde la que ha aúpado a Serra como portavoz del partido.

Por si fuera poco, la pareja de Serra es Juanma del Olmo, empresario y consultor político que fue mano derecha de Pablo Iglesias y el interlocutor de Podemos con Iván Redondo, asesor principal de Pedro Sánchez. La pareja tuvo un hijo el 15 de marzo de 2020, un día después de la declaración del primer Estado de Alarma por la pandemia del coronavirus. Del Olmo había sido también la anterior pareja de Montero, antes de que esta estuviese con Iglesias.

Fuentes cercanas a la cúpula del partido aseguraron a EL ESPAÑOL que Serra habría sido defenestrada “mucho antes” si no fuera por estos contactos, dada la problemática que acarrea su causa judicial, su falta de liderazgo y, en definitiva, sus continuos fracasos electorales. Pero fuera de Podemos, Serra, apenas tiene adonde ir. Toda su carrera y su vida personal están vinculadas al partido.

Formó parte de su fundación, antes de la cual, no había adquirido ninguna experiencia profesional. Estudió Filosofía en la Complutense, como su hermana Clara y, posteriormente, hizo un máster en Economía. Entre tanto, se dedicó a viajar -una de sus grandes pasiones- al violín, a la acuarela y al activismo, a través de diferentes movimientos políticos y sociales como Stop Desahucios. Se implicó en el movimiento contra el plan Bolonia, germen del posterior 15-M. Fue allí, en 2011, cuando se juntó con unos jóvenes Errejón, Iglesias, Montero, Belarra, Maestre, Espinar o Del Olmo que más tarde fundarían Podemos desde una confluencia de posturas.

Serra, de ideas radicales, lo haría a través de los Anticapitalistas. Era el mismo enero de 2014 en el que su activismo la llevó a enfrentarse a los policías en una calle de Lavapiés y por lo que la fiscalía pide, siete años después, 19 meses de prisión.

El caso

Los hechos por los que se condena a la política de la formación morada ocurrieron el 31 de enero de 2014. Serra se presentó junto a vecinos y otros activistas del movimiento antidesahucios en la calle Tribulete del barrio madrileño. Ahí había un fuerte dispositivo policial, formado por antidisturbios del cuerpo municipal y nacional. La orden de desahucio pesaba sobre Antonio Argobia, un enfermo crónico de 54 años con una incapacidad absoluta reconocida que vivía de alquiler en un piso.

Según las imágenes de lo sucedido, la tensión entre los activistas y la policía fue en aumento y se desencadenó un enfrentamiento. Los agentes disolvieron a los manifestantes a porrazos y estos, posteriormente, los despidieron lanzando objetos contundentes. El incidente se saldó con cuatro detenidos y tres policías heridos leves, además de desperfectos en las furgonetas policiales por un valor de 7.230 euros.

En abril de 2020, los finalmente siete condenados por desórdenes públicos y atentado a la autoridad, junto a tres faltas de lesiones, aceptaron su responsabilidad tras un acuerdo con la fiscalía. Según los testimonios policiales, Serra era quien dirigía la protesta y alentaba a sus compañeros de forma “agresiva” a que se enfrentaran a los agentes. Una policía mujer declaró que la insultó diciéndole lo siguiente: “Eres cocainómana”, “Mala madre, hija de puta, con todo lo que hemos luchado las mujeres, contigo se pierde todo, no te quieren ni tus propios compañeros”.

Su defensa, liderada por el abogado Eric Sanz de Bremond, asiduo del movimiento 15-M e hijo del prestigioso letrado madrileño Jaime Sanz de Bremond, esgrime que los testimonios de los policías son contradictorios y que ninguno de ellos inculpa de forma directa a Serra de ningún delito. Por contra, asegura que la entonces joven activista, estaba presente en la protesta pero se apartó cuando comenzó el enfrentamiento con la policía.

Serra fue juzgada de forma paralela a sus compañeros por su condición de aforada, al ser diputada de la Asamblea de la Comunidad de Madrid. Sin embargo, ahora, ante la confirmación de la condena por parte del Tribunal Supremo, la fiscalía pedía su inhabilitación. Renunciando a sus cargos públicos ha perdido, de la noche a la mañana,  un sueldo de 75.591,04 €, el que tenía como diputada de la cámara autonómica.

Sin embargo, el ajuste en el código ético de su partido, le permite seguir cobrando de la formación, al tiempo que espera llevar el asunto al Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo para destapar el supuesto complot en su contra y regresar a sus cargos políticos.

Padre de derechas

La afición de Serra por la política se forjó en casa, a través de su padre Fernando Serra González y de su madre Isabel Sánchez Araujo. Fernando fue un acérrimo opositor al franquismo en su juventud. Terminó ejerciendo como periodista de forma involuntaria. Según recuerdan compañeros suyos en la década de los 70, era un convencido marxista y trabajaba en la redacción del extinto Pueblo. Como relata él mismo, ejerció también como corresponsal internacional y, más tarde, volvería a la universidad, donde estudiaría Derecho y Economía.

Posteriormente, dirigió una publicación pagada por una empresa del Ibex y tuvo su propia sociedad editorial y de consultoría, de nombre Kaynos y Estudios, cuya facturación, según los últimos datos publicados, no superó los 30.000 euros. La empresa fue extinta en 2020 y en ella también tuvo cargos su hija mayor, Clara, nacida en 1982. De las dos hermanas, Isa siempre fue la más díscola y rebelde, como demostraría posteriormente su currículum y afinidades políticas, así como su poco interés en las actividades familiares.

Isa Serra junto a Pablo Iglesias en un acto de campaña.

Isa Serra junto a Pablo Iglesias en un acto de campaña.

Su madre, Isabel, también ejerció como periodista y traductora. El ambiente político que se respiraba en casa de los Serra era marcadamente de izquierdas, aunque posteriormente Ferando evolucionaría hacia las ideas del liberalismo económico. Así, fue uno de los primeros colaboradores de Libertad Digital, el medio dirigido por Federico Jiménez Losantos, de quien es amigo, y donde escribió numerosos artículos de opinión de forma intermitente, a principios de los 2000, 2011, 2013 y, finalmente, en 2019.

En sus textos, el padre de las hermanas Serra ha arremetido contra la “ideología de género”, la inmigración o el nacionalismo. Ambas hermanas han explicado en varias ocasiones que su padre vota abiertamente al PP, aunque siempre ha respetado la pluralidad de opiniones y es, precisamente, en ese ambiente, en el que se criaron.

En la mesa familiar, como contó La Vanguardia, Fernando postulaba sobre teorías políticas, algo que hacía bostezar a las dos hermanas. Más tarde, sin embargo, la siembra de aquella semilla despertaría en las aulas universitarias. Antes de matricularse en la Complutense, Isa estudió en el colegio privado bilingüe Escuela Libre Micael de Las Rozas, y luego en el instituto IES Fortuny, cerca de la glorieta de Rubén Darío en Chamberí, una zona acomodada de la capital.

Las hermanas

La entrada en política de Isa y Clara fue casi simultánea, aunque la segunda ejerció como profesora de Filosofía en un colegio durante seis años. Para Clara, la política solo ha sido un medio que ha canalizado todo su trabajo previo, especialmente enfocado en los estudios de género y el feminismo. Así lo mostró retirándose de Más Madrid en 2019, partido al que se fue tras estar en Podemos.

Clara, alejada de la política oficial, escribió dos libros de feminismo: “Leonas y zorras. Estrategias políticas feministas”, en 2019, y “Manual ultravioleta. Feminismo para mirar el mundo”, en 2018. También dirige el podcast “Los hombres de verdad tienen curvas”.

Aquella ruptura de Clara con el partido de Iglesias dejó la relación entre ambas especialmente tocada. Estuvieron años sin hablarse, como pudo verse varias veces cuando se cruzaron en la Asamblea madrileña sin dirigirse la palabra. En 2019 se reconciliaron. El hecho de que Isa fuera madre en 2020, apaciguó también sus ideas políticas, lo cual también contribuyó al reencuentro con Clara.

Las hermanas Clara (izquierda) e Isa Serra

Las hermanas Clara (izquierda) e Isa Serra GTres

En los seis años anteriores, al igual que el resto de sus compañeros de acampada y activismo, Isa ha construido una vida gracias a la política. Aquel suceso en Lavapiés, sin embargo, pone en peligro todo lo alcanzado. Para conservarlo, el código ético ha sido de nuevo la víctima. En 2020 Podemos eliminó la referencia al salario mínimo interprofesional como el límite de sueldo para sus miembros. En 2021, estar condenado ya no es incompatible con estar en el partido. Soñaban con cambiarlo todo. Diez años después, lo ajustaron todo para que nada cambiase.