Clara fue asesinada por su pareja este sábado. Tenía 41 años.

Clara fue asesinada por su pareja este sábado. Tenía 41 años. Cedida

Reportajes La vida de las víctimas

Clara, acuchillada en Alovera por el asesino que no la dejaba maquillarse: volvió con él hace 2 meses

La vida de las víctimas (17): Ambos llevaban casados desde 2007. Una amiga escuchó la pelea mortal y narra a EL ESPAÑOL el calvario vivía. 

31 mayo, 2021 01:23

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Llegó un momento, el pasado verano, en el que Clara se hartó y dijo basta. Adiós a Álvaro. Ella se merecía algo mejor, estaba cansada de que no encontrara trabajos estables y que ella tuviera que tirar de ambos, de que no le dejara maquillarse, siempre celoso, y de las broncas continuas. Cerró el capítulo tras 13 años casados. Pero hace apenas dos meses, en el trabajo, le dijo algo a su amiga y compañera Davinia. “Creo que le voy a dar otra oportunidad”. Y se la dio. Y él la mató este sábado a puñaladas.

Nicoleta Clara, de 41 años y de origen rumano, ha sido asesinada este sábado por Álvaro, su pareja española y de 54 años de edad. Los hechos han ocurrido en la localidad de Alovera, en Guadalajara, en la calle Octavio Paz sobre las 22.35 horas. Hasta el lugar se desplazaron, alertados por el propio agresor, agentes de la Guardia Civil, la Policía Local y una UVI que no pudo hacer más que certificar su fallecimiento. Clara, que es como la llamaban todos, pasaba así a ser la víctima número 15 de violencia machista en lo que va de año.

“Era mi amiga, vecina y compañera de trabajo desde hace seis años”, explica en conversación con EL ESPAÑOL Davinia. Mientras habla con este diario, ella aún está en el homenaje que le han rendido frente al Ayuntamiento de Alovera y se muestra visiblemente emocionada. Sobre todo, porque oyó cómo anoche él mataba a su amiga.

Clara, a la derecha, junto a su amiga Davinia, en una cena de empresa.

Clara, a la derecha, junto a su amiga Davinia, en una cena de empresa. Cedida

“Llegué a casa a eso de las 22.00 y estaba hablando con mi hermana por teléfono. Tuve que colgar porque oía que estaba pasando algo muy gordo en el piso de Clara, ella vivía justo encima del mío”, dice. “Las broncas eran muy habituales, pero esta fue distinta. Escuché como gritaba, oí muebles romperse, portazos, una locura. Pensé que algo le estaba haciendo pero no eso. Llamé a la Policía, me dijeron que ya les habían llamado, y cinco minutos después dejé de escucharles. Pensé que se habrían arreglado. Pero no”, cuenta casi rota, hablando con este diario por si a alguna mujer en la misma situación que su amiga, su historia le puede ayudar a denunciar o a alejarse.

“La tenía siempre así”

Nicoleta Clara llegó a España con toda su familia cuando aún era muy joven, a los 20 años más o menos. Fue a finales de los 90 o principios de los 2000. Aquí, todavía siguen sus padres, que aún viven y lo hacen en el municipio cercano de Azuqueca de Henares. También tiene cuatro hermanos, dos aquí y las dos chicas se han marchado, una a Inglaterra y otra de vuelta a Rumanía.

Ella llevaba ya bastantes años trabajando en la empresa textil, ubicada en Meco, de Jevaso, una de las más importantes del sector a nivel nacional. En los últimos años había pasado al turno de noche y cobraba alrededor de 1.000 euros. Con ese dinero tiraba de ella y Álvaro, su marido y presunto asesino, que era muy errático en los trabajos y siempre cambiaba a cada poco, sin encontrar estabilidad.

Ambos se casaron en 2007 y, como no podían tener hijos, tuvieron dos perros Randy y Robin, a los que quería como si fueran sus retoños y que llevaba tatuados en la espalda. “Cuando se casaron ya lo hizo con separación de bienes porque no se fiaba del todo de él. Debía bastante dinero a Hacienda y ahora creo que se lo sigue debiendo”, explica Davinia, compañera en el turno de noche y amiga de Clara. “Con esos 1.000 euros, ella tiraba de los dos y vivían bastante ahogados”, añade.

Clara en las fotografías de su boda.

Clara en las fotografías de su boda. Cedida

Según cuenta su amiga, las broncas entre ambos eran constantes y se acabó quemando. Fue el verano pasado cuando decidió dejarlo y se fue con su hermano a vivir a Los Santos de la Humosa, en la Comunidad de Madrid, una temporada. Sin embargo, él no la dejaba escapar. La llamaba de manera constante, le contaba que los perros -recuerden, lo que ella más quería- estaban tristes al no estar ella por ahí.

“La tenía siempre así… el día que me dijo ‘he vuelto con Álvaro’, le pregunté que por qué, si no la dejaba ni maquillarse ni pintar las uñas. Ella era muy moderna y quería ir bien vestida y arreglada y, cuando estaba con él, siempre aparecía con la cara pálida y sin prepararse”, apuntala la amiga.

Aunque Davinia no tiene constancia de que sufriera malos tratos, y las autoridades tampoco, cuenta que cuando volvió con su marido hace dos meses las discusiones eran incesantes. La amiga animaba a Clara a denunciar, pero ella le tenía miedo, decía que era capaz de presentarse en Rumanía a por ella. La semana pasada las discusiones subieron de tono.

“El día anterior, por la noche, empezaron a eso de las 1.00 de la madrugada. Él se ponía a dar portazos y subía la música al máximo. La llamaba de todo, faltando al respeto”, cuenta. Dice que él le achacaba el haberse ido con otro durante ese tiempo que habían estado separados. Y así, hasta que este sábado la mató.

Condena total

El asesinato de Clara ha vuelto a poner encima de la mesa la lacra de la violencia machista. El suyo es el número 17 en lo que va de año y el 1.093 desde que se empezaron a contar de manera conjunta en el año 2003. Aunque en principio no constan denuncias previas contra el detenido, se está investigando si puede tener algún antecedente previo a 2007. Antes de ese año, es más difícil de saber porque el sistema que aúna todos los datos no estaba operativo.

Clara y su marido no podían tener hijos, así que quería a sus perros como si lo fueran.

Clara y su marido no podían tener hijos, así que quería a sus perros como si lo fueran. Cedida

En la plaza principal de Alovera, frente al Ayuntamiento, se ha celebrado este domingo una concentración de repulsa contra el asesinato. “Condenamos enérgicamente este brutal hecho y mostramos nuestra repulsa por esta tragedia”, ha dicho el segundo teniente de alcalde, Juan Antonio Ruiz. Él también ha querido recordar el asesinato de Miriam Vallejo, una joven que también vivía en Alovera -y cuyos padres, como los de Clara, también vivían en Azuqueca de Henares- y que fue asesinada a puñaladas en enero de 2019. Han pasado más de dos años y aún no hay ningún condenado por ese hecho.

El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, también se ha sumado a la repulsa por lo acontecido con Clara colgando una publicación en Twitter. “Mi más rotunda condena por el asesinato anoche de Nicoleta, vecina de Alovera. Toda la solidaridad y mi apoyo a su familia y seres queridos. Tenemos un firme compromiso en la lucha contra la violencia de género. Ni una menos, basta ya”, ha publicado.

El número para mujeres víctimas de violencia de género es el 016. No deja rastro en la factura, aunque debe borrarse del terminal. Se trata de un teléfono al que también pueden llamar allegados a las víctimas.

Nicoleta Clara, de 41 años, es la décimo séptima víctima de la violencia machista en España desde que comenzó el año. En 2021, también han sido asesinadas María Teresa Aladro, de 48 años, Warda, de 28 años, y su hijo Mohamed, de siete; Betty, de 52; Pilar, de 50; Maria Soledad M. P., de 60; Paula M., de 36; Jordina M.P., de 34; María Cruz, de 48, y su hija Isabel, de 11; María del Carmen M. V., de 46; Alicia P., de 52; Conchi G., de 56; Flora P., de 82, y dos mujeres sin identificar. La serie 'La vida de las víctimas' contabilizó 53 mujeres asesinadas en 2017, 47 en 2018, 55 en 2019 y 43 en 2020.