Hospital Enfermera Isabel Zendal. Cuatro palabras y un nombre, el de un centro médico que fue atacado por todos los flancos. Motes ha tenido varios: el hospital de pandemias o el hospital chino de Ayuso, por ejemplo. Críticas, otras tantas: es un pelotazo urbanístico, no tiene personal, tampoco máquina de café, es innecesario, no es funcional, no tiene limpieza, la comida tiene moho o no puede tratar ni a un ataque de ansiedad. La percepción desde fuera era horrible.

EL ESPAÑOL accede al Zendal por dentro, para conocer todos los entresijos de un lugar que ha pasado de ser la tumba política de Isabel Díaz Ayuso a ser su salvación.

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    La vacunación con AstraZeneca descendió desde el jueves

    Los enfermeros del Zendal vieron cómo desde el jueves muchos pacientes no se presentaban a ponerse la vacuna de AstraZeneca contra la Covid. Lo achacaban al miedo por las últimas noticias. Ellos animan a los ciudadanos a que vayan: las ventajas son mucho mayores que los inconvenientes.

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    Un día en el Hospital Isabel Zendal: de tumba de Ayuso a ser su salvación

    Los ingresados en este hospital pierden parte de su intimidad. Por contra, ganan la libertad de movimientos que no podrían tener en otros centros, donde estarían completamente aislados.

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    Sala de espera de la vacunación Covid

    Las vacunas contra la Covid se administran en el Pabellón 3 del Zendal. Los ciudadanos son vacunados, luego pasan a una zona de registro y, posteriormente, aguardan 10 minutos por si tienen alguna reacción adversa.

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    Silvia, encantada con el hospital y su organización

    Silvia fue a vacunarse el pasado jueves al centro médico situado en Valdebebas. Allí vio a dos reporteros. "¿Puedo dar un testimonio favorable a la organización?". Claro, por supuesto que sí. Estaba encantada con la rapidez y con el trato recibido en el Zendal.

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    Un pasillo que se abrirá a los pacientes

    El pasillo entre los pabellones 1 y 2 del Isabel Zendal se abrirá próximamente a los ingresados, cuando llegue el buen tiempo. De esta manera, aquellos que se puedan mover podrán gozar del sol y del aire libre, bien sea para charlar con otros pacientes o para leer un rato.

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    Un paciente recibe el alta en el Zendal

    Aunque el cartel diga "admisión", en este mostrador también es el último punto por el que pasan los pacientes ingresados una vez que reciben el alta. Afortunadamente, ya se contabilizan más de 3.000 personas. 

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    Sala de Rayos X del hospital Isabel Zendal

    La zona de Rayos X del hospital Isabel Zendal es una de las escasas habitaciones con techumbre normal. En este lugar donde todo es espacioso, resulta incluso extraño ver este tipo de habitaciones.

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    Un trato muy familiar en el Zendal

    En el Zendal se viven momentos muy duros. Sin embargo, también hay momentos de alivio y otros emocionantes. En esta imagen se puede ver cómo un hombre recibe una sorpresa de su familia el día de su cumpleaños. A través de los sanitarios recibe una cesta con globos y regalos.

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    Los hombres con los hombres y las mujeres con las mujeres

    En el Zendal, los hombres y las mujeres están separados por módulos en la zona de hospitalización. El motivo no es otro que poder destinar un mayor número de cuartos de baño a unos y a otros en una zona cercana.

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    Los momentos difíciles

    En este hospital hay momentos muy difíciles de vivir. De los miles de pacientes que han pasado por este lugar, más de 60 han fallecido. Muchos han pasado por la unidad de críticos, donde algunos aún luchan, con ayuda de los sanitarios, por salvar su vida.

Jorge Barreno