El ministro de Salud boliviano; los respiradores que compró el Gobierno a dos empresas españolas.

El ministro de Salud boliviano; los respiradores que compró el Gobierno a dos empresas españolas.

Reportajes

El escándalo de los falsos respiradores españoles en Bolivia: 170 sin homologar tres veces más caros

Dos empresas españolas firmaron un contrato de 4,4 millones por la venta. El ministro de Salud ha sido detenido y la Justicia boliviana investiga si se infló el precio. 

22 mayo, 2020 03:01

La empresa catalana GPA Innova se ha visto envuelta en el escándalo político y sanitario que está viviendo Bolivia en los dos últimos días. Todo se debe al supuesto sobrecoste de varios millones de euros que el Gobierno del país sudamericano pagó para comprar 170 respiradores producidos por esta compañía española y en el que también actuó como intermediaria una sociedad vasca, IME Consulting.   

El terremoto es tal que la Justicia bolivariana ha anunciado una investigación para averiguar si se infló el precio de estos respiradores para tratar a pacientes con COVID-19 por los que se pagó un total de 4,4 millones de euros. Por el momento, la polémica le ha costado el puesto al ministro de Salud, Marcelo Navajas, al que han detenido junto a cuatro cargos políticos más: el director general de Asuntos Jurídicos del dicho ministerio, Fernando Valenzuela, el director general de la Agencia de Infraestructura en Salud y Equipamiento Médico (AISEM), Geovanni Pacheco y dos asesores del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), que avalaron la compra a las empresas españolas. 

El revuelo mediático surgió cuando se hizo público que Bolivia había pagado 25.100 euros por cada respirador, cuando el precio por unidad oscila entre 6.300 y 10.000 euros, según la versión de la máquina. No obstante, la situación se agravó todavía más cuando los médicos bolivarianos, al recibir los aparatos, manifestaron que no servían. Frente a esto, tanto GPA Innova como IME Consulting niegan cualquier irregularidad en los contratos y esta última, en declaraciones a El Correo, ha señalado que todo se trata de un "montaje político". 

Se trata de 170 unidades del dispositivo de emergencia, denominado Respira, que ha producido la firma catalana con software de Siemens y el apoyo del Hospital Clínic de Barcelona, y que fueron vendidos al país sudamericano a petición del AISEM por la firma bilbaína, IME Consulting. Estos respiradores, según reza la web de esta empresa especializada en equipos industriales, fueron lanzados al mercado el mes de abril. 

¿Sirven los respiradores?

Los respiradores que dos empresas españolas han vendido a Bolivia.

Los respiradores que dos empresas españolas han vendido a Bolivia. EFE

Sin embargo, los sanitarios bolivarianos al recibirlos dijeron que no eran útiles. Y es que, según ha aclarado el propio fundador y director gerente de GPA Innova, Pau Sarsaneda, los médicos estaban en lo cierto. No se trata de un "respirador profesional", sino de un dispositivo de emergencia que, en su versión más básica, se utiliza cuando el paciente está sedado pero no sirve para la fase del despertar, explicó a una emisora bolivariana este empresario, que en el último ejercicio facturó 4,2 millones de euros.  

Este respirador, no obstante, no cuenta por el momento con la homologación médica en España ni tampoco el marcado de Conformidad Europea (CE). Todo se debe, al parecer, a la rapidez con la que se llevó a cabo el proyecto. "Empezamos el proyecto y decidimos tener la homologación de parte de la autoridad médica de España para su uso de forma compasiva. Compasivo es el uso de un dispositivo cuando todavía no tiene todas las homologaciones, que para ello es cuestión de tiempo. Pero hemos pasado todos los test. Nuestro dispositivo está en proceso de tener el marcado CE, como hubo confinamiento fue imposible de realizarlo", expresó a Página 12 el responsable de Estrategia de GPA, Jaume Miras

A pesar de esto, la empresa catalana afirma que recibieron el pedido de un respirador básico con urgencia por parte de Bolivia, pero que al ver la necesidad de los mismos en el país, han reaccionado rápidamente y se han puesto en contacto con la empresa encargada de mantenimiento para que actualice el software y convierta a los respiradores en avanzados. 

GPA Innova, de hecho, fabrica esos modelos avanzados que, según mantienen, solo tienen una diferencia con los que enviaron al país sudamericano, el software. De este modo, esos respiradores sí son útiles para tratar a un 90 por ciento de los enfermeros. Expertos sanitarios, en cambio, han asegurado que los dispositivos no cumplen ni con el 10% de los parámetros de la Organización Mundial de la Salud (OMS). 

En cuanto al coste de los respiradores, la firma catalana expresó al principio que no lo iba a revelar "debido al carácter confidencial del contrato", pero este jueves Pau Sarsanada manifestó en un anuncio público que GPA vendió cada respirador al precio estándar de sus tarifas, "6.000 euros más 600 en accesorios", a la empresa vasca, que más tarde cerró el acuerdo con la AISEM.  

¿Básicos o avanzados? 

Los dispositivos de emergencia 'Respira'.

Los dispositivos de emergencia 'Respira'.

La versión que mantienen en IME Consulting, en cambio, es algo distinta a la que defiende su cliente comercial. En declaraciones a Europa Press, fuentes de la empresa aseguraron que desde un principio el objetivo era suministrar respiradores del modelo avanzado con accesorios pero que primero se envió el sencillo a la espera de que las autoridades bolivianas certificasen el software. Entonces, ¿qué encargó el Gobierno Boliviano? ¿Respiradores básicos o avanzados?

Respecto al contrato por valor de 4,4 millones de euros, que ambas empresas han señalado se hizo con muchísima prisa por parte de las autoridades bolivarianas, IME Consulta ha explicado que incluye el transporte de los respiradores, la actualización del software, los carritos de soporte de los respiradores, baterías y el contrato de mantenimiento durante dos años con una empresa del país sudamericano. 

En transporte, según la sociedad vasca, el coste es 235.000 euros de los que el Gobierno boliviano asume 185.000. Las baterías tienen un coste de 263.000 euros, los carritos, 102.850 y el software, 719.950. Aún así, IME asegura que su beneficio es de 800.000 euros y que tendrá que hacer frente a más gastos en los próximos dos años. 

Tras el salto de la noticia y las detenciones de varios cargos políticos, entre ellos el ministro de Salud, Marcelo Navajas, el titular de Justicia, Eduardo Coimbra, ha asegurado que no se pagará el 50% del contrato.  Ignacio Mazarrasa, administrador de la empresa bilbaína IME Consulting, ha dicho que ha enviado toda la documentación de la transacción a la prensa local y al Ministerio de Justicia boliviano y que de no estar conformes, está dispuesto a que le devuelvan los respiradores. En cualquier caso, será la Justicia boliviana la que tendrá que dilucidar quién miente y quién dice la verdad en esta historia que ha salpicado al país.