La  garita de vigilancia 24 horas al día la Guardia Civil junto a la casa de Iglesias y Montero.

La garita de vigilancia 24 horas al día la Guardia Civil junto a la casa de Iglesias y Montero. E.E.

Reportajes

La garita sin luz ni calefacción de los guardias civiles que vigilan el chalé de Iglesias

Debido al ruido del generador, esta tarde se ha cortado el suministro de electricidad. Los vecinos se quejaron a la Policía Local del estruendo que provocaba el aparato defectuoso.

29 enero, 2019 20:15

La Guardia Civil ya tiene  instalada la garita junto al chalet de Pablo Iglesias e Irene Montero  en la localidad de Galapagar. Era una de las peticiones que el cuerpo realizó dadas las condiciones de vigilancia  que se han instaurado en torno a la vivienda de los líderes de Podemos. Pero no todo iba a ser tan sencillo. Esta noche, el agente vigilante estará sin luz y sin calefacción.

La casa de los líderes de Podemos se encuentra vigilada 24 horas al día por los agentes de la Benemérita. De este modo, hasta la fecha los agentes vigilaban dentro de sus propios vehículos situados junto a la vivienda. En distintos turnos, apostados en la cuesta que desciende por la apacible calle, permanecían durante horas atentos a cualquier detalle. Tras sus demandas, la garita les debería proporcionar  un lugar algo más abrigado para este cometido. 

Esta misma mañana, la caseta que permite guarecerse a los agentes fue instalada junto al chalet. En la parte trasera, un remolque contiene un generador de electricidad con el cual se proporciona luz y calefacción al agente en todo momento.

Sin embargo, como informan fuentes del Instituto Armado aseguraba a este periódico, al encenderlo han comprobado el enorme ruido que generaba el aparato. Un estruendo que ha despertado inquietud y molestias en los vecinos que comparten calle con los políticos.

Una reivindicación sostenida en el tiempo

Imagen general de la entrada de la casa de Iglesias y Montero. A la izquierda, la nueva garita.

Imagen general de la entrada de la casa de Iglesias y Montero. A la izquierda, la nueva garita. E.E.

Horas después, en la tarde de este martes, un grupo de la Policía Local se ha acercado hasta la zona. Tras las quejas de los vecinos debido al ruido, han cortado la luz, impidiendo así mantener la luz y la calefacción  encendida en la nueva garita de vigilancia. 

De este modo, la primera noche de vigilancia en ese nuevo refugio se realizará sin luz ni calefacción. Las mismas fuentes aseguran que se trata de un generador defectuoso, que no es normal que este tipo de aparatos generen tanto ruido. Por el momento, esa parece que será la situación de los agentes.

La garita era una de las reivindicaciones que la Guardia Civil ha llevado a cabo desde que el Ministerio de Interior decidió asignar un grupo de seguridad permanente en la vivienda de los líderes de Podemos. Las frías temperaturas de la zona, sobre todo en la noche, son cruciales para quienes están velando por la seguridad del dirigente político.

El chalet por valor de 600.000 euros de Iglesias y Montero continúa dando que hablar, incluso un año después de que lo adquiriesen. Si cuando se conoció en su día la noticia no fueron pocos los compañeros de partido los que criticaron esta situación, en las últimas semanas muchos son quienes apuntan hacia esta edificación como la metáfora de lo que está sucediendo en el partido morado. 

La llegada a este pequeño pueblo de la sierra madrileña ha supuesto algunos quebraderos de cabeza en el ámbito local. Uno de los problemas que se han tenido que solventar era el de la seguridad. Galapagar no contaba más que con una única patrulla de Policía Local, hecho que ha sido modificado con la venida de Montero e Iglesias. Esos servicios han sido complementados con la llegada de nuevos integrantes del grupo local de policía.

En este sentido, el ayuntamiento, en el que gobierna el Partido Popular, anunció el alta de nueve nuevos efectivos. Por otra parte, la caseta que emplean desde hoy los agentes es de plástico prefabricado, y no cuenta con un cuarto de baño. Por el momento, tras haber sido cortada, tampoco cuenta con luz.