José Mantero falleció el pasado sábado en el Hospital de Riotinto.

José Mantero falleció el pasado sábado en el Hospital de Riotinto. E.E.

Reportajes

Muere el cura José Mantero: de confesarse gay en 'Zero' a atacar la homofobia en la Iglesia

  • Tras ser apartado de la Iglesia, Mantero dio conferencias y defendió el colectivo LGTB.
  • En su blog, 'Evangelio según San Mantero', fue muy crítico con la Iglesia, como en su última entrada: 'Sexo nuestro que estás en los cielos.
20 agosto, 2018 14:48

José Mantero, de 55 años, fue el primer cura español en declararse homosexual. Llevaba 22 años cuidando de sus fieles en la parroquia de Nuestra Señora del Reposo, en Valverde del Camino (Huelva), cuando decidió hacer pública su orientación sexual. Lo hizo en 2002, a través de la revista Zero, en la que daba gracias a Dios por ser gay. Su atrevimiento le valió la expulsión de la Iglesia. A partir de ese momento, Mantero luchó por sus derechos y los de su colectivo, siendo especialmente crítico con la Iglesia. Tras 16 años de defensa, José Mantero falleció el pasado sábado en el Hospital de Riotinto por la pericarditis que sufría.

Con tan solo 12 años, José Mantero tenía muy clara su orientación sexual, pero todavía no había recibido la llamada de Dios. Su vocación eclesiástica llegó cuando tenía 17. A pesar de la ideología de la Iglesia, Mantero nunca creyó que ambos aspectos de su vida fueran incompatibles. Si elegía el sacerdocio, elegía el celibato, independientemente de su orientación sexual.

Se ordenó como sacerdote y, durante este tiempo, vivió su homosexualidad como algo natural, pero decidió ocultarla. Sin embargo, en varias entrevistas a distintos medios, Mantero contó que en algunas confesiones, para aliviar la carga de aquellos que acudían a él, revelaba que era gay si eso podía liberarles. Fue en enero de 2002 cuando Mantero decidió hacer pública su orientación sexual, convirtiéndose en el primer en declararse homosexual de España.

Mantero salió en la portada del número 36 de la revista Zero junto con una de sus frases que rezaba: “Doy gracias a Dios por ser gay”. Esta publicación causó mucho revuelo en España. El obispado de Huelva le suspendió ‘a divinis’, una pena canónica que le obligaba a alejarse de lo divino. Mantero conoció la decisión del obispo a través de un teletipo oficial en el que las causas de su expulsión eran la ruptura del celibato y el incumplimiento de las obligaciones ministeriales.

La expulsión de Mantero “fue algo muy gordo”, ha contado una vecina de la zona a EL ESPAÑOL. El sacerdote era muy querido en la localidad y “nadie estuvo de acuerdo con su expulsión”. Pero Mantero no se hundió tras lo ocurrido. Se volvió muy crítico con la Iglesia, la sociedad y la política. Su espíritu revolucionario ayudó a dar visibilidad al colectivo LGTB en España.

Mantero recorrió España dando conferencias y defendiendo los derechos del colectivo. Atacó la homofobia de la Iglesia y el uso de la Biblia para menospreciar y rechazar la homosexualidad. Para Mantero, no se podía usar este texto sagrado para defender u oponerse a este colectivo, ya que, en la Biblia, no se habla de la homosexualidad, sino de ciertas prácticas homosexuales.

Con sus actos, José Mantero quiso cambiar la visión de la Iglesia. Trató de renovar las normas de la institución eclesiástica, pero sin éxito. Por eso decidió iniciar un nuevo proyecto: ‘El Evangelio según San Mantero’. Un blog en el que publicaba con frecuencia caracterizado por su tono crítico hacia la Iglesia. Su último post, ‘Sexo nuestro, que estás en los cielos’ lo publicó el 11 de julio, días antes de ingresar en el hospital. En esta entrada criticó la obsesión de las religiones por controlar el sexo, “porque son perfectamente conscientes de que quien controla el placer, controla la totalidad de la persona”, escribió Mantero.

Tras 16 años de lucha por cambiar la visión que España tenía sobre la homosexualidad, Mantero falleció el pasado sábado en el Hospital de Riotinto tras varios días de ingreso. Padecía pericarditis y su pronóstico no era grave, por lo que su fallecimiento pilló por sorpresa a sus familiares y seres queridos.