Bruno Pérez-Bello, médico adjunto de Urgencias en A Coruña

Bruno Pérez-Bello, médico adjunto de Urgencias en A Coruña Cedida

Salud

Bruno Pérez-Bello, médico en A Coruña, advierte sobre las bebidas energéticas: "Afectan al cerebro de forma nociva"

El adjunto de Urgencias del CHUAC explica que, debido a su alto contenido en azúcar, las bebidas energéticas provocan pico de insulina que, al repetirse, generan bajones y afectan negativamente al cerebro en desarrollo

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Galicia da un paso más en la protección de la salud de los menores. El Consello de la Xunta ha aprobado esta semana el proyecto de ley de protección de la salud de los menores y prevención de conductas adictivas.

El texto, que ahora será remitido al Parlamento de Galicia para su aprobación definitiva, incluye la prohibición de la venta de vapeadores y bebidas energéticas a menores de edad. Así, Galicia será la primera comunidad autónoma en regular y prohibir su venta y consumo en este colectivo.

"El cerebro de un adolescente está en pleno desarrollo"

El consumo de bebidas energéticas puede conllevar diversos peligros para la salud, especialmente si se hace de forma excesiva o combinada con otras sustancias como el alcohol. Hablamos con Bruno Pérez-Bello, médico adjunto de Urgencias en el CHUAC de A Coruña.

"Estamos notando un incremento de síntomas de ansiedad, insomnio o taquicardia en pacientes jóvenes, a partir de 15 años", explica Bruno, para luego añadir: "Los principales riesgos para la salud tienen que ver con los patrones de conductas".

"Las bebidas energéticas se asocian a ciertos contextos: eventos deportivos, gaming, alto rendimiento... Pero lo de mejorar el rendimiento es muy relativo, porque el cerebro de un adolescente está en pleno desarrollo y no tiene el mismo efecto que sobre el cerebro de un adulto".

A este respecto, Bruno agrega que los adolescentes son "especialmente receptivos" al desarrollo de conductas tempranas adictivas. "El cerebro aún está en desarrollo, es mucho más permeable", insiste.

"La cafeína, por ejemplo, bloquea los receptores que inducen al sueño. Pero estas bebidas también tienen azúcar en muchos casos, lo cual hace picos de insulina y cuando cae, hay un bajón inevitable. Ese patrón repetido afecta al cerebro de una forma nociva, no son adultos que están eligiendo, son cerebros en desarrollo".

En una conversación con este medio, Bruno lamenta que se está normalizando el consumo de bebidas energéticas entre adolescentes por ser fácilmente accesibles. "No sé si se diría que se fomenta el consumo, pero no se educa y el marketing se descontrola", agrega.

"No todo lo legal es saludable. En este caso, un menor no necesita una bebida energética, necesita dormir bien", sentencia.

Preguntado sobre la decisión de la Xunta de Galicia de prohibir su venta a menores, el médico adjunto de Urgencias considera que es "algo positivo" porque "es una decisión de salud pública". "Y todo lo que sea público sin motivos políticos, ni comerciales es positivo", opina.

"Está claro que si reducimos o limitamos el acceso a adolescentes, reducimos el riesgo de la dependencia conductual, del insomnio y la fatiga compensatoria".

Bruno insiste en que "la cafeína es una droga" y "la droga produce tolerancia y dependencia". "En dosis elevadas o en personas sensibles, provoca nerviosismo, irritabilidad, temblor y ansiedad, y es algo que hay que evitar".

"La cafeína, como padres, estamos acostumbrados a tenerla en casa. El argumento de los chavales, con las bebidas energéticas, es que tiene casi la misma cafeína, pero no es exactamente igual. No es lo mismo tomar un café después de comer, como ritual cultural, que tomar una bebida de medio litro que puede contener 160 miligramos de cafeína", concluye.