Imagen de un chocolate con churros.
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¿Cuánto cuesta un chocolate con churros en A Coruña?
Varios locales de la ciudad ofrecen esta tradición coruñesa que se sitúa en torno a los 3 euros
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Una buena taza de chocolate acompañada de unos churros es una de las tradiciones más instauradas en A Coruña. Por eso, la ciudad cuenta con churrerías por el centro y en los barrios que ofrecen este manjar desde hace décadas.
"El chocolate con churros es algo muy asentado en la ciudad, es algo histórico", reconoce Héctor Cañete, el presidente de la Asociación de Hostelería de A Coruña.
Quizás sea por el cacao que llegaba al puerto coruñés a comienzos del siglo XX, y por lo que a los coruñeses se les conoce como "cascarilleiros".
Cañete apunta a que, además de este motivo, la climatología también pudo tener algo que ver. "En estos días de mal tiempo es algo que apetece", comenta.
En la ciudad, el precio de un churro varía entre los 30 y los 35 céntimos. Si se acompaña de chocolate, con una taza mediana entre los 2,10 y los 2,75 euros, el precio de un chocolate con un par de churros en A Coruña estaría en torno a los 3 euros.
Una de las churrerías con más fama es Bonilla. Inaugurada en 1949, cuenta en la actualidad con cinco locales, situados en la calle Barcelona, en la ronda de Nelle, en la Galera, en la Calle Real y en Juan Flórez.
Aquí el precio del chocolate depende de si se sirve en barra o en mesa. Una taza mediana en mesa acompañada de un par de churros sale en Bonilla por 3,45 euros, el mismo precio que a finales del 2023 cuando realizaron su última subida. "Tenemos un cliente muy fiel y queremos mimarlo", afirman desde la compañía.
Chocolate con churros Bonilla a la Vista.
Aquí estos dulces tienen siempre el mismo tamaño, ya que se cocinan con una medida exacta que siguen "a rajatabla" utilizando una churrera diseñada por César Bonilla. Para freírlos, optan por el aceite de oliva de baja graduación, para evitar así que tengan un sabor intenso a aceite.
Su chocolate se elabora a partir del cacao de la marca coruñesa Chocolate Express y se junta con leche fresca Leyma o agua o leche de soja en su versión sin lactosa.
Timón es otra de las churrerías con más renombre de la ciudad desde su apertura en 1945 y donde este producto también es de elaboración propia.
Aunque su primera ubicación fue como churrería ambulante cerca de Riazor y luego se instaló en la Palloza, ahora se encuentra muy cerca, en Ramón y Cajal. Aquí el precio de la unidad es de 20 céntimos, así que tomar aquí un chocolate con churros sale a 2,80 euros.
La Churrería Oriental, situada en Federico Tapia, también suma décadas de experiencia. Abrió sus puertas en 1971 y llevan desde entonces elaborando churros. César Lado, hijo del anterior propietario, lleva al frente del local unos 30 años y explica que el pasado otoño tuvo que subir los precios unos 10 céntimos de media, "excepto los churros", que mantiene al mismo precio pese al incremento de costes. Con el chocolate mediano a 2,10 euros y los churros a 30 céntimos, el precio final en 2,70 euros.
Aquí los fríen en aceite de girasol y este se cambia en cada fritura. "La clave está en el aceite, que es precisamente lo más caro. Es imprescindible no filtrarlo y cambiarlo para que no repitan", apunta.
Churrería Oriental.
Además, desde hace unos 15 años, ofrecen una variedad sin gluten. Todo se debe a la hija de César, que es celíaca, y por ella decidió probar recetas hasta dar con una que le permitiese disfrutar de este manjar.
Sus churros, que se reparten también a otras cafeterías, se acompañan de chocolate elaborado con Chocolate Express. "En 50 años no cambiamos el cacao que utilizamos. Es nuestra identidad", añade César.
Otro negocio familiar es la Churrería Núñez, situada en Vicente Ferrer desde hace 42 años. Aunque también tienen la Croissanteria Núñez en Cuatro Caminos, solo en Monelos se pueden degustar sus churros.
Aquí el precio de una taza mediana es de 2,50 euros, por lo que si se acompaña con dos churros el precio quedaría en 3,10 euros. Óscar Núñez, su actual propietario, explica que por el momento puede permitirse mantener los precios y no hacer ninguna subida.
Chocolate con churros de la Churrería Núñez.
Su chocolate se elabora con el cacao de Cafés do noso, con quien llevan años trabajando. "En agosto les pedimos que nos guardasen algunos palés de chocolate antes de que subieran los precios, así que los tenemos reservados para no repercutir en el cliente", explica Óscar.
Para sus churros, utiliza una masa instantánea y los elabora al momento, justo antes de freírlos, lo que hace que aguanten más tiempo.
Otro de los clásicos de A Coruña que ha vuelto recientemente es el Torre Esmeralda que reabrió hace algunas semanas. Aunque estuvo ocho años cerrado, la gente no olvidó sus famosos churros.
En este local de Cuatro Caminos la unidad cuesta 35 céntimos, así que acompañados de un chocolate tienen su precio a 3,40 euros. El secreto de su éxito puede estar en la receta. "Aquí los elaboramos con agua, harina de buena calidad, sal y una pizca de canela", desvela Vicente, actual propietario.
