Fiesta de Fin de Año en el Pazo de Vilaboa
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¿Por dónde salen los coruñeses en Fin de Año? Mucha venta anticipada y planificación
Del Casino a Palexco, de Riazor al Pazo de Vilaboa: así se reparte la noche más larga del año en la ciudad herculina
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Llega Fin de Año y con ello los locales nocturnos de la ciudad se visten de gala. Desde hace dos meses, muchos de los más míticos ya anunciaban su cartel para estas fechas. Con las entradas a la venta desde noviembre, algunos coruñeses ya se habían gastado el dinero del décimo de lotería en sus consumiciones para Año Nuevo.
Con tanta oferta en la ciudad, está claro que cada local escoge su propio público. O, más bien, es el público el que escoge su local: Pelícano, Oceánico, Backstage o, desde hace apenas tres años, el Pazo de Vilaboa.
Los más pequeños, recién cumplidos los 18, suelen escoger el Sporting Club Casino de La Coruña. El edificio de la calle Real se ilumina con luces de neón en casi todas sus plantas y convierte en pistas de baile lo que antes podía ser el espacio en el que los miércoles los mayores juegan al ajedrez.
Las últimas generaciones recordarán sus primeras noches de Fin de Año en el Casino subiendo y bajando escaleras, tratando de encontrar a la persona que te gustaba en alguna de ellas.
Sin embargo, cuando uno ya pasa la mayoría de edad, suele irse a Palexco. En estas fechas, todos los locales de ocio nocturno de A Coruña sacan entradas especiales por Nochevieja: desde Pelícano, pasando por el Amura, el Brit o la Sala Inn. Para todas las edades, muchos ya han llenado su aforo para este día.
Gonzalo Haro, de 19 años, tiene un reservado cogido con sus amigos para el 1 de enero. "Nos salió a 55/60 euros por cabeza", cuenta. Eso les incluye dos botellas de lo que quieran beber.
"Solemos ir sobre la 1:00 o la 1:30 de la madrugada, cuando terminamos de cenar y nos despedimos de nuestra familia", explica. La fiesta no se acaba hasta las 6:30 de la mañana, cuando se van directos a por los churros, concretamente al Timón de Cuatro Caminos. Un paseo algo largo, pero que entre amigos y después de una noche de fiesta se queda en nada.
Cuando te pagas tú tu entrada
Pero a medida que vas creciendo, los escenarios cambian. A los 24, una buena elección suele ser el Oceánico. "Es barato", explica Yago Nolla, que al terminar la cena del 31 irá directo a la discoteca de Riazor a celebrar allí el Año Nuevo con sus amigos. Ellos compraron las entradas a tiempo, cuando aún costaban 30 euros con dos consumiciones. Estas ya están agotadas desde hace días en la página web.
"Vamos un grupo de siete u ocho personas. Nos gusta", cuenta Nolla. Ahora, las mismas entradas cuestan 35 euros. Les queda poco para llenar el aforo y en la web ya figuran como "las últimas entradas".
Un espacio que es casa
Al pasar de los 25, muchos buscan otro tipo de ambiente. "Es el sitio al que vamos habitualmente, donde mejor nos lo pasamos", cuenta Carmen Gómez, de 27 años. Su toque alternativo ha logrado que mucha gente se haya convertido en habitual de sus instalaciones. "La música está bien y no es nada agobiante", explica. De hecho, el día de Nochevieja pincha Roi Porto, socio —junto a su madre, Belén Calvete, y su hermano Alejandro— del local.
"En nuestro caso llevamos varios años cenando todos los amigos juntos", cuenta Carmen. Mientras que muchos pasan estas fiestas con su familia, ellos han decidido hacerlo entre amigos. Así, cuando terminan de cenar, se comen las uvas y luego se quedan un rato de previa en casa antes de salir para el Backstage.
Y da igual la edad que tengas: las tradiciones no cambian. A las 7, como buenos coruñeses, se van a por churros.
La fiesta de moda está en Vilaboa
Desde hace tres años, a las ofertas de ocio nocturno de A Coruña se ha sumado una muy diferente. El Pazo de Vilaboa ha abierto sus puertas a Press The Walkie, un par de amigos que han llevado a este edificio del siglo XVIII un evento muy distinto a lo habitual.
"Es como si fuera una boda", cuenta Jennifer Alejandre, de 29 años. Y es que, como en todas las bodas, hay un código de vestimenta: elegante, o lo que se suele llamar "black tie". Gracias al servicio de autobuses que ponen desde Juan Flórez entre la 1 y las 2 de la madrugada, muchos coruñeses escapan de la masificación de la ciudad esta noche para irse a las afueras.
La fiesta se ha puesto muy de moda en los últimos años entre los coruñeses de entre 25 y 30 años, una noche en la que reina la elegancia y a la que todos van a pasarlo bien. Las primeras entradas salieron a 70 euros, con cinco copas y ropero incluidos.
Y luego, a por los churros
Con todo ello, otros muchos locales de A Coruña aprovechan esta noche para reservar a grupos cerrados. Nadie se queda fuera en estas fechas, aunque, ojo, los expertos recomiendan ir con algo asegurado, ya que la mayoría de los locales funcionan con entrada anticipada, a la venta desde hace meses en sus páginas web o directamente en el propio local.
Para donde no hay que reservar es para los churros. Porque, por mucho que cada uno empiece la noche en un sitio distinto, al final todos terminan en el mismo punto: la churrería.