Oribu, la marca gallega vintage donde cada prenda es un tesoro
Con el boom del comercio de segunda mano y la recuperación y restauración de prendas antiguas que pasan a convertirse en artículos vintage, parece que –aunque todavía lentamente– el planeta empieza a respirar un poco más y mejor. Y uno de los contribuyentes a esta sanación, es Oribu, @oribuofficial en Instagram, una firma vintage gallega que apenas lleva un año en el mercado.
Estefanía y Pedro Orgaz, dos hermanos de A Coruña de 34 y 36 años, respectivamente (aunque casi todo el mundo piensa que son mellizos) son quienes están detrás de este proyecto. Comparten muchos gustos y aficiones y uno de ellos es la moda, con la que llevan vinculados oficialmente desde el año 2007, aunque por parte de Estefanía esta admiración por la industria comenzó ya en la infancia. Eso sí, ambos estudiaron moda en escuelas de A Coruña y Madrid y afirman que siempre están en constante formación.
“No queremos que ORīBU solo abarque lo vintage, queremos complementarlo con prendas handmade e incluir trabajos como estilistas, escaparatistas, cesiones de prendas… Queremos que ORīBU sea muy moda”, afirman emocionados los hermanos.
Hemos hablado en profundidad con ellos sobre sostenibilidad, prendas vintage y los futuros proyectos de la marca.
¿Cómo surge la idea de crear juntos Oribu?
Siempre quisimos tener una marca de ropa juntos y después de trabajar muchos años en atención al público, decidimos darle un giro a nuestra vida y fundar ORīBU.
«Oribu», oliva en japonés. ¿Por qué este nombre?
La verdad es que en un principio no teníamos del todo claro el nombre, barajamos varias opciones y tuvimos algún que otro enfado. Pero un día, como amantes de la cultura japonesa, se nos ocurrió buscar la traducción de “Los Olivos”, que es la casa familiar en la que nos hemos criado y en la que hemos sido súper felices desde pequeños. De hecho, es también donde ahora tenemos el estudio, y al ver que la traducción de “los olivos” era ORīBU tuvimos un flechazo y decidimos que era el nombre que nos representaba.
Vuestra marca nace con la intención de recuperar prendas antiguas y darles una segunda vida. Ahora que ya lleváis casi un año en el mercado, ¿cuál diríais que es el objetivo de Oribu?
El objetivo de ORīBU no es vestir a las personas de arriba abajo vintage, pero sí que lleven una prenda vintage súper especial, de buena calidad y que esté en tendencia, algo que pueda tener siempre de fondo de armario.
En los tiempos en los que vivimos, la sostenibilidad es uno de los valores más importantes y más buscados por las nuevas generaciones. ¿Cómo veis el panorama de la moda en este sentido? ¿Creéis que se está avanzado o que solamente se trata de una moda pasajera, una fiebre por lo vintage?
Creemos que antes la gente, en especial en España, era un poco más reticente a comprar ropa vintage, cuando en otras ciudades del mundo es de lo más habitual. Ahora, poco a poco, ya empieza a normalizarse aquí también, y eso ayuda bastante a darle una nueva vida a las prendas y a ser más sostenibles. No creemos que sea algo pasajero, lo vintage ha venido para quedarse. Es algo que se ve incluso en los desfiles de moda. Por ejemplo, últimamente en las grandes pasarelas, el ex director creativo de Gucci, Alessandro Michele, puso muy de moda estilismos que podrían salir de cualquier tienda vintage.
Cada vez hay más gente que se dedica a este negocio, restaurar y vender prendas vintage y de segunda mano, ¿por qué elegir Oribu?
Para ORĪBU cada prenda es un tesoro y eso es exactamente lo que queremos transmitirle al cliente. Nos queremos diferenciar por la calidad y el mimo en cada prenda, así como por el trato cercano con el cliente, aunque sea a través de una pantalla.
Haciendo apología de los vlogs o ‘day with me’ que cada vez son más virales en Tik Tok, ¿cómo describiríais un día con vosotros?
Como ya hemos dicho anteriormente, el estudio de ORĪBU lo tenemos en casa, así que somos bastante flexibles en cuanto a las tareas. Con esto queremos decir que un día con nosotros puede ser de lo más variado, no solemos planificar las cosas, por la mañana podemos estar cosiendo y restaurando prendas y por la tarde haciendo fotos, escogiendo nuevos fichajes… Eso sí, nos gusta escoger la ropa una a una, ya sea por videollamada o en persona y, después, todo lo hacemos en el estudio, que está compuesto por varios sets de fotografía, máquinas de coser, planchas y miles de productos para restaurar prendas.
¿Cuáles son las prendas más solicitadas?
Las prendas que más hemos vendido en estos meses han sido las Racing Jackets o moteras, que están siendo un auténtico boom, igual que las prendas de piel, los trench o las prendas de Burberry, que ya son un clásico. Y lo mismo con los bolsos de marca.
Reza vuestra biografía de Instagram que ‘online store: coming soon’. Entendemos que eso es una señal de que Oribu está teniendo éxito, ¿no?
Llevamos menos de un año y la verdad es que tenemos un buen balance de la acogida, estamos llegando a bastante gente y mucha de ella influyente. De momento, estamos vendiendo incluso más fuera que aquí.
Uno de los modos de venta, reconocimiento y reputación que está arrasando en los últimos meses, dada la experiencia que supone para el consumidor (principalmente cuando se trata de marcas online), y que, para la marca, es algo temporal, son las pop up store. ¿Os habéis planteado en algún momento esta idea?
Si, estamos pensando y buscando varias opciones para hacer una pop up, y además de hacer alguna aquí en Coruña, también barajamos Madrid y Barcelona y estamos mirando Ibiza para el verano. Mucha gente nos está pidiendo puntos de venta físico y eso nos hace muchísima ilusión.
Para terminar, ¿algún plan o proyecto de futuro para Oribu?
Además de la página web, tenemos muchas ideas en mente, nos encantaría hacer un gran desfile, fashion films, colaboraciones importantes, quizás una tienda física…
Lo que está claro es que Estefanía y Pedro son personas ambiciosas que no han dudado ni un solo segundo en perseguir su sueño y, lo cierto, es que les ha ido muy bien; ahora solo queda seguir creciendo. Y van a muy buen paso.
